Lendakaris Muertos + Konflicto de Libertad en Bilbao: Lluvia de bambú purificadora

Lendakaris Muertos

Esto último precisamente encarnan como pocos los navarros Lendakaris Muertos, que hasta se han atrevido a dedicar una canción al presidente Pedro Sánchez, un mercader sin escrúpulos capaz de poner incluso sus mismos principios en venta. Mucho hablar de transgresión, pero cuando se trata de confrontar al poder, los hay que prefieren mirar hacia otro lado porque les han dicho que ese es “el gobierno más progresista de la historia”, a pesar de que pretenda aumentar el gasto militar y otras medidas de similar indecencia.

La voluntad de disparar en todas las direcciones posibles posiblemente favorezca la creación de enemigos, pero también el apoyo sin fisuras de unos fieles que abarrotarán cada recinto con fidelidad religiosa. No extrañó, por tanto, que se colgara de nuevo el cartel de entradas agotadas en el bilbaíno Kafe Antzokia, con un respetable eminentemente juvenil, con varios osos panda pululando por ahí que lanzaron sus cañas de bambú al escenario en un momento dado.

Konflicto de Libertad

Los mexicanos Konflicto de Libertad sirvieron un rotundo entremés con punk hardcore en la senda de GBH o The Exploited y temas tan inapelables como “Policía de mierda”, ante el que sobran las explicaciones. Se acordaron de “Pako Eskorbuto y todas las bandas que nos marcaron en Latinoamérica” antes de una versión muy conseguida del himno “Historia triste” de la banda de Josu y Jualma. Dejaron tan buen sabor de boca que la peña pidió bises a pulmón, pero no les permitieron corresponder al apoyo de la afición, supongo que por motivos de horario. ¿Qué les hubiera costado dejarles tocar un corte más?

El inicio de Lendakaris Muertos con “Policía sí” y “Estamos en esto por las drogas” desencadenó casi de manera automática los consabidos pogos, pocos grupos podrían imprimir un ritmo tan frenético a la velada desde el mismo comienzo. El vocalista Aitor destacó que había “muchos heavies” y que incluso se podría grabar allí “la película de Mägo de Oz”.

Lendakaris Muertos

El Kafe Antzokia daba bastante juego para que el frontman se recorriera el recinto, por lo que no tardó en pegarse un garbeo por el segundo piso, el de los ancianos, mientras atronaban temazos del calibre de “Violencia en acción”, “Cómeme la franja de Gaza”, con un pogo realmente importante en la zona centro, o “Detector de gilipolleces”, en cuyo paseo por la concurrencia Aitor abrazó a un fan disfrazado de oso panda, que iba también ataviado con su inseparable caña de bambú, por supuesto.

La velada seguía a velocidad importante con “El problema vasco”, que repitieron por “gatillazo”, como explicaron, y luego se acordaron del tema que daba título a su último disco “Mucho asco (casi) todo” desafiando el concepto de canción corta. Y “Pablo Echenique” enfervorizó tanto los ánimos que hasta llovió un palo de bambú sobre el escenario. Ese sería el primero de los muchos que llegarían hasta las tablas, hubo un momento en el que se debieron juntar unos siete u ocho, era la primera vez que veíamos aquello.

Lendakaris Muertos

“Héroes de la clase obrera” provocó que se montara un círculo en medio del Antzoki, con las consecuencias que la mayoría imagina, y no hubo ni acaso tentación de aburrimiento con ese impepinable tramo en el que enlazaron “Veteranos de la kale borroka” con “Centro comercial”, “Cerveza sin alcohol” o “Drogopropulsado”. Esto era demasiado para la gente que ya tiene una edad, como suelen decir ellos.

Otro de los instantes míticos en los conciertos de Lendakaris Muertos es cuando Aitor se calza camiseta futbolera antes de la inevitable “Gora España”, gesto que fue recibido con los gritos de “Puta España” y “Puta selección”. Aitor dijo que aquello era “el ridículo internacional, con el golfo de México”, pero la parroquia se desvivió como si le fuera la vida en ello. Siempre es de sus piezas más celebradas, no cabe duda.

Lendakaris Muertos

“Ni sí, ni no, ni todo lo contrario” y “Urrosolo Sistiaga” consolidaron la dinámica imparable de la velada, por lo que resultó un tanto chocante que desaparecieran de las tablas así de repente. “Que estamos mayores ya”, dijo Aitor antes de regresar con “Sanchista y Jujano”, que parece que va a aguantar más en el repertorio que el protagonista de la canción en el gobierno. La recta final continuó con la tendencia imparable del bolo con “El 4k se llevó a mi chica”, “ETA, deja alguna discoteca” o ese “Modo Dios” cuya adaptación femenina contó con una emocionada chica gritando “Aupa neskak!”.

Ahí ya solo faltaba el “Oso panda”, al que se había agasajado a lo largo del show con diversas ofrendas de bambú, por lo que en esa ocasión estaba más motivado que nunca para realizar sus clásicos movimientos. Vaya tralla, que nos quiten lo bailao, nunca mejor dicho.

Vivimos una lluvia de bambú purificadora que nos libró de tediosos solos de batería, bajo o flauta travesera, así como de esas insufribles charlas concertiles que a menudo no suelen aportar nada. Por mucho que entren o salgan miembros, el concepto de Lendakaris sigue muy presente, por lo menos en los directos. Y que así sea, por los años y los años. Grandiosos.

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Alfredo Villaescusa

Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.

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