Jane’s Addiction: Una ceremonia en perfecta comunión

Cabe recordar que hacía catorce años de la última actuación de la formación original y ocho años respecto al último tour, por lo que el cartel de "entradas agotadas" no nos ha sorprendido en absoluto: “¡Ha pasado demasiado tiempo, Jane’s Addiction family! Estamos impacientes por veros de nuevo… cantando y volando hacia la luna en un nuevo cohete. Juntos, ¡vamos a por 2024!”, declaraba Perry Farrell en la nota de prensa.

Como teloneros teníamos a la banda de hard rock Neon Delta, que nos mostraron parte de su discografía, influenciada por grupos como L.A. Guns o Dokken y alguna versión en castellano como el “Man In The Box” de Alice In Chains. Para acabar su tiempo en el escenario, el cantante, Dani Blanco, se dirigió al público: “Cuando nos dijeron que íbamos a telonear a Jane’s Addiction nos flipamos y decidimos hacer un homenaje a esta puta banda que es la puta hostia…. Esto se llama "Cósmico"”. Y sin dilación arrancaron con una versión del “Just Because” de los angelinos, que fue el primer single de su tercer disco, 'Strays', en 2003.

Pasadas las 21:00 de la noche, y como si de una tela de araña se tratara, Jane's Addiction comenzó a tejer lentamente una amalgama de texturas y atmosferas para cimentar el primer tema de la noche, “Kettle Whistle”. Sobre ella, pudimos ver a Perry Farrell manejar los hilos e hipnotizarnos a todos los allí presentes con esa voz etérea que nos metió de lleno en el concierto.

Sin dar tregua, las pulsaciones del bajo de Eric Avery daban paso a los riffs abrasivos de Dave Navarro para descargar “Whores”, apuesta a caballo ganador. A estas alturas del cuento pocas presentaciones necesita Navarro, pero en una canción tan visceral como esta se mueve como pez en el agua.

Turno del funk con “Pigs in Zen”, donde la banda demostró que, aunque pasen los años, aunque Avery haya estado grabando y girando con Garbage durante más de una década, aunque algunos conozcan a Perry Farrell por crear el festival de Lollapalooza, aunque Navarro hiciera una incursión como guitarrista de Red Hot Chili Peppers en 1995 para grabar ‘One Hot Minute’… la magia y química de juntarse todos de nuevo sobre el escenario es palpable. Imposible mantener los pies pegados al suelo desde el primer acorde, al igual que en la acelerada “Ain't No Right”, que sonó a gloria. "La música siempre gana", nos decía Perry Farrell, y razón no le faltaba.

Levantamos el pie del acelerador (pero solo un poco) para recibir “Ted, Just Admit It...” y su famoso estribillo "Sex is violent", que era gritado al unísono por toda La Riviera. A estas alturas del bolo, el bueno de Farrell ya se había bebido media botella de ese vino que tuvo durante gran parte del concierto en la mano.

Sentado en un taburete, Eric Avery lanzaba las primeras pulsaciones de “Summertime Rolls”, para volver a regalarnos otro viaje melódico y atmosférico marca de la casa deslizando ese paisaje sonoro relajante sobre el que Farrell nos muestra sus registros más emocionales y evocadores. Ahora, si Dave Navarro coge una guitarra acústica, probablemente quiera decir que dejen paso a la icónica “Jane Says”. Y así fue, siendo coreada hasta la saciedad desde el primer acorde en un ritmo más relajado que siguió latente en “Up the Beach”.

Era turno de “Three Days”, esa canción épica con más de diez minutos de duración que parece distribuida en varios movimientos conectados entre sí. Un absoluto temazo con partes instrumentales poderosas, partes eclécticas… que provocaron que los veneráramos como si de un acto ceremonial se tratara en lo que fue un "ritual de lo habitual". Tras esta migración al pasado, nos aplastaron los riffs de “Mountain Song”, con un Navarro espectacular, y la emotiva “Then She Did...”, que habla sobre el suicidio de la madre de Farrell y la sobredosis de su amiga Xiola Bleu, a la que pide que la visite desde el cielo al final del tema: "Will you say hello to my ma? Will you pay a visit to her?" Sobresaliente.

Una voz en off sonaba por los altavoces para dirigirse a nosotros: "Señores y señoras. Nosotros tenemos más influencia con sus hijos de la que tú tiene, pero los queremos… Creado y regado de Los Angeles, ¡Juana's adicción!", e inmediatamente el riff funk de Navarro nos explotaba la cabeza poniendo a botar a toda La Riviera en un tema que, pese a ser bautizado como “Stop”, es imposible parar.

Esto continuaba en los bises con el irresistible groove de “Been Caught Stealing”, a medio camino entre el funk y el rock alternativo, con la batería de Perkins y el bajo de Avery como anclas durante todo el tema, y “Chip Away”, con percusión tribal y cantos hipnóticos que cerraban una ceremonia que nos mantuvo en una perfecta comunión.

Jane’s Addiction nos regaló un ticket de vuelta a los noventa atravesando el espacio temporal a la velocidad del sonido.

Setlist de Jane’s Addiction:

Kettle Whistle
Whores
Pigs in Zen
Ain't No Right
Ted, Just Admit It...
Summertime Rolls
Jane Says
Up the Beach
Three Days
Mountain Song
Then She Did...
Stop
Been Caught Stealing
Chip Away

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