Crónicas

Franz Ferdinand + Master Peace: Himnos que acarician almas

«Increíble despliegue realiza el vocalista, y cómo sabe ganarse al respetable, al cual hace mover los brazos de lado a lado, juega con él haciendo un show con las voces y continúa avivando el fuego iniciado desde el primer acorde de la noche»

17 febrero 2025

La Riviera, Madrid

Texto: Mauro Nicolás Gamboa. Fotos: Sandro Santos

Una larga fila esperaba desde primera hora de la tarde a que se abrieran las puertas de La Riviera a la orilla del rio Manzanares en Madrid. Era lunes en la capital y había ganas de cantar al ritmo de potentes riffs, letras pegadizas y dejarse poseer por el fuego transformado en música que cargan siempre por los escenarios de todo el orbe Franz Ferdinand. Quizás por ello se había colgado el cartel de "sold out" y eran muchos los fans con esperanzas que se acercaban probando fortuna para ver si conseguían algún ticket a última hora. Algún afortunado vio la luz.

Franz Ferdinand

Master Peace inició la fiesta al ritmo de sus clásicos “Eyes on You”, “Chemicals” y “Wake Up” entre otras, encendiendo al respetable. Su propuesta fue muy bien aceptada, corroborando que es un artista que no para de crecer con su heterogeneidad de estilos. Un gran aplauso recibió al finalizar su set. A destacar es que el cantante Peace Okeize estuvo un largo rato haciéndose fotografías con los fans mientras guardaban todos los equipos e instrumentos en los buses, una vez concluido el show de Franz Ferdinand.

Llegaba el momento estelar de la verdad. Intro lanzada con ritmos de baile del siglo pasado, ingresan los músicos de Franz Ferdinand bajo un mar de luces rojas y arrancan con la rítmica “Night or Day”, incluida en su último y reciente estrenado álbum 'The Human Fear', que tan buenas críticas está recibiendo y sobre el que pivotearía todo el show. Tocaron hasta nueve canciones de esta placa que es una de las más redondas en la extensa trayectoria de los escoceses.

Una vez más, se pudo corroborar que el despliegue físico, artístico y técnico que hace el grupo liderado por el carismático Alex Kapranos en su directo es hipnótico. El frontman se dirige a la audiencia: “Buenas tardes. Hola Madrid. Os queremos”, y enlaza su saludo inicial con el himno “The Dark of the Matinée”, y el karaoke fue legendario. La sala saltaba al unísono y los cimientos eran puestos a prueba una vez más. Hasta observé personas en muletas que volvían “a caminar” ante el ritmo de las composiciones de la banda “archiduquesa”.

Franz Ferdinand

Veíamos dos plataformas con escalones, en una de la de las cuales se ubica la batería responsable de imprimir una potente descarga tras los parches y platillos, Audrey Taity; la otra se encuentra vacía. El misterio se resolvería sobre el final del concierto.

Luces en hileras en vertical que varían de tonalidad según la canción, potentes focos ubicados en el fondo, sobre el suelo del stage, son los encargados de apoyar la descarga y el show luminoso, disparado desde consolas, que está a la altura del ritmo frenético del evento. La velocidad es una característica y solo puede respirar el respetable y tomar un poco de oxígeno antes de que el frontman se dirija a ellos para saludar, agradecer y realizar alguna introducción hablada a las canciones.

El recinto al unísono salta, canta (hasta las nuevas piezas, síntoma de que han traído la lección bien aprendida), late y vibra. Es una fiesta comandada por composiciones como “Bar Lonely” e inmortales himnos como “No You Girls” y “Walk Aways”. El arsenal de hits del que disponen en su repertorio permite que el combo disparare a mediados del directo con “Do You Want To”, creando una de las postales de la noche. Increíble lo que desata en el publico esta canción.

Franz Ferdinand

Se concede unos instantes para que tomen un poco de aire y prosiguen con “Build it Up”, la cual cosechó un océano de aplausos, y en “Black Eyelashes”, Kapranos demuestra su virtuosismo tocando el buzuki (guitarra típica griega) haciendo honor a sus ancestros helenos.

Esto no cesa y continúan disparando a matar con “Take Me Out”, “Ulysses”, “Hooked”, durante la cual los acompañó el cantante de Master Peace, y “Outsiders”. A estas alturas de la velada el frontman ya se ha despojado de su americana, luce una camisa de mangas cortas color naranja y sigue haciendo su característico salto con su guitarra colgando y abriendo las piernas en el aire.

Increíble despliegue realiza el vocalista, y cómo sabe ganarse al respetable, al cual hace mover los brazos de lado a lado, juega con él haciendo un show con las voces y continúa avivando el fuego iniciado desde el primer acorde de la noche.

Franz Ferdinand

Un breve receso para que las palmeras puedan tomar un poco de aire, el público se hidrate y la banda vuelve para disparar los últimos cartuchos. Consultan si quieren oír una canción nueva y ejecutan “Audacious” seguida del clásico “Darts of Pleasure” y “The Birds”. Durante esta última, se desvela el secreto de la plataforma solitaria: los dos miembros originales del grupo, Bob Hardy y Alex Kapranos, se suben sobre la misma para batirse a duelo de cuerdas bajo un increíble show de luces y acompañados fogosamente por el resto de la banda.

Concluyen apoteósicamente la noche con “This Fire” bajo un aplauso eterno y reverencias de los fans.

Una vez leí que los griegos, míticos guerreros, estaban diseñados para vivir mirando a la muerte a los ojos. Desafiándola en todo momento. Es una compañera más en su vida. También se puede aseverar, tomando como referencia esta historia, que la banda capitaneada por el cantante se ascendencia helena compone himnos para transmitir que la vida es vida y acaricia almas a través de su música a toda velocidad. Franz Ferdinand guerreros sonoros mitológicos.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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