Todo tiene su fin. Medina Azahara se despedirá de los escenarios a finales de 2026 tras 47 años de éxitos a base de constancia y mucho trabajo. Su música ha calado en varias generaciones y no hay hijo de vecino que no haya cantado alguna vez “Necesito respirar, descubrir el aire fresco y decir cada mañana que soy libre como el viento”. No hace falta ser rockero para amar su música, ni andaluz para emocionarse con sus letras.
La banda cordobesa es del pueblo. Y el pueblo llenó el Palacio de Congresos de Tarragona para decirle adiós en su última visita a la ciudad. El público era mayoritariamente de cuarenta para arriba y muy variopinto: desde heavies de militancia hasta gente que te esperarías ver paseando al perro por la calle, pero no allí. Y sobre todo, mucho andaluz, mucho. Tarragona es tierra de inmigrantes andaluces, y se notó.
Desde el inicio ya se veía que iba a ser una noche de lágrimas. Un emotivo vídeo introductorio con imágenes de la historia del grupo dio paso a los primeros acordes de “Paseando por la mezquita”, uno de sus temas más emblemáticos. Cuando Manuel Martínez apareció, la ovación fue tremenda. El vocalista es el único miembro de la formación original y está en una forma espectacular a sus 74 años.
Si alguien cree que Medina Azahara se arrastra por los escenarios está muy equivocado. Suena realmente bien, apoyado en otros dos músicos con una larga trayectoria en la banda, el guitarrista Paco Ventura y el teclista Manuel Ibáñez. El quinteto se completa con los jóvenes Álvaro Coronado al bajo y Fernando Prats a la batería.
El concierto fue una retahíla de clásicos, para que los asistentes se cantaran todas las canciones sin descanso. No hubo altibajos, siempre arriba. El repertorio siguió con “Algo nuevo” y “Palabras de libertad”, para dar paso a “El vaivén del aire”, tema en el que colaboró en su día Antonio Orozco, una muestra más de la diversidad de seguidores del grupo. Luego, “Junto a Lucía”, dedicada a una chica de una belleza inalcanzable, “Solo un camino” y “Danza al viento”, en la que varias fans subieron a bailar la danza del vientre.
El mensaje contra las guerras llegó con “El soldado”, que dice: “Recuerdo que cuando niño, nunca quise ser soldado, nunca quise combatir. Solo me gustó luchar por mi libertad y yo destrozaba las armas que a mis manos llegaban”. A continuación, Manuel Martínez rememoró aquellos premios de la música de 2003 en los que Medina Azahara se llevó dos galardones, a mejor álbum de rock por ‘Axia’ y a mejor canción por “Córdoba”. Este bello himno dedicado a su ciudad natal levantó definitivamente de sus asientos al público de Tarragona.
El cantante no pudo contener la emoción al recordar a su hijo Manuel Ángel Mart, fallecido en 2021 con solo 44 años a causa de un cáncer. En su homenaje, interpretó “Solo y sin ti” acompañado por la voz e imágenes de Mart proyectadas en un vídeo. Después hubo un guiño a Triana, maestros del rock andaluz, con “El lago” y “Tu frialdad”.
La actuación encaró su recta final con “Velocidad” y la canción flamenca “Al padre santo de Roma”, compuesta por Antonio Sánchez Pecino (padre de Paco de Lucía) y popularizada por Camarón de la Isla. Para el final se reservaron la traca más grande: “Necesito respirar”, “A toda esa gente” y “Todo tiene su fin”. El concierto ya se había desmadrado para entonces, con el público de pie, banderas de Andalucía ondeando y tiarrones llorando a lágrima viva. La música paró y dio paso a unos merecidos y sonoros aplausos. Gracias por todo, Medina Azahara.
Medina Azahara es una de las potentes confirmaciones del Weekend Beach Festival 2026 junto a Boikot, Alcalá Norte y Biznaga, entre otros. La cita tendrá lugar el 9, 10 y 11 de julio en la localidad malagueña de Torre del Mar. Las entradas están a la venta en este enlace.
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