Crónicas
Ciclonautas: Un valor al alza
«El triciclo echó a andar con la rotundidad de un camión quitanieves. “Abrazado a un misil” y “Matando al suicida” nos sumergieron en un estado de serpenteante hipnotismo, cual vaquero puesto de peyote»
28 septiembre 2024
La Sala de WiZink, Madrid
Texto: Juan Destroyer. Fotos: Juan Destroyer / Rafael Barroso
Doce años después de su incepción, Ciclonautas sigue ganando adeptos a un ritmo sin picos pronunciados pero constante, traducido en el lleno registrado en su concierto en La Sala de WiZink, el mayor reto de aforo asumido hasta la fecha por la banda en Madrid.
Su rock convergente de influencias estadounidenses, argentinas y españolas es un rara avis en nuestra escena con el que el trío ha construido un nido ajeno a la ventolera de las modas.
La ciclogénesis en la capital se barruntaba muy movida habida cuenta de la larga lista de invitados, y el grupo vistió sus mejores galas con esta actuación en la que la gran pantalla a sus espaldas jugó un papel más que relevante a la hora de ambientar cada una de las canciones.
La cosa empezó con susto, pues un problema con la pedalera de Mai Medina hizo que el inicio se retrasara unos minutos, con la banda ya encima del escenario recurriendo a la repetición de la intro mientras se solucionaba el percance técnico.
Pero, a partir de ahí, el triciclo echó a andar con la rotundidad de un camión quitanieves. “Abrazado a un misil” y “Matando al suicida” nos sumergieron en un estado de serpenteante hipnotismo, cual vaquero puesto de peyote, y pronto nuestros “Tristes corazones” estaban aullándole a la luna con la cazallera voz del chamán Mai y su guitarra de mil desiertos como maestros de ceremonias. Los tambores de Alen Ayerdi marcaban la pauta del ritual y el bajista Txo empastaba esa masa sónica con lisérgicas mañas.
Nos sacó del trance la irrupción en el escenario de Kutxi Romero para, como en el DVD ‘Ciclogénesis. Magnitud X – Directo Totem’, cantar a pachas “Bombo sicario”. Le escuchamos más que verle, porque la iluminación en ese tema fue tenue y los músicos estaban en penumbra debido a la contraposición con la pantalla.
La lúgubre psicodelia con la que comienzan “Loca” contrasta con la fortaleza de su riff principal, y es que, especialmente en esta pieza, Ciclonautas lo mismo te lleva de viaje como te incrusta los pies en el suelo.
No hubo lugar para el aplatanamiento de los más nerviosos, puesto que la salida a escena de un animoso Manu Roz (Baja California) para “Agua va” marcó un antes y un después en el planteamiento del partido, aumentando el ritmo del juego con temas más directos como “Eterno aprendiz”.
Kutxi Romero no se perdió la fiesta
Cordobés de Cobardes se trajo muy bien a su terreno “Kamikaze del nido”, mientras que en “Camping del hastío” lo que más destacó fue el desfile de sacacorchos en la pantalla, retrotrayéndome a los pinkfloydianos martillos de ‘The Wall’.
Se había anunciado la presencia de todos “Los hermanos” de Marea, algo que siguió tomando forma con el tema cuyo título ya te lo he dicho, en el que aparecieron los guitarristas Kolibrí Díaz y César Ramallo.
Ciclonautas con Manu Roz (Baja California)
Le aplaudo a Maialen, alias Chica Sobresalto, que se atreva a improvisar melodías en “El souvenir”, que en directo es el gran momentazo, pues propicia que el público coree sus “oh, oh, oh, oh” incluso después de que termine el tema; es más, volvió a cantarse esporádica y espontáneamente según seguía avanzando la actuación.
El único representante local fue Carlos Escobedo (Sôber), que compareció en uno de los temas más duros del repertorio del trío, el fulgurante “El sol”.
Ciclonautas con Kolibrí y César de Marea
Como el lanzamiento en directo, Mai introdujo “Dele al play” con un gran solo a golpe de octavador, y también como en el disco, El Piñas hizo de las suyas tanto con el micro como con las cuatro cuerdas; pocas veces vemos sobre el escenario a dos bajistas.
“Qué tal?” es uno de los temas estrellas del combo hispanoargentino, así que a Aarón Romero, el hijo de Kuxti, le dan una buena oportunidad para lucirse que no desaprovecha. Pero si hay un tema de Ciclonautas que me llevaría a la tumba ese sería “Bienvenidos los muertos”, y como en la tradición mexicana, hicieron de él una fiesta, con todos los invitados en escena.
“Somos un grupo de salas y nos encanta”, aseguraba Alén en la entrevista que publicamos en la anterior edición de La Heavy. Y a nosotros nos encanta que les encanten, me fui de allí con un subidón de no te menees.
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1 comentario
Cojonudo resumen hacia el rockero y cañero concierto por parte de los navarros CILONAUTAS en dicha sala del Palacio De Los Deportes de Madrid y con muchos invitaos.