Crónicas
Hellfest (jueves y viernes): Vuelven Mötley Crüe y Def Leppard, se despiden Kiss y Sum 41
«Repasamos las dos primeras y muy intensas jornadas que nos ofreció Hellfest en la edición que arrancaba con Kiss y Mötley Crüe como primeros cabezas de cartel»
15 y 16 de junio
Clisson, Francia
Texto: Irene Díaz Soto y Valentino S. Fotos: Iñigo Malvido y Vega Halen
Tras una doble edición de infarto y una asistencia récord de 420.000 personas en el 2022 debido a las cancelaciones anteriores por la pandemia, regresamos a la pequeña localidad de Clisson, en el oeste francés, para adentrarnos al infierno del conocido Hellfest. Este año, el festival que ya se posiciona como el segundo más grande a nivel nacional, regresaba en lo que era la decimosexta edición, con su formato original de cuatro días y doscientas bandas. Puedes leer aquí la crónica de las dos jornadas finales.
Aunque no tan impresionante como el del año pasado con el cierre de Metálica, la cartelera de este año no defraudó, con Iron Maiden, Slipknot, Kiss, Pantera, Mötley Crüe, y Porcupine Tree entre otros. A pesar de la considerable subida del precio de la entrada para los cuatro días, que pasó de 289 a 339 euros, las doscientas mil entradas se agotaron mucho antes de que se anunciara ninguno de los artistas invitados. ¡Impresionante!
Una edición, por otro lado, que tampoco ha estado exenta de polémica. Entre otras cosas, los medios franceses cada vez se hacen más eco del “innecesario” impacto medioambiental que los macro festivales conllevan o la cuestionable participación de miembros de bandas con pasado más que dudoso, relacionadas con acusaciones de violencia domestica, como en el mediático caso de Johnny Depp, o los coqueteos con ideología de extrema derecha que han llevado incluso a cancelar la participación de algunas bandas.
Una polémica que el fundador y empresario Ben Barbaud aclaró durante su tradicional conferencia de bautizo del festival días antes: "Nuestro enfoque en la programación artística depende de si un artista nos solicita o no. Han atraído a muchos espectadores porque forman parte de grupos de fama mundial. A algunos les gustaría que no los programáramos, de lo que soy muy consciente. Sin embargo, no soy ni un fiscal ni juez". Ahí queda eso.
Y es que, independientemente de la polémica, nunca llueve a gusto de todos, pero una cosa está clara, Hellfest sigue siendo unade las experiencias más alucinantes en el mundo metalero.
Primera jornada: Expansión de un infierno
Comenzamos el día explorando la renombrada zona VIP y la sección de prensa después de pasar por el icónico Metal Corner, la ya destacada área de promoción que ha llevado al Hellfest a ser conocido como el "Disneyland del metal". Una de las novedades de este año, que también se ha observado en ediciones anteriores, es la escasa presencia de bandas en la conferencia de prensa, lo cual generó diversas reacciones entre los periodistas.
Antes de sumergirnos en el meollo de la música, hablemos sobre algunos de los cambios más destacados en términos de estructura y espacio. Uno de los reajustes más significativos ha sido la ampliación de la zona conocida como Warzone. Es una de las emblemáticas áreas del festival francés dedicada al punk y al hardcore, lo que contribuye a que este festival sea uno de los más diversos en la escena del metalera.
Otro cambio notable fue la eliminación del escenario denominado Valley y su sustitución por el escenario Santuario. El Valley solía ser una de las carpas adyacentes al Temple y al Altar en el festival, lo que generaba ciertos conflictos entre los conciertos, con el consiguiente caos de sonido. Aunque en principio la idea es excelente, he de reconocer que el nuevo escenario quedaba bastante a desmano de las zonas generales.
Al tema. El jueves empezamos la jornada descubriendo bandas en las carpas Valley y Temple, como Nightfall y Dvne. La tarde empezó ya avanzada con una de las primeras peculiaridades del cartel en el MainStage, Generation Sex, formada por dos integrantes de Generation X (Billy Idol y Tony James) y dos miembros de Sex Pistols (Steve Jones y Paul Cook).
La actuación prometía, con una audiencia expectante por escuchar algunos de los himnos más emblemáticos de la generación punk. A decir verdad, la actuación careció de convicción, a pesar de las impresionantes carreras de estos cuatro grandes, no lograron transmitir la vitalidad requerida.
Aunque Billy Idol pueda cantar "Dancing With Myself" o Paul Cook, un batería que a menudo se ha pasado por alto siendo esencial en la escena del punk, supo mantener la energía en el "God Save the Queen", se quedaron un tanto cortos. Habría estado bien tener una banda capaz de interpretar brillantemente a los Sex Pistols en el Hellfest, pero Billy Idol lo dio todo y no podemos culparle por no intentarlo.
