Crónicas

Eclipse + Remedy: El hard rock melódico por bandera

«La comunión con el público es una de las claves del éxito de los directos de Eclipse y eso los asistentes lo saben, en nuestro país tienen una gran legión de fans en sus 25 años de carrera, como así atestiguan las grandes asistencias en todas las salas»

15 diciembre 2024

Sala But, Madrid

Texto: José Luis Martín. Fotos: Iñigo Malvido (Pamplona) e Iker Vicente (Remedy)

Los suecos Eclipse, que celebran este año su veinticinco aniversario, se han convertido en una formación habitual en los carteles de nuestros festivales, así como en las giras que realizan con cada nuevo lanzamiento, teniendo en este caso la excusa de su reciente ‘Megalomanium II’, que ha cautivado a sus grandes seguidores, aunque a otros no tanto. Lo cierto es que en nuestro país tienen una gran legión de fans, como así atestiguan las grandes asistencias en todas las salas.

Eclipse

En esta ocasión venían acompañados de sus paisanos los incipientes Remedy, que también están de actualidad con su flamante nuevo álbum, ‘Pleasure Beats the Pain’, que les ha empezado a dar una mayor visibilidad.

He de reconocer que el hecho de que abrieran el concierto Remedy me animó mucho para asistir a la renovada sala But, que tantas veces ha cambiado de nombre, pues su nuevo trabajo me ha entrado por el ojo con algunos hits que parecen sacados de la mejor época del rock melódico ochentero. Además, teníamos buenas referencias de la gente que los había visto en directo.

Al igual que Eclipse, proceden también de Estocolmo, y se formaron en 2022 por iniciativa del guitarrista Roland “Rolli” Forsman, debutando discográficamente el mismo año con 'Something that Your Eyes Won’t See', alcanzando un buen puesto en las listas de ventas de Suecia y recibiendo buenas críticas dentro de los medios dedicados al metal y al rock en general.

Iniciaron su actuación con la potente “Living On The Edge” y repartieron muy bien su set con cinco cortes de su primer disco y cuatro del segundo, siendo penalizados por unas luces frontales al público y un excesivo uso del humo, que nos dificultaron su visibilidad a pesar de estar situados muy próximos al escenario.

Remedy

Canciones como “Marilyn”, “Sin For Me” o la magnífica balada y muy apropiada “Sundays at Nine”, les hacen poseer ya un buen puñado de temas que, a medida que ganen tablas en directo, estarán en la primera línea de bandas de hard rock melódico internacional.

En “I Wanna Have It All” tuvieron problemas con el micro, hecho que deslució la voz de Robert Van der Zwan, aunque supieron sobreponerse con la atractiva “Angelina”, otro de sus grandes éxitos. Practican un sofisticado rock melódico con un toque moderno, aunque conectado con las bandas de los 80. Su música, en palabras de la banda, fusiona el rock melódico y el metal de manera armoniosa, hecho que los hace muy atractivos.

“Thunder in the Dark”, “Crying Heart” y todo un pelotazo como “Moon Has the Night”, mostrando el gran tratamiento que dan a las melodías, completaron un show muy interesante y disfrutable, aunque con margen de mejora. Deseamos que cuenten con ellos los promotores en nuestro país para que puedan abrirse al gran público, como ya lo están haciendo los también suecos Nestor, por ejemplo.

Eclipse

Media hora después y tras preparar el backline, sonaban fragmentos de grandes clásicos del hard and heavy como Megadeth, Helloween, AC/DC o Scorpions con un escenario que se había preparado especialmente con unos triángulos luminosos invertidos y muy bien distribuidos para dar la bienvenida a Eclipse.

Abrieron con “Roses in Your Grave”, uno de los cortes de su álbum ‘Wired’, que junto con ‘Monumentum’ fueron sus dos trabajos más recurridos, y desde los primeros acordes ya tenían la sala a sus pies. El público de distintas generaciones estaba predispuesto para disfrutar de unas líricas que están diseñadas para corear en directo y para enganchar con su ritmo trepidante.

Canciones como “Got It!”, “Run For Cover” o “The Storm” no bajaban el pistón ni la intensidad, con un Erik Martensson estelar, que no paraba de sonreír y de moverse por el escenario, mientras que Magnus Henriksson estaba más concentrado en las seis cuerdas y Victor Crusner nos ofrecía toda una variedad de poses con su bajo.

Eclipse

“Killing Me” atemperó un poco los ánimos, pasando después por la festiva “The Spark”, con un ritmo casi discotequero, que sería la primera de las dos canciones que únicamente nos mostrarían de ‘Megalomanium II’. Dejaron paso después a la comercial “Runaways”, canción con la que presentaron candidatura para competir en Eurovisión en su país y momento en el que se desplegó un juego de luces rojas que se cruzaban de forma horizontal y vertical, asimilando rejas carcelarias y permitiendo unas curiosas imágenes de Erik asomando la cabeza.

Pusieron un poco de pausa con la segunda y última canción del nuevo trabajo, “Still My Heroe”, que interpretó Erik con la acústica en solitario, una composición dedicada a su padre, que falleció hace diez años. Volvieron a tiempos pretéritos con una excitante “The Downfall of Eden” y la machacona “Masquerade”, donde la percusión de Philip Crusner jugó un papel relevante tras decirnos que: “We play fucking heavy metal”.

Eclipse

Llegaba el momento del solo de batería, algo propio ya de bandas veteranas, que se nos hizo más digerible al no ser demasiado largo. Ayudado de unas proyecciones y con una base programada, cumplió el cometido de dar descanso a sus compañeros y puso la guinda cuando sonó un fragmento de “O Fortuna”, perteneciente a la cantata ‘Carmina Burana’ de Carl Orff.

Con “Saturday Night (Hallelujah)” volvían a subir las revoluciones, algo que no abandonaron con la contagiosa “Anthem”, comenzando de forma semiacústica y luego siguiendo enchufados, contando con toda la sala acompañando ese estribillo tan pegadizo.

Eclipse

Nos sorprendía después Erik cantando un fragmento en acústico del “Wild Child” de los americanos W.A.S.P., para encaminarse hacia el final con “Black Rain” y la exitosa “Never Look Back”, ambas de su disco ‘Momentum’. Tras “Twilight”, que contiene ese guiño en la parte final al “Himno de la Alegría”, se retiraban de forma momentánea, no sin antes sacar a Matías, uno de los “pipas”, para que le cantáramos el “Happy Birthday”.

Para los bises nos dejaron tres golosinas como “Battlegrounds”, que respira cierto aire al “Over the Hills and Far Away” del añorado Gary Moore; la adictiva “The Hardest Part is Losing You” y la ceremonial “Viva la Victoria”, con la que se llega al climax final, poniendo a toda la sala a saltar y a corear de forma desenfrenada.

La comunión con el público es una de las claves del éxito de los directos de Eclipse y eso los asistentes lo saben, aunque tenemos dudas si la fórmula está cerca de agotarse a base de unos manidos y predecibles coros o decidirán que es el momento de arriesgar musicalmente algo y buscar nuevos caminos.

Etiquetas: , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *