Crónicas

Evo + Caress: Eternamente clásicos, duros y auténticos

«Un concierto de heavy metal se trata de disfrutar, de sentirte libre e incluso poderoso ese rato que compartimos juntos bandas y audiencia. Va de sentir y recordar por qué esto sigue siendo especial»

10 mayo 2025

Sala Revi Live, Madrid 

Texto: David Esquitino. Fotos: Ángeles Salmerón

Hace bastante tiempo que trato de saltarme la fórmula clásica a la hora de escribir crónicas, o al menos trato de hacerlas basándome más en sensaciones, impresiones y pareceres que en escupir datos, relatar momentos mecánicamente o contar minuto a minuto lo que iba sucediendo sobre el escenario. Un concierto de heavy metal se trata de disfrutar, de sentirte libre e incluso poderoso ese rato que compartimos juntos bandas y audiencia. Va de sentir y recordar por qué esto sigue siendo especial, como lo volvió a ser una noche más viendo a Evo en directo.

Evo

Personalmente, me gusta mirar al escenario y ver sonrisas, actitud y ver que, aunque hayan pasado 40 años como es el caso, aquellos antaño ilusionados y soñadores jóvenes músicos siguen sintiendo y transmitiendo lo mismo. Actualizando la propuesta a veces, que no es necesariamente el caso, pero sí madurando, aprendiendo y avanzando en su carrera para que en el fondo banda y público sigan siendo (a estas alturas) viejos rockeros y no rockeros viejos, que es parecido, pero en realidad muy diferente.

Volviendo a Evo y al concierto en sí, no entro en el debate de si ellos inventaron el speed metal en nuestro país o lo hicieron Muro, o si merecieron más y hay que reconocerles como una de nuestras bandas duras pioneras del estilo más importantes. pero siempre es de alabar que ellos los primeros rindan homenaje coherente a esos dos discos tan importantes para el heavy metal de este país como son ‘Animal de ciudad’ primero y ‘Duración de lo eterno’ después. Y nosotros estuvimos allí para verlo.

Caress

Empecemos por el principio, que comenzaron la velada unos “desconocidos” Caress, y lo entrecomillo porque en realidad no eran tan desconocidos, al menos sus miembros. De hecho, reconocimos de inmediato a compañeros y amigos (al menos de la familia Ñu) como son el guitarrista Luis Calzada, el batería Óscar Pérez (Ars Amandi, Khy…) o el teclista Pavel Mora (al que hemos visto con bandas de todo tipo, desde Monterrey, Atlas, o tributos varios, tanto a Dio, a Rainbow… incluso con Lost Wingman en la actualidad). Una interesante banda de hard rock, blues, soul y hasta funky en algún momento, que animó la velada de lo lindo para comenzar. Quizás no es la banda más heavy del mundo, pero a la vez complementaba muy bien a Evo con ese deje de hard rock setentero y clásico como base del grupo.

Caress

Cierto que el cantante Emi “Taxisoul” tenía un punto marcado de trabajo con orquestas varias, proyectos de góspel incluso y ese look a lo Michael Jackson que tanto le gusta, pero la mezcla funciona y funcionó. Si no los conocías te podían sorprender un poco de primeras, pero rápido se les pillaba el punto, porque suenan genial. Además, tienen temas propios excelentes (como la tremenda “Dying a Little” o una divertida y movida “Cats”), y las versiones clásicas de soul, blues y demás casan perfecto con el repertorio del grupo, como por ejemplo ese guiño a Black Crowes para cerrar. Pulgar arriba, como digo tantas veces, y les seguiremos la pista.

Que nos gustaron para abrir la noche, vaya, aunque no fueran un grupo de heavy metal como Evo ni a nivel estilístico ni a nivel de época, por decirlo así, aunque ya digo que el sonido sí era cien por cien de vieja escuela, dicho en el mejor sentido.

Evo

No estaba la sala llena, no pasa nada por reconocerlo, pero sí hubo buena entrada, que el heavy metal old school siempre ha funcionado mejor en Madrid que en su Barcelona natal, al menos hablando de Evo en particular. De todos modos, hubo representación de su ciudad en la capital, tanto de seguidores como de familia, además de muchos veteranos, que sacaron sus mejores galas, chalecos de parches incluidos, para acudir a la cita con la historia. ¡Ah!, bien currado y surtido el puesto de merchan, que no siempre ocurre, con los dos vinilos reeditados (no eran baratos, pero al menos uno nos llevamos para casa), también con los discos en CD (en este caso a mejor precio) y unas camisetas bien chulas.

El caso es que había ganas de recordar a los Evo clásicos, que es cierto que algunos pudimos ver aquella encarnación extraña en 2011 con el cantante original al frente, pero que, pese a salir un disco interesante incluso como era ‘Puta pasta’ entonces, no tuvo mucho recorrido el tema. Al menos no más allá de verlos en una descafeinada actuación en el Leyendas del Rock de ese año y no mucho más, pero en realidad aquello no era tan Evo como lo que vimos el pasado sábado en la Revi. Como digo tantas veces, por lo que sea, los miembros clásicos tienen una química especial entre ellos, y esto se nota. Cierto que faltaba Stímula para completar la reunión, pero el propio Richard nos confirmó cuando le entrevistamos hace unos días que contactaron con él, pero que no quiso unirse al barco. Una pena, aunque César sea un sustituto muy interesante y cien por cien coherente con Evo, su sonido y estilo.