Nuestra siguiente parada era con In Flames, un habitual del Hellfest. Unos pocos arpegios de notas escandinavas a modo de introducción bastaron para que se anunciaran al ya compacto público del escenario principal. Aunque los primeros temas recientes sirvieron para romper el hielo y fluyeron mecánicamente, los suecos hicieron una pausa para advertir al público de que el set estaba a punto de volcarse en sus primeros álbumes, algo que la audiencia recibió con gran entusiasmo.
"Behind Space" y "Cloud Connected" nunca dejan indiferente al público. Mención especial merece el riff de la estrofa, que gracias al bajo de Peter Iwers se destaca con energía. In Flames saben lo que hacen. Anders Friden arengaba fácilmente al público, con ganchos clásicos y motivaciones para gesticular al ritmo de la tradicional "Only For The Weak".
"The Mirror'sTruth" se encargó de incluir un poco más al público, dejando que su efectivo riff hablara por sí solo. El sonido general estaba claramente dominado por las guitarras, sello emblemático de los suecos. Sin duda uno de los putos de inflexión de esta jornada.
La actuación de Hollywood Vampires vino con anécdota. Aparentemente, se les quedó el equipo atascado de camino entre Serbia y Francia, y tuvieron que hacer uso de la solidaridad de otras bandas.
Con la existencia de este concepto, los seguidores del metal han logrado acostumbrarse a los supergrupos. No importa si estás acostumbrado o no a ver a Alice Cooper, Johnny Depp y Joe Perry juntos en el mismo escenario. Lamentablemente, la reputación de una banda no determina la calidad de su música, y Hollywood Vampires es un ejemplo claro de esto.
Con polémica o no, el concierto fue insulso, ya que la interacción con el público fue mínima (y se complicó por un micrófono defectuoso de Alice). El público respondió más a "I'm Eighteen" o "School's Out" que a las pocas canciones originales de la banda, lo que fue una buena decisión.
Con la versión de “Heroes” la audiencia parecía más enganchada mientras coreaban el famoso tema del elegante señor Bowie. El truco de Hollywood Vampires es excitante en teoría, pero sobre el escenario es difícil verles como algo más que una banda de versiones formada por unos cuantos multimillonarios.
A contracorriente, entre una marea de miles de metaleros, nos dirigimos a Altar. Los primeros álbumes de Candlemass son verdaderas joyas, sería un error no incluir los pioneros del epic doom metal en su trayectoria. Así lo hicieron, con un conjunto centrado principalmente en los tres primeros álbumes de la banda sueca. El resultado incluyó una apertura energética de "Mirror Mirror", un estribillo de "Bewitched" y un final al unísono de "Solitude".
De vuelta al MainStage 2, llegaba el segundo gran momento de la noche: Architecs.
La banda británica empleó artillería pesada en las trece canciones de su conjunto, en una de las actuaciones más físicas entre la audiencia en esta jornada. Presentaron el reemplazo de Josh Middleton en la guitarra con una gran energía y ganas de disfrutar de los circlepits más grandes que se han visto en la historia del Hellfest, que se extendían más allá del segundo escenario.
Hubo gran expectación por "Doomsday", un tema excepcional y muy esperado, donde la banda hizo una referencia emocional a Tom Searle, que falleció hace casi siete años. El final de "When We Were Young" y "Animals" fue un gran éxito entre la audiencia. Sin duda, unos de los grandes momentos de esta primera jornada.
Una de las novedades técnicas de la banda fue que se ha ampliado para el escenario agregando un teclista que limita el uso de samples y cuyas responsabilidades adicionales incluyen coros, percusión y ocasionalmente una tercera guitarra. Una adición intrigante.
Y, qué decir, nos tocaba Kiss en una más de las que serán sus ultimas andadas. “Detroit Rock City" arrancaba con un frenesí de efectos escénicos. El espectáculo es pulido, cuadrado e imparable. Cada músico tiene su lugar, su espacio vital. Sin embargo, sólo se acercan cuando la coreografía lo exige, y la complicidad no es demasiado evidente.
La banda repasa sus clásicos: "Deuce", "I Love It Loud"... y cuando declaran "será mejor que tengas cuidado porque soy una máquina de guerra", les tomamos la palabra. "War Machine" traía más láseres, pirotecnia: todo estaba ahí como solemos estar acostumbrados con Kiss.
Para el final reservaron un hit del calibre de "I Was Made for Loving You" y el esperado cierre de "Rock and Roll All Nite", dejando por el camino historia del rock y el espectáculo como "God of Thunder", "Love Gun" o Black Diamond".
El concierto de Amenra duró poco. Así ocurrió hace cinco años, cuando actuaron por última vez en el Hellfest, pero eso no les impidió abrir con "Boden", de su álbum 'Mass V', una preparación silenciosa que no tuvo el efecto esperado debido a la constante interrupción de algunos asistentes que parecían mas preocupados en contar batallitas que en disfrutar la música.
La música de los belgas es conocida por sus brutales rupturas de tono, pasando regularmente de un muro de sonido a una calma inquietantemente hermosa, guiándonos a través de las proyecciones, cuyas luces totalmente blancas dibujan la oscuridad envolvente de los músicos en el escenario.
La actuación de Parkway Drive fue contundente, sólida y directa. Sin embargo, antes de que la banda saliera al escenario con "Glitch", todo comenzaba con unos hombres portando antorchas encendidas.
Todo el foso saltó en la segunda canción, "Prey", a petición del líder, Winston McCall, que se metió en medio de la multitud para cantar. Así siguieron cayendo demoledores temas como "The Void", "Soul Bleach" o "Vice Grip", y el violín hizo una primera aparición en "Shadow Boxing.
Más tarde, el violinista volvería para acompañar el inicio de "Crushed". Los cinco miembros se acercaron a la parte delantera del escenario para apreciar el momento y dar las gracias al público antes de lanzarse con un tema final, "Wild Eyes".
Después de una jornada intensa, finalizamos con Katatonia, quienes en la edición anterior no pudieron asistir. Comenzaron su actuación interpretando los dos primeros temas de su nuevo álbum, "Austerity" y "ColossalShade". La actuación de Katatonia de esta noche no presentó ninguna sorpresa, como suele suceder. Pese a sus éxitos, a su agradable actuación le faltó energía.
Roger Öjersson presentó varios solos que aportaron una sensación de dinamismo positivo, especialmente en "Lethean". No faltaron éxitos de la banda, como "My Twin" en mitad del show.
Se vieron afectados negativamente por la producción delicada de sus álbumes, lo que dificulta transmitir su intensidad en vivo. El sonido embarullado de "July" y "Evidence" cerraba la velada.
Segunda jornada: Nos vemos en el Warzone
Dicen por ahí que a quien madruga Dios le ayuda. No sabemos qué tan cierto es el dicho, ¡pero el viernes nos preparamos de buena hora para empezar una de las jornadas más intensas junto al sábado, con más de doce horas seguidas de metal!
Antes de adentrarnos a las fauces del Hellfest, hablemos un poco de logística del festival. Este año hemos hecho uso de una de las páginas de grupos de vecinos que ofrecen alojamiento por un precio razonable, y es que uno ya no tiene edad para camping.
Veronique y Philippe, una pareja encantadora, nos dieron una acogida formidable, incluyendo transporte al festival de ida y vuelta, desayuno de lujo y algún que otro vinito muscadet típico de la zona. Después de años de festivales en varios países, también quiero destacar la acogida excepcional de los habitantes de Clisson y sus pueblos colindantes, con miles de voluntarios que se entregan y reciben a los festivaleros de forma excepcional.
Sobre las once de la mañana arrancamos la jornada en la zona de prensa y nos lanzamos al meollo con Elegant Weapons, la banda de hard rock y heavy capitaneada por Ronnie Romero y Richie Faulkner (Judas Priest), que nos atraparon rápidamente en el Mainstage.
Hacia la una y media, British Lion, con Steve Harris, quien puede ser el más experimentado en el escenario, pero se mueve como si fuera el más joven de la banda, saltando arriba y abajo como cuando toca en Iron Maiden.
Dado que las grandes pantallas solo mostraban el logotipo de la banda, no había quien viera al grupo desde lejos. Es importante destacar que, al igual que en ediciones anteriores, los escenarios principales nuevamente enfrentaron problemas técnicos, incluyendo problemas de sonido, micrófonos inoperativos y pantallas desactivadas, lo cual es una experiencia un tanto desagradable para los grupos que llevan meses preparando sus actuaciones.
Tras un descanso en el Metal Corner, eran las cinco menos veinte cuando la banda estadounidense Unearth comenzó su actuación ante un abarrotado Altar. Y es que está claro lo mucho que se aprecia a la banda de Massachusetts.
A título personal, la actuación fue una de las mejores de la jornada en lo que a sonido se refiere, y junto a Meshuggah, a quienes veríamos al día siguiente, de lo mejorcito en esta carpa en toda la edición.
Y es que este escenario es peleón. Con frecuencia el sonido se descontrolaba y muchas bandas no lograron engancharse y conseguir el sonido armónico necesario.
Unearth, arraigados en la escena metalcore, evolucionaron hasta convertirse en una banda de metal sin concesiones. La intensidad y la musicalidad de su segundo trabajo, 'The Oncoming Storm' (2004), lo convirtieron en un excelente álbum de metalcore, pero 'Watchersof Rule' (2014) supuso un pequeño cambio que les hizo ampliar sus horizontes sin abandonar del todo su fórmula básica.
Los riffs machacones, el clásico trabajo de guitarras gemelas, las voces crudas y la energía desbordante llevaron la música de Unearth al siguiente nivel.
Al mismo tiempo nos encontramos a Skid Row en el Main Stage, con una esplanada ya abarrotada.
El Hellfest de este ano estaba lleno de una ola de hard rock de los años 80. Por lo tanto, es evidente que este monstruo mundial había preparado un gran espectáculo para sus seguidores, y el concierto de la banda llegaba justo a tiempo para dejar su marca en el público de Clisson.
Tras unos aclamados Motionless In White, Alter Bridge dejaría una de las actuaciones mas energéticas. La banda originaria de Orlando,subió al MainStage para apoyar su último álbum, 'Pawns & Kings'. Y no empezó de la mejor manera, ya que hubo un problema técnico con la guitarra de Mark Tremonti, pero pronto se solucionó sin interrumpir realmente al resto de la banda.
Alter Bridge siempre tiene al público enganchado, debido a que la banda mantiene un ritmo tranquilo en el escenario, a pesar de su habilidad para tocar ritmos salvajes. Las melodías son justas y Myles Kennedy es tan impresionante como siempre.
Antes de tocar "Isolation", el vocalista dejó claro que estaba encantado de volver a tocar aquí. Como cierre tuvimos "Metalingus", donde toda la banda se mueve de un lado a otro en lo que seria una de las actuaciones con mas enganche entre el publico.
A las siete y media mucha gente esperaba impaciente la llegada de Papa Roach al Main Stage 2. La banda californiana subió al escenario con juegos de llamas y luces. El público se movía para igualar la energía de la banda.
Abrieron con "Kill the Noise", un tema de su último álbum, 'Ego Trip'. Como siempre, el cantante, Jakoby Shaddix, como ya estamos acostumbrados, sabía cómo enganchar al público y motivarles a darlo todo.
Entre los slams, los pogos, los circlepits e incluso cuando Jakoby organiza los "walls of death", nos encontramos ante una de las actuaciones mas físicas de la jornada.
Durante "To Be Loved", el escenario debió de quedarse pequeño para Jakoby Shaddix, que bajó a la parrilla para cantar con el público. El setlist incluyó clásicos de la banda como "Last Resort" así como temas de sus últimos álbumes, como "No Apologies".
Por primera vez nos aventuramos a la "zona de guerra", y es que era la primera jornada en la que exploramos más de cerca la Warzone. Los irreverentes Flogging Molly nos esperaban. Un cambio total de estilo que era posible gracias al rico cartel que Hellfest ofrece cada año.
Y en cuestión de segundos, Irlanda llegaba a Clisson. La energía de la banda se contagió rápidamente al público. Y como de costumbre, la Warzone estallaba entre coros y bailes. Flogging Molly no es metal, pero es festivo, y su rock frenético realmente captó muchos oídos al principio de la noche.
Fue un gran cambio con respecto a lo que habíamos estado esperando durante todo el día, pero la estética y la magia en el escenario hacen que cada visita al festival francés sea una gran experiencia. La prueba final es la multitud que los apoyó en la Warzone. Es raro ver esta zona del festival tan sumamente abarrotada.
En el mismo escenario vimos a Rancid unas horas más tarde, cuyo sonido se ha vuelto mas crudo y contundente en los últimos álbumes. Como resultado, temas nuevos como "Tomorrow Never Comes" y "Ghost of a Chance" dominaban por completo a viejos favoritos como "Roots Radical", "Radio" y "Rejected".
Tim Armstrong, con su cara de convicto superviviente y su guitarra zurda hasta las rodillas, estaba decidido a no cejar en su empeño: sólo hubo una pequeña pausa en "At The World's End", el tiempo suficiente para ver un funko pop de Lemmy Kilmister en el amplificador de Lars Frederiksen.
Eran las ocho y veinticinco, y la intro de Def Leppard resonaba en el MainStage 1. Muy seguros de su puesta en escena y fuerza, los británicos arrancaron su actuación con "Take What You Want", single extraído de su último álbum de estudio, 'Diamond Star Halos', con riesgo evidente, dada la escasa repercusión que la canción ha tenido entre el publico.
Pero la energía cambió rápidamente con un "Let's Get Rocked" con la que el público se sintió más a gusto. Le siguió una especie de best of de los principales éxitos de la banda: "Animal", "Foolin'", "Armageddon It"... cualquiera diría que estábamos sintonizando una emisora de los 80.
¿Y qué era esto? Oh, casi nada: sólo "Kick", otro tema de su último álbum. La tensión disminuye, sobre todo cuando Def Lep siguen con una sucesión de ralentizaciones: "Love Bites", "This Guitar", "When Love and Hate Collide", "Bringin' On the Heartbreak"... ¡Oh, esto es el Hellfest, no la banda sonora de "La Boum"!
Afortunadamente, la banda terminó por todo lo alto con una secuencia de "Pour Some Sugar on Me", "Rock of Ages" y "Photograph". Y cuando el cantante Joe Elliot proclama: "No nos olvidéis, no os olvidaremos (en inglés)", su "aurevoir" (en francés) sonaba más como un hasta pronto.
Nos acercamos a la hora bruja, y en el Main Stage 2 esperaba Machine Gun Kelly. Seremos sinceros: no sabemos mucho (o más bien nada) de él. Por lo menos no a nivel musical. La participación del artísta había provocado muchos comentarios negativos, sarcasmo y polémica sobre el "aburguesamiento del Hellfest". En fin… En principio, nos aproximamos a esta experiencia sin prejuicios, ¡pero, qué decir! Kelly dio la nota y no para bien: temas pregrabados, sin ningún carisma y bastante "cringe" , como dicen los ingleses.
La mejor parte fue que Kelly regresó a la tarima para acompañar a Mötley Crüe en una canción, ¡solo para recibir más abucheos! Hay que decir que, visualmente, la escenografía de MGK es una propuesta fuerte, con una escalera gigante, juego de luces y buenos músicos en la banda. Probablemente la única pizca de calidad de todo el concierto.
Un flash especial entintaba las pantallas del Main Stage anunciando que Mötley Crüe estaban a punto de tomar el relevo durante dos horas de intenso espectáculo. Y ya desde el principio ese salvaje "Wild Side" estallaba en un conjunto de decibelios bajo un impresionante espectáculo de luces.
A pesar de la saturación del sonido, se notaba desde el principio el afán de convencer de la banda. "Shout at The Devil" y "Too Fast For Love" no dejaron indiferenteal publico.
En cuanto al recién llegado, el guitarrista John 5, hace el trabajo como un Mick Mars en forma. Machine Gun Kelly hizo su aparición en "The Dirt" y se marchó entre silbidos acompañado de un mar, no de cuernos, pero sí de un sinfín de peinetas.
A mitad del set, Mötley siguió con sus versiones de "Smokin' In The Boys Room", "Helter Skelter", "Anarchy In The UK" y "Blitzkrieg Bop". Portadas cosidas a mano para ellos, alta costura caliente para el público.
El espectáculo continuó bajo los láseres a veintisiete kilómetros de distancia, en un ambiente festivo. Mientras "Girls Girls Girls" retumbaba en los oídos, las sensuales demostraciones de las coristas hicieron sudar a algunos asistentes al festival, pero también levantaron algunas cejas.
La sorprendente "Primal Scream" fue una rareza antes del impresionante final con "Kickstart My Heart". ¿Mötley 2023? Fresco, embriagador, un Crüe excelente.
El colofón de la noche fue para la despedida de Sum 41, la que fue su última ocasión en este festival, o al menos hasta que vuelvan a encontrarse. A pesar de que era la una de la mañana, el escenario estaba abarrotado.
Entre las catorce canciones se encontraba una versión de "Sleep Now In The Fire", de RATM, la versión habitual de "We Will Rock You" de Queen y los riffs de "Seven Nation Army" y "Smoke on the Water" en "Pieces"...
Y fue sorprendente, porque Deryck informó al público francés que el último concierto de la banda será en París en noviembre de 2024 durante la penúltima, "Fat Lip”, que dio paso al cierre por todo lo alto de "Still Waiting".
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2 comentarios
Gran como extenso resumen hacia ambos dias de uno de los mejores festivales metaleros de Europa como es el HELLFEST galo con la mayoria de las bandas aqui reflejadas las cuales estuvieron a la altura a través de sus potentes directos, en especial la de los históricos DEF LEPPARD y MOTLEY CRUE en dicha gira conjunta. Lástima que la actuación de los históricos KISS sea la última en tan emblematico festival galo.
Fotos con sabor a poco, crónica con sabor a nada