Crónicas

Los Zigarros: Punto y final a la gira "Acantilados"

«Más de diez años de trayectoria dan para mucho, y está claro que esta formación siempre nos va a sorprender. Más grupos como ellos es lo que necesita el mundo de la música.»

17 febrero 2024

Industrial Copera, Granada

Texto: Cristina Bailón. Fotos: Cristina Bailón y Andrés Rodríguez

Los Zigarros son una de esas bandas que nunca van a pasar de moda por más que los años pasen. Se trata de una banda más que consagrada dentro del panorama musical nacional y que han sido representación de lo que es el rock and roll desde que se fundara en el año 2011. Con más de diez años de trayectoria profesional y con cuatro discos de estudio, los valencianos reúnen seguidores por todos los lugares de la geografía española, como ocurrió en Granada en esta ocasión.

La banda de Valencia, que ha estado inmersa en su gira de presentación de su último disco, 'Acantilados', ha recorrido media España en los últimos meses desde que comenzaran en Murcia allá por octubre de 2023. Granada sería la elegida para poner el punto y final a dicha gira.

Una de las salas más conocidas de la ciudad de la Alhambra, como es La sala Industrial Copera, se engalanaba para recibir a Ovidi Tormo y los suyos en un concierto que prometía mucho.

Los valencianos llegaban con la moral por las nubes después de colgar el cartel de soldout en la mayoría de sus conciertos. Sin ir más lejos, venían de hacer pleno en su concierto anterior en Guadalajara. En Granada no llegaron a completar aforo, pero se quedaron muy cerca, ya que cuando el concierto iba a dar comienzo no cabía un alfiler en la sala.

Eran las 20:00 de la tarde del sábado 17 de febrero cuando los trabajadores de la sala granadina comenzaron a abrir sus puertas para acoger a todos los que se habían dado cita para escuchar rock and roll de verdad en directo.

Al pasar al interior del recinto enseguida pudimos darnos cuenta de que se había pensado en todo. Para hacer más amena la espera hasta que comenzaran a sonar los primeros punteos de guitarras habían acondicionado una zona ajardinada con buena música y bebida donde gente de todas las edades esperaban pacientemente a que llegara la hora de ver a Los Zigarros en escena.

Cuando el reloj se encontraba cerca de marcar las 21:00 de la noche, el fervor que se vivía fuera se fue trasladando poco a poco, y bajo una atmósfera muy respetuosa, al interior de la sala. Se notaba en el ambiente que había muchas ganas de ver qué tenía preparado la banda para poner la guinda a su gira.

Con el pasar de los minutos, y viendo que aún los integrantes de Los Zigarros no se encontraban sobre el escenario, el respetable se comenzó a impacientar. Pero no pasó mucho tiempo desde que comenzaron los gritos para que salieran hasta que comenzaron a escucharse los primeros punteos de guitarra que auguraban que la velada estaba a punto de iniciarse.

Los de Valencia habían llegado con un repertorio digno de admirar tanto por la calidad de las canciones como por saber encontrar un equilibrio perfecto entre sus temas más recientes con otros que son ya un himno para muchos, como bien demostraron a lo largo de la noche.

La banda no quiso meter mucha parafernalia en su puesta en escena que desviase la atención de lo verdaderamente importante de la noche, el rock and roll. Se valieron de un juego de luces bastante elaborado y de sus instrumentos para crear una atmosfera para el disfrute de todos.

“Rock rápido”, con un guitarreo muy puro, fue elegida para dar comienzo al espectáculo, a la que, sin tiempo de descanso, le seguiría “No Pain No Gain”, tras la cual Ovidi, vocalista y líder de la formación, no lo dudó y, micrófono en mano, se dirigió al público por primera vez en la noche para agradecerles que estuvieran allí.

Después de este breve parón le llegó al turno a “Aullando en el desierto” y a uno de los himnos para los allí presentes, “Hablar”, la cual fue muy vitoreada y muy aclamada por un público que se entregó desde el primer momento. “Cayendo por el agujero”, canción que se encuentra dentro de su primer trabajo de estudio, el homónimo de la banda, tomaría el relevo.

Con el final de “Con un solo movimiento” llegó la segunda pausa de la noche. Ovidi volvió a tener unas palabras para los asistentes. No todo iba a ser música rock en estado puro, también iba a haber tiempo para que el valenciano nos mostrara su lado más humano. En esta pausa se sinceró con los asistentes cuando explicó que una mezcla de emociones recorría su cuerpo y el de todos sus compañeros. Nunca es plato de buen gusto despedir una gira, pero a la vez estaban contentos de ver todo lo que han conseguido.

Con los sentimientos aún a flor de piel, Ovidi dejó la guitarra a un lado y se sentó al piano para interpretar “Barcelona”. Con ella llegaron los primeros acordes más pausados y tranquilos de la noche. ¿Quién dice que una banda de rock no puede tener canciones de este estilo?

La evocación a una música más de los 80 llegó de la mano de“100.000 bolas de cristal”. Este tema, perteneciente a su último disco, nada tiene que envidiar a la música disco de épocas pasadas, y con ella, llegó el turno para presentar a los integrantes del grupo y que se llevaran el calor de un público completamente entregado a ellos.

“No sé lo que me pasa”, “Dispárame” o “Como quisiera” serían algunas de las canciones que también iban a tener su lugar en el transcurrir de la noche.

“Tenía que probar” fue el tema elegido para que tuviera lugar el último break del show. Cuando finalizó, el grupo abandonó el escenario para tomarse un respiro entre los aplausos y los gritos del público que les pedía que volvieran al escenario. Se les había hecho corta la noche y aún querían más.

Ovidi fue el primero en volver al escenario. Solo, ante todo aquella masa de gente, se atrevió a interpretar “El monstruo”, con la que el piano volvió a tener protagonismo. El resto de la banda tampoco se hizo esperar demasiado y aparecieron en escena, eso sí, traían en sus manos unos vasos de chupitos para brindar con su público por la gira repleta de éxitos que estaba a punto de finalizar.

El último bloque de canciones, y con las que se despidieron de Granada y de la gira “Acantilados”, estuvo lleno de éxitos de sus discos pasados.“Apaga la radio”, “Malas decisiones” y “Dentro de la ley” fueron éxitos que el público agradeció el poder disfrutarlos en directo aquella noche. “¿Qué demonios hago yo aquí?”fue la canción con la que Los Zigarros pusieron punto y final a una noche impecable.

Nacho Tamarit y Adrián Ribes, junto con los hermanos Tormo, mostraron mucha complicidad y mucha coordinación durante toda la actuación. Los cuatro habían llegado dispuestos a dejarlo todo sobre el escenario de Copera, pero si tenemos que destacar a alguno sin duda sería a Ovidi. El carismático vocalista, que lo mismo ponía poses desafiantes que se sentaba al piano y sacaba su lado más sentimental, supo cómo llevar el concierto por los derroteros que quiso.

Más de diez años de trayectoria dan para mucho, y está claro que esta formación siempre nos va a sorprender. Más grupos como ellos, que se atrevan con todo, que no se dejan llevar por el mercado más popular y que se dedican a hacer lo que realmente les gusta y les apasiona es lo que necesita el mundo de la música.

 

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudo resumen hacia otro gran concierto de los valencianos LOS ZIGARROS en la Industrial Copera granaina presentando su nuevo álbum.

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