Evo

Aún les falta terminar de pulir el directo con algunos ensayos extra y sobre todo rodaje en esta vuelta del grupo, pero a base de corazón, ilusión, grandes temas, una cuidada puesta en escena (impresionante la máscara que sacaron emulando el carnero de la portada de “Duración de lo eterno” en la última parte del concierto) y mucha actitud, se sacó adelante con solvencia y buen hacer.

Tres miembros clásicos del grupo al frente, como son el batería Ramón Solá, el bajista Zippy (sí, el de los Mojinos, pero encantadísimo de volver con sus Evo y que no paró de sonreír y disfrutar ni un segundo) y el infravalorado Richard a la guitarra solista, principal compositor y que sustenta el peso musical del grupo en la actualidad (y posiblemente antaño).

La sangre nueva y fresca la ponen tanto el guitarrista Pol, hijo del bajista y que acaba de superar una enfermedad importante, como nos comentaron sobre el escenario y él confirmaba tocándose el pelo rapado; como sobre todo el cantante César, no tan joven pero muy heavy y curtido en mil batallas. Con ese look a medio camino entre Eric Adams de Manowar, que supongo que no me equivoco al citarle como su principal influencia, y un barbudo vikingo heavy, sin duda que le aporta a Evo ese extra de imagen, de fuerza y de actitud que les da una vida extra en esta vuelta. No es Stímula ni tiene sus agudos de antaño, pero para Evo versión 2025 le doy todas mis bendiciones, y más escuchando los tres temas nuevos que tocaron, cien por cien continuación musical del legado de la banda y que formarán parte de su nuevo trabajo en unos meses. Y el tipo es un encanto, como pudimos constatar al charlar unos breves minutos tras el concierto. ¡Mucha suerte de cara al nuevo disco, amigo!

Veteranos arriba y abajo del escenario y flanqueados por dos preciosos telones con las respectivas dos portadas de los discos clásicos del grupo, comenzaba el show. Tras una intro teatralizada a modo de la misma Muerte arrancando el concierto, pudimos disfrutar de casi dos horas de clásicos del heavy nacional y de reivindicación. Así, comenzaron directamente con una de las imprescindibles, como es “Chica sexy” (por eso la intro “mortal”) y a partir de ahí fueron intercalando temas de los dos primeros discos, desde las más conocidas, como “Rock n’ Roll Barcelona”, “Déjame en paz”, “Brujas” (ese duro relato costumbrista y evocador de la prostitución entonces), “Noches de rock y de alcohol” o “Hechicera blanca”, sin olvidarnos de las canciones más duras, que sonaron bien potentes, y que les daba ese título de inventores del speed metal en España. Sin duda que “Piso el gas”, “Súbete al globo” o sobre todo la distópica y apocalíptica “¿Quién apretó el botón?” dan razón y peso al argumento.

 

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En la última parte del concierto ya nos ofrecieron dos temas nuevos, muy interesantes y perfectos continuadores de “Duración de lo eterno” (para el futuro nos apuntamos preguntarles si son cien por cien nuevos o están rescatados de las catacumbas del tiempo). Una muy heavy “Aún así lucharé”, que comentaron que era más o menos una continuación de “Chica sexy”, o “Maloik”, dedicada a Ronnie James Dio y a ese símbolo de los cuernos que nos une a todos los heavies.

Nos mostraron un tercer tema nuevo, a modo de bis extra con “La ruta del diablo” (que habla del infierno que son los viajes en patera y de las penurias que tienen que pasar los inmigrantes para salir de su país y llegar “a buen puerto”), algo más improvisado y que quizás como fin del concierto quedó más descafeinado. Todo ello tras el puntazo de “Sangre y metal” para cerrar, otro de los clásicos imprescindibles del grupo, y sobre todo el bis con “Animal de ciudad”, quizás el gran clásico de la banda y con César enfundado con la conocida máscara del boxeador de la portada del primer disco.

Cantamos, bailamos, macarreamos y disfrutamos, ellos los primeros, que siempre digo y diré que la mejor señal de que un concierto funciona, es ver a los músicos sonriendo orgullosos sobre el escenario, y volvimos a poner de relieve que, para mal o para bien, las bandas de los 80 en nuestro país tenían, tuvieron y aportaron algo muy especial a la historia de nuestra música dura.

Si se ha igualado o superado quizás no me corresponde a mí valorarlo, y eso que aúno en la misma persona al periodista, al fan y al estudioso de nuestra historia rockera, pero mi visión es partidista y seguramente incompleta.

Pero lo que está claro es que discos como ‘Animal de ciudad’ y ‘Duración de lo eterno’, y a su vez bandas como Evo, son irrepetibles y es muy bonito retomarlo con tanto cariño por ambas partes tantos años después.

Que nunca falten las reuniones de bandas clásicas ni los homenajes a nuestros discos más reputados e importantes. Lo eterno dura y durará para siempre. Y el que piense que esto está obsoleto, es anacrónico o se ha quedado para “metalpacos”, heavies viejos o sencillamente viejos rockeros, no ha entendido nada ni nunca se ha enterado de qué va esto. Perdónales, Dio, porque no saben lo que hacen ni lo que dicen.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Gran concierto de unos históricos como los ochenteros EVO en la Relive madrileña a través de estos clásicos de nuestro Heavy Metal junto a CARESS los cuales ofrecieron una cañera actuación como digna banda telonera.

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