Kerry King en Londres: Mirando al futuro desde el infierno

Kerry King

Viene a cuento la introducción por ser entonces la primera vez que vi a Kerry King con Slayer, y nuevamente al año siguiente fue la última vez que tuve el honor de asistir a un concierto del combo americano, concretamente hace casi 32 años (cómo pasa el tiempo), en el “Monsters Of Rock” de 1992, con Iron Maiden de cabeza de cartel junto a Skid Row. Será Resurrection Fest el que nos ofrezca la próxima oportunidad en nuestro país, con Alice Cooper, Bring Me The Horizon, The Offspring o Aveged Sevenfold en el cartel (entradas en este enlace).

Kerry King y compañía, compuesta esta por el guitarrista Phil Demmel (ex de Machine Head), Kyle Sanders (bajista de Hellyeah), Paul  Bostaph (batería de los propios Slayer) y al micrófono el cantante Mark Osegueda (Death Angel) que como vocalista le va como anillo al dedo, nos traían una música inconfundible de brutalidad increíble, como de costumbre en Slayer, pero en una forma más fresca y contemporánea, con una diversidad de muestrario en su repertorio con más melodía si cabe incorporada. Esto muestra una evolución actual del thrash metal y no meramente una continuación de Slayer, sino puramente a un nivel superior, mezclando lo clásico de la vieja escuela con lo moderno, llevando la antorcha con paso firme y continuando con contundencia el legado eterno de Slayer como bandera del género thrash metal.

Kerry King (Demmel y Osegueda)

Kerry King, el hacha de los susodichos Slayer, unas de las grandes bandas de thrash metal y parte integral del “Big Four”, los cuatro grandes en su género, junto a Metallica, Megadeth y Anthrax, aún mantiene su fuerza y garra y unas tremendas ganas para seguir sumando en su dilatada trayectoria con su propia banda, labrando el camino a seguir y cumpliendo con todos los requisitos necesarios para conservar la llama del thrash hoy en día bien latente.

Kerry King

Como en los viejos tiempos y con su descomunal forma de tocar la guitarra nos transmite toda la rabia contenida después de un paréntesis de cuatro años desde que pusieron un punto final a Slayer o una especie de retiro que él mismo no quiso reconocer para nuestro regocijo. Su manera única de tocar la guitarra, tan elocuente y original, refleja de forma natural su propio estilo, al igual que ocurre en sus composiciones.

En la gira “Hell Risen in Europe 2024”, después de tocar recientemente en Download Festival, que paradójicamente es en el mismo sitio donde se celebraban los “Monsters Of Rock” de antaño, hicieron una parada en Londres, en el Electric Ballroom de Camden, para reventar con 1500 metalheads preparados para recibir a unos de los grandes del thrash. Kerry King es sinónimo de Slayer y como tal es tratado con reverencia. Nos traía su disco debut en solitario, recientemente salido del horno, 'From Hell I Rise', que tocó en su totalidad, mezclado con media docena de canciones de su gran paso por Slayer. Toda una descarga de decibelios brutal.

Como teloneros trajeron a la banda inglesa de Cambridge, Celestial Sanctuary, fundada en 2019, para amenizar la noche. Una banda de death metal que se autoproclama "con actitud" y que nos deleitó con media hora de pura fuerza y gran derroche de adrenalina. Death metal de calidad con su propio sello. Tuve el placer de cruzar unas palabras con su guitarrista y garganta, Thomas Cronin, al término de su set y de felicitarlo por su gran entrega y profesionalidad en las tablas. Agradecido, me soltó "muchas gracias" en español.

Celestial Sanctuary

Tras media hora de receso a la espera en escena de Kerry King y con música de AC/DC de fondo, las luces se apagaron y empezó a sonar la intro “Diablo” como anticipo del asalto a la tarima del grupo con “Where I Reign”, y ya empezaba la bendita locura de todos los asistentes. Una tralla impresionante para subir la temperatura de sopetón. Fulgurante inicio para calentar motores.

Le siguió la canción “Trophies Of The Tyrant" en la misma línea. Con en el público ya entregado es cuando el cantante se dirige a la gente para exclamar lo mal que están los políticos de su país y del mundo y, lo peor, las ovejas que creen su doctrina, y nos presenta el tema “Toxic” para nuevamente ofrecernos una descomunal puesta en escena con un ritmo frenético. Comenzaba un mosh pit central y la gente levitando por encima de la muchedumbre hasta el foso del escenario con la complicidad del personal de seguridad para que imperase la integridad física del respetable.

Kerry King

Acto seguido sonaba “Repentless”, canción homónima del último disco de Slayer, de 2015, que fue acogida con gran júbilo por la gente al ser reconocida. Un tema brutal, con un ritmo sin respiro y unos riffs de guitarras impresionantes, que sin ningún arrepentimiento nos hace prisioneros de la vorágine del concierto.

Hubo un respiro de sólo un minuto cuando una vez más el vocalista se dirigía al público para darnos las gracias por el apoyo y energía y sobre todo por la intensidad y pasión mostrada hacia ellos, ya que era lo que esperaba del público presente. Comentaba que quedaba mucha música por tocar que y si estábamos preparados para desatar más agresividad y soltarla con “Two Fist” y “Tensión”, con un solo de guitarra de Kerry para enmarcar, y más caña para exaltación de la peña. El mosh pit central continuaba haciendo estragos y el cantante gritando para inflamar a la multitud.

Kerry King

Phill Demmel tocaba demencialmente con su guitarra Jackson King V "Demmelition" de lunares negros, como la famosa guitarra de Randy Rhoads, y complementaba muy bien con Kerry King mientras se podía comprobar la buena compenetración de todo el grupo, que sonaba muy compacto y sólido en las tablas.

Siguieron descargando su  material con una canción, para mi gusto personal, de las mejores del nuevo trabajo, “Everything I Hate About You”, tema contundente con el batería liderando el tempo sin cesar. Sin bajar el pistón y acelerando a tope tocaron “Idle Hands”.

Acto seguido, tocaba otra canción de Slayer, “Chemical Warfare", y Phil Demmel marcaba unos riffs para llevar el ritmo de la canción y para continuar con frenesí la fiesta llegando al intermedio del bolo con “At Dawn They Sleep", del álbum 'Hell Awaits', de 1985, de sus comienzos. Una obra maestra de sadismo con malvados riifs que invocan al mismo diablo.

Kerry King

De nuevo, se dirige a hablar el cantante para tomar aliento, cosa que hace todo el mundo, y se muestra agradecido por lo bien que percibe desde la tarima la increíble conexión con nosotros, reconociendo que es un honor tocar en un verdadero recinto lleno de verdaderos metaleros haciendo referencia a Londres e Inglaterra. Pero manifiesta que todavía no han terminado, tampoco nosotros, y tocan el tema de su nuevo álbum “Rage”, toda un prueba de la agresividad que atesoran. Vuelta a empezar con el “breakneck” (rompecuellos) con una fuerza encomiable y súper rápido, sólido y contundente, con Kerry King haciendo de las suyas con un solo corto pero efectivo para la canción. Le siguió inmediatamente “Hate Worldwide", de su trabajo de 2009 'World Painted Black', una locura de canción, como su lírica.

Kerry King

La banda continúa  con la ametralladora tocando los temas “Residue” y “Disciple” sin compasión a la vez que Mark Osegueda de nuevo nos comenta sobre el siguiente tema haciendo referencia a los gustos oscuros y diabólicos. Nos presentó “Crucifixation”, con un gusto a la realidad con pasajes oscuros, pero tema sólido y bestial. Le siguió “Shrapnel”. Echaron más leña al fuego con más metralla si cabe.

Se veía cercano el final del concierto y nos tenían preparada la archiconocida unión de “Raining Blood” y “Black Magic”, con las que se desató el infierno completamente, con la gente botando y levitando en el aire prácticamente hasta la extenuación.

Para gran colofón y como cierre del magnífico concierto tocaron la canción homónima de su reciente trabajo, “From Hell I Rise”, no sin antes agradecer la oportunidad de tocar en Londres y presentarse uno a uno a los integrantes y prometer que volverán pronto. Terminaron como empezaron, con una intensidad tan grande que no te dejaba un gramo de energía en el cuerpo. Absolutamente brutal.

Nos ofrecieron una hora y media sin descanso, hasta el punto que nuestro depósito del tanque de thrash metal está lleno hasta arriba y quedará bastante saciado por mucho tiempo. Kerry King, con sus 60 años recién cumplidos, tiene banda y cuerda para rato.

Para los afortunados que puedan acudir a verlos en Resurrection Fest, no se arrepentirán de la gran descarga de energía y adrenalina que desparraman por el escenario estos colosos, todo un lujo y altamente recomendable. Ahora sí puedo echar otra mirada, pero esta vez al futuro con energía renovada.

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