Crónicas
Nick Cave and the Bad Seeds + The Murder Capital: A corazón abierto
«Las dos horas y media de show se nos hicieron muy cortas, con la banda sabiendo llevar y mantener el nivel de intensidad a pesar de los grandes contrastes entre las composiciones»
25 octubre 2024
WiZink Center, Madrid
Texto: Charly RNR. Fotos: Sharon López
Es un placer encontrarse con una puntualidad estricta y organización impecable en todos los aspectos, lo que sin duda facilita estar cómodo, muy a gusto y disfrutar todavía más de un evento como el que estábamos a punto de vivir, con Nick Cave and the Bad Seeds como actores principales.
Volviendo al tema de la puntualidad, tras entrar en el recinto madrileño a las 19:15 aparecían sobre el escenario los irlandeses The Murder Capital, que nos dieron una fantástica muestra de su buen hacer musical con sonidos entroncados en el post punk. La pena es que no lograran toda la atención del respetable que merecían, pero calidad tienen de sobra con canciones como “That’s Feeling” o “Ethel”, combinando momentos de agresividad guitarrera con excelentes melodías. Habrá que seguirles la pista.
Es imposible no conocer a Nick Cave si eres amante de la buena música, pero zambullirse de lleno dentro de su mundo y experimentar todas las sensaciones que transmiten unas composiciones llenas de intensidad y realmente complejas, eso es otra historia. Con este concierto de Madrid uno entró en un trance y un mundo difícil de olvidar y describir con palabras. Cave tiene una personalidad musical y compositiva demoledora y única. Verle cada gesto y mirada es absolutamente hipnótico.
Zambulléndonos en el aspecto musical y dejando de lado esa fascinación que despierta nos encontramos con la presentación de su nuevo trabajo, 'Wild God', un disco fresco y lleno de fuerza, desde mi punto de vista personal, que sin duda se vio bastante representado en un setlist que me pareció vibrante e intenso.
Un sobrio, denso y oscuro “Frogs”, perteneciente a su último trabajo, se encargaba de abrir la noche de forma apabullante. Un tema que crece en intensidad y con muchos matices musicales que lo enriquecen, con unos coros femeninos que te ponen la piel de gallina y un Nick que desprende fuerza mientras nos lleva a “Wild God”, que nos pilla de sorpresa por aparecer tan pronto. Inicio intimista con el piano para seguir “in crescendo” con toda la fuerza y Cave transformándose en un predicador escupiendo palabras llenas de rabia y contundencia.
“Song of Lake”, también del último trabajo, suena dramático, no sólo por el tema a nivel musical, que envuelve de manera absoluta, sino también por una interpretación vocal increíble que va narrando el tema con muchos matices cercanos a un primigenio Bowie.
La acústica e intimista “O Children” te deja absolutamente desolado con una composición dolorosa sobre la protección a nuestros hijos. Intimista pero sin estar exenta de fuerza, la canción muestra el contraste con una cruda y áspera “From Here to Eternety”, oscura, con melodía perfecta y un Nick Cave que se vuelca sobre su público de las primeras filas mediante la pasarela que recorre el escenario de punta a punta y con una actitud cercana a un Iggy Pop más descarnado.
Las dos horas y media de show se nos hicieron muy cortas, con la banda sabiendo llevar y mantener el nivel de intensidad a pesar de los grandes contrastes entre las composiciones.
“Long Dark Night” estremece por su delicadeza con Nick Cave al piano, al igual que “Cinnamon Horses”, que se me antoja en cierta manera con un toque más épico en contraste con un frenético y salvaje “Tupelo”, que vuelve loco a todo el respetable, en la que Cave derrocha una buena energía salvaje hacia las primeras filas sin dudar en llamar la atención por el uso de los móviles, para que hagan la foto y lo guarden.
La intensidad no baja ni un ápice en toda la noche con “Conversion”, ”Bright Horses”, la fantástica “Joy” y “I Need You”, dolorosa y llena de fuerza para dar paso a temas como “Carnage” y la salvaje “Red Right Hand”, que provoca el delirio a todo el público y el mismo Cave vuelve a desatarse en las primeras filas.
Sería injusto olvidarme de Warren Ellis, que ha compuesto con Nick Cave y que brilla de manera absoluta, especialmente cuando coge el violín, y aporta dramatismo y matices musicales a las composiciones en directo junto al resto de la banda, que funcionan de forma impecable en directo.
“White Elephant”, de manera directa y con un sonido contundente, marca la primera despedida del escenario ante un público absolutamente enloquecido que recibe con alegría “O Wow, O Wow (How Wonderful SheIs)” con sabor musical a soul, donde destacan los coros femeninos que se llevan toda la atención del público en el último tramo de la noche, junto a una intensa “The Weeping Song” que vuelve a despedir a Nick y la banda.
El tema que cierra la actuación no puede ser más intimista y a corazón abierto, con Nick al piano interpretando “Intomy Arms”.
Una noche fabulosa que nos produjo escalofríos por la espina dorsal con cada interpretación musical.
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2 comentarios
Extenso resumen hacia el gran concierto de todo un veterano como NICK CAVE AND THE BAD SEEDS en el mitico Palacio De Los Deportes madrileño a través de tan conocidos temas y con todo petao.
Cómo escribir un artículo sin decir absolutamente nada. Tiene su mérito. Ni a Anita Lane habéis citado. Leerse el setlist es más narrativo que esto, madre mía!