Crónicas

Depresión Sonora + Nueve Desconocidos: El arte de arrasar despacio

«El set funcionó de maravilla, generando un espacio para que nada importante se quedase sin tocar. Cada canción se llenó de matices, generándose así un concierto que fue tremendamente emotivo»

24 marzo 2023

Ochoymedio Club, Madrid

Texto: Julia L. Arnaiz. Fotos: Darío Bravo

Depresión Sonora

Apenas había anochecido y ya se acumulaba una larguísima cola que desde la puerta del Ochoymedio cruzaba la calle hacia la plaza de Barceló. El público, expectante por escucharen directo, por fin, las canciones del último trabajo de Depresión Sonora, 'El arte de morir muy despacio', su primer LP, se amontonó enseguida junto al escenario.

La agitación del ambiente era palpable y los asistentes, que cantaban y coreaban ante cualquier estímulo, amenizaron la salida al escenario de Nueve Desconocidos, que era quien abría la velada, jugando a videojuegos con las consolas y los móviles en alto.

Por fin, se hizo la oscuridad y con gafas de sol y chupa de cuero salió Ares Negrete, la cabeza detrás del proyecto de Nueve Desconocidos que navega entre el post-punk y el new wave más ochenteros.

La siniestra “Quemarlo todo” fue la elegida para romper el hielo en una sala impaciente por un poco de acción, pero fue con “Preguntas” con la que el público estalló y se puso a bailar. El propio Ares, entre las luces rojas que todo lo invadían, animaba a los asistentes a darlo todo con “Asfixia” y estos le acompañaron coreando incluso las partes instrumentales de la canción.

Así, poco a poco, los presentes se iban desentumeciendo y el ambiente se iba templando. Ares bailaba y saltaba al ritmo de sus himnos llenos de claroscuros que, como su voz afilada, se clavaban en los presentes.

Aunque también pudimos escuchar alguna canción nueva, sin duda, destacaron “Todos mis cristales” o “El séptimo día”, que levantaron al público, o la hipnótica “Llagas” hacia el final, que dejó a los asistentes con ganas de seguir bailando, sobre todo, porque había una gran impaciencia por que saliera Depresión Sonora. Apenas habían terminado de sonar los últimos acordes de Nueve Desconocidos, cuando el público comenzó llamar a Markusiano.

Nueve Desconocidos

Tras una breve pausa, que a los presentes se les hizo claramente larguísima a juzgar por la tensión y el griterío del momento, con el escenario aún vacío, comenzó a sonar “Parte I: Introducción a la Entropía” y con tranquilidad fueron saliendo Marcos de Depresión Sonora y su banda en medio de tanta expectación.

De esta suerte, daba comienzo un bolo con una estructura divida en dos secciones claras entre las que no hubo descanso, aunque tras la primera canción sí se interrumpió brevemente el concierto para asistir a una chica que se había desmayado entre las primeras filas.

Depresión Sonora

La primera parte del setlist consistió en tocar 'El arte de morir muy despacio' de principio a fin, con una puesta en escena sencilla pero perfectamente a tono con el espíritu del disco. Una mezcla indefinida de imágenes de dibujos animados, anime o grabaciones de baja calidad acompañaban en ritmo a las canciones, con las que guardaban más o menos relación temática. Igualmente los juegos de luces, generalmente en tonos fríos, contribuían también a crear una atmósfera nostálgica en la que la música parecía expandirse e inundar la sala.

El público, llevado por las melodías agridulces y la voz grave y envolvente de Marcos, cantaba con fuerza, bailaba frenético y estallaba en pogos en los estribillos.

'El arte de morir muy despacio' es un disco redondo, que ha supuesto el perfeccionamiento de un estilo propio para Depresión Sonora y, en ese sentido, fue todo un acierto llevarlo íntegro y en orden al directo. Gracias a ello, se puedo apreciar la unidad de este trabajo.

Además, muchas canciones, como “Te mientes a ti mismo para ser feliz” o “Voy a explotar”, ganaron garra, y otras más tranquilas, como “Dos adolescentes y su primer amor”, ritmo, convirtiéndose en temazos ideales para bailar.

Por supuesto, entre el público tuvieron mucho éxito los singles “Veo tan dentro” y “Dónde están mis amigos”, con la que todo el mundo coreó emotivamente “¡A mi familia la he elegido!”, o la que cierra el disco, “Como todo el mundo”.

Una vez se hubo terminado la presentación del disco propiamente dicha, se dio paso a la segunda parte del set, formada por los mejores éxitos de la banda anteriores a este último trabajo, para terminar de disfrutar de la noche.

Depresión Sonora

Nada más anunciar que iban a empezar a tocar las canciones antiguas, el público comenzó a pedir “Apocalipsis virtual”, aunque para ello tuvieron que esperar un poco, porque el bloque abrió con “Tú no me tienes que salvar”. Destacaron también en este bloque “Hay que abandonar este lugar”, “Gasolina y mechero” y, por supuesto, “Ya no hay verano”.

Aunque, sin duda, el concierto terminó por todo lo alto con “Hasta que llegue la muerte” con Marcos desgañitándose y sin su gorra (luego tuvo que pedir al público ayuda para  recuperarla).

Aunque eran muchas las expectativas que el público tenía, sin duda, Depresión Sonora cumplió con todas ellas. A pesar de la marcada organización del set, este funcionó de maravilla, generando un espacio para que nada importante se quedase sin tocar. Cada canción se llenó de matices, generándose así un concierto que fue tremendamente emotivo.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudo como currado resumen hacia las cañeras y rockeras descargas que se marcaron unos grandes como DEPRESIÓN SONORA junto a los teloneros 9 DESCONOCIDOS en la rockera Madrid a base del mejor Rock con estos buenos temas.

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