Crónicas
Bryan Adams en Barakaldo (Bizkaia): Una transición modélica
«Pocos artistas habrá que hayan superado el paso de lo analógico a lo digital con tanta soltura como Bryan Adams. Nos seguirán diciendo que si el rock está muerto o que es música de otra época, como he llegado a escuchar, pero a ver cuántos de los intérpretes que lo petan hoy en día continúan al pie del cañón varias décadas después. Su transición ha sido desde luego modélica.»
15 noviembre 2024
BEC, Barakaldo (Bizkaia)
Texto: Alfredo Villaescusa. Fotos: Iñigo Malvido.
Es curioso cómo con los años puede cambiar de un plumazo la percepción de las cosas. Dicho fenómeno sucede con frecuencia en el ámbito musical y los grupos o artistas que antes eran considerados para críos hoy en día se han convertido en propuestas para respetables señores mayores que aprovechan los bolos para desconectar de esa rutina a menudo elegida por voluntad propia en la mayoría de los casos. Esta diferente perspectiva tampoco viene mal para aquellos que fueron incomprendidos en su época o no se les valoró en su justa medida.
La estrella del soft rock Bryan Adams ha alcanzado tal grado de popularidad que casi se tornaría un milagro encontrarse con un mortal que no haya escuchado nunca ninguna de sus canciones, exceptuando, claro está, a esas nuevas generaciones para las que Quevedo ya no es un escritor del Siglo de Oro. Hubo una época en la que las baladas del canadiense inundaban las radiofórmulas, casi era imposible que no cayera ninguna durante un periodo de tiempo considerable. Hoy en día, todavía se radian esas piezas con frecuencia, aunque con el halo añadido de la nostalgia.
Dadas las características del artista en cuestión, no sorprendía que la mayoría de asistentes al concierto de Bryan Adams en el BEC de Barakaldo (Bizkaia) se hallaran en la franja de los treinta o cuarenta, con algunos veinteañeros a modo testimonial. El poder de convocatoria del creador de hits como “Summer of ‘69” sigue siendo espectacular, pues de las veces que le hemos visto en ese mismo recinto diría que fue la ocasión en la que menos asientos libres había, por algo se agotaron las entradas. Y el entusiasmo demostrado por el personal acompañó una cita que, si no sería la mejor, sí resultó de las más equilibradas que le recordamos.
A eso de las nueve, un coche vintage con el nombre de Bryan Adams pintado a spray en su carrocería surcaría los aires provocando cierto asombro mientras sonaba de fondo todo un clásico del rock n’ roll como “Whole Lotta Shakin’ Goin On” de The Killer Jerry Lee Lewis. Todavía se escucharían un par de himnos del género antes de que irrumpiera la intro bíblica de “Kick Ass” y luego el propio tema en un mar de luces rojas en las que se distinguía la figura del canadiense vestido de blanco. Había que conservar cierta agudeza visual para distinguirle, por lo que se echaron en falta pantallas laterales para evitar que los más mayores sacaran las gafas del bolsillo.
La peña recibió con una tremenda ovación el inconfundible inicio de “Can’t Stop This Thing We Started” y mantuvieron la atención en “Somebody” de su mítico álbum ‘Reckless’, que a pesar de que celebrara su aniversario hace unos años aún sigue constituyendo una parte fundamental de su repertorio. La reivindicación de la juventud espiritual de “18 Til I Die” cobró más sentido que nunca por aquella estrofa en la que dice que algún día “pasará a 55”, aunque la modificó para adaptarla a la edad actual del artista, los 65 palos.
Es impresionante que tras varias décadas la voz de Adams siga sonando tan impecable en directo, seguramente sea de los artistas en mejor estado de forma. Quizás haya influido algo ese sano estilo de vida vegetariano que le llevó incluso a prohibir los bocatas de carne en una gira anterior, con el consiguiente aluvión de críticas, por supuesto.
“Please Forgive