Crónicas
Meshuggah + The Halo Effect + Mantar: Incendio rítmico
«Nos marchamos llenos de ilusión por lo que este gigante sónico nos ofrecerá en el futuro, y llevándonos los recuerdos de una noche en Bilbao que, indudablemente, seguirá vibrando en nuestras almas como un potente riff»
23 marzo 2024
Santana 27, Bilbao
Texto: Irene Díaz Soto. Fotos: Irene Serrano
Hacía tiempo que no veía a Meshuggah en España, y la impaciencia por su regreso después de tantos años era notablemente palpable. Recuerdo con nitidez la primera vez que los vi, en el verano de 2008, bajo el abrasador sol del Metal Camp en Eslovenia, cuando estaban en plena promoción de 'ObZen'. Aquella actuación me impactó profundamente, afianzando a Meshuggah como una de mis bandas preferidas para disfrutar en vivo. Desde aquel momento, su dominio en el escenario solo ha crecido, reafirmando su posición de liderazgo en el ámbito del metal.
Con una formación que ha mantenido una notable estabilidad a lo largo de las últimas dos décadas, Meshuggah (integrado por Jens Kidman en la voz, Fredrik Thordendal y Mårten Hagström en las guitarras, Dick Lövgren en el bajo y Tomas Haake en la batería) ha lanzado nueve álbumes que han marcado indeleblemente el género, incluyendo su más reciente obra maestra, 'Immutable', en 2022. En esta ocasión, la banda sueca estaba de vuelta en Europa para celebrar una carrera que comenzó hace ya 30 años. Clásicos como 'ObZen', 'Koloss' y 'Catch Thirty Three' son solo algunas de sus obras más emblemáticas. La posibilidad de escuchar en vivo algunas de estas nuevas canciones y, quizás, con algo de suerte, el álbum completo, generaba una gran emoción.
La sala Santana 27, un lugar mítico de la ciudad vizcaína, abría sus puertas a las seis de la tarde, preparando el escenario para una noche memorable.
Antes de la tempestad sonora de Meshuggah, la noche en Bilbao se caldeó con las actuaciones de The Halo Effect y Mantar, dos bandas que, cada una a su manera, prepararon el terreno para lo que prometía ser una experiencia auditiva inolvidable.
The Halo Effect, con su alineación de exmiembros de In Flames, capturó la esencia de los días gloriosos del sonido de Gotemburgo con un metal melódico que conectó instantáneamente con el público. Temas como "Shadowminds" y su reciente sencillo "Days of the Lost" destacaron, evocando una mezcla perfecta de nostalgia y energía, a pesar de que las voces limpias luchaban a veces por sobresalir en la mezcla.
Por su parte, Mantar ofreció un contrapunto crudo con su potente mezcla de sludge metal. Este dúo alemán, armado sólo con guitarra y batería, demostró que menos puede ser más, llenando el espacio con una intensidad y ferocidad que pocas bandas pueden igualar. Su presencia escénica fue absolutamente magnética, preparando el ambiente de manera ideal para la complejidad y la técnica que Meshuggah traería después.
Con el ambiente ya caldeado, Meshuggah tomó el escenario desencadenando una tormenta sónica casi palpable. Desde el momento en que resonaron los primeros acordes de "Broken Cog", el público fue sumergido en un viaje a través del sonido distintivo de la banda. Las guitarras de ocho cuerdas de Thordendal y Hagström, en conjunto con la precisa y compleja batería de Haake y el profundo bajo de Dick Lövgren, generaron una atmósfera densa y envolvente.
Mientras tanto, Kidman, con su voz poderosa, lideraba esta sinfonía metálica con una presencia imponente. La puesta en escena, original como nos tiene acostumbrados Meshuggah. A pesar de que la sala Santana 27, con su aforo más reducido, no permite una escenografía tan compleja como en otros lugares, los tres grandiosos banners con figuras oscuras y el diseño de luces se integraron a la perfección con la percusión de Haake, creando un espectáculo visual impresionante.
Desde el inesperado inicio, la atmósfera en la sala se cargó de impaciencia. La elección de “Careless Whisper”, una melodía conocida por su suave saxofón, para abrir un concierto de Meshuggah fue un audaz contrapunto que puso de manifiesto el alcance y la versatilidad del grupo. A medida que la luz y la niebla se entrelazaban, creando un velo místico alrededor de los músicos, el público quedaba atrapado en la tensión del momento, expectante de la potencia que estaba por desatarse.
Con todo el conjunto posicionados estratégicamente al fondo de un escenario envuelto en sombras, esta producción, con su mezcla de niebla e intensas luces, se volvía casi abrumadora para los asistentes en las primeras filas, reflejando una planificación detallada y meticulosa. Jens Kidman, aunque comedido, se entregaba por completo a la performance, dominando el escenario con su intensidad característica.
La primera parte del concierto exploró temas de 'Immutable'. En su actuación, Meshuggah profundizó en su rica historia musical, destacando piezas icónicas como “Rational Gaze” y “Perpetual Black Second”. Estos temas, joyas de sus álbumes 'Nothing' y 'Catch Thirty-Three', respectivamente, no solo capturan la esencia del sonido característico de la banda, sino que también exhiben el virtuosismo y la creatividad de sus guitarristas, Fredrik Thordendal y Mårten Hagström.
Jens Kidman, la voz líder de Meshuggah, emerge como la fuerza dominante en el escenario. Su presencia, a la vez imponente y precisa, reflejaba la esencia del grupo: un control absoluto en medio del caos sonoro. Su entrega en cada canción, balanceando la intensidad emocional con la técnica vocal, mantenía a la audiencia colgada de cada palabra, de cada grito.
La exploración de 'Immutable' durante la primera parte del evento no solo sirvió para presentar el nuevo material, sino también para tejer un hilo narrativo a través de la discografía de Meshuggah. Con Thordendal y Hagström extrayendo nuevas texturas y profundidades de sus guitarras, la complejidad de sus riffs, entrelazados con la maquinaria rítmica de Tomas Haake en la batería y el robusto bajo de Dick Lövgren, creó un mosaico sonoro que es a la vez inconfundiblemente Meshuggah y sorprendentemente fresco.
La respuesta del público en Bilbao confirmó la conexión profunda entre la banda y sus seguidores, con una energía que se electrificaba en momentos de crowdsurfing. La noche en Bilbao fue mucho más que un mero concierto, se transformó en una vívida demostración de la evolución continua de Meshuggah, una banda que no solo ha mantenido su relevancia a lo largo de los años, sino que también ha seguido explorando y expandiendo los límites de su música.
Un claro ejemplo de esta evolución es su reciente álbum 'Immutable', que muestra una vez más su capacidad para fusionar complejidad rítmica con texturas sonoras innovadoras, empujando las fronteras del metal progresivo. Esta actuación no solo reafirmó la maestría técnica y emocional de la banda, sino que también sirvió como una ventana hacia futuras innovaciones.
Para nosotros, los afortunados de presenciar su poderío en vivo, cada concierto es una oportunidad única para ser parte de algo verdaderamente trascendental. La noche en Bilbao sirvió de recordatorio de la magia inigualable que Meshuggah trae al escenario: una fusión de precisión técnica, pasión ardiente y una profunda conexión con su audiencia, raramente igualada por otros.
El cierre con la poderosa “Bleed” desató una euforia colectiva, a pesar de que Tomas Haake ha comentado más de una vez no ser particularmente aficionado a este tema, que es una de las canciones más solicitadas y emblemáticas de la banda. Seguida por "Demiurge", el ambiente se cargó con la promesa de nuevos horizontes musicales. Su capacidad para reinventarse constantemente, manteniéndose fieles a su esencia, los ha mantenido en la vanguardia del metal durante más de tres décadas.
La gira de Meshuggah por España, especialmente su memorable actuación en Bilbao, superó lo que habitualmente se espera de un concierto, transformándose en una verdadera celebración del arte musical y de la experiencia única que es participar en un evento en vivo.
Al salir de la Sala Santana 27, quedó claro que Meshuggah no es solo una banda dentro del panorama del metal extremo; es un auténtico coloso, gracias a su maestría indiscutible y su constante búsqueda de innovación.
Nos marchamos, llenos de ilusión por lo que este gigante sónico nos ofrecerá en el futuro, y llevándonos los recuerdos de una noche en Bilbao que, indudablemente, seguirá vibrando en nuestras almas como un potente riff durante mucho tiempo.
Setlist de Meshuggah:
Broken Cog
Rational Gaze
Perpetual Black Second
Kaleidoscope
God He Sees in Mirrors
Born in Dissonance
In Death – Is Death
In Death – Is Life
Humiliative
Future Breed Machine
Bleed
Demiurge
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1 comentario
Pedazo de resumen hacia las potentes descargas que realizaron estas tres pedazos de bandas suecas como fueron MESHUGGAH, THE HALO EFFECT y los germanos MANTAR a través de estos cañeros temas en la Santana 27 de la rockera ciudad de Bilbao.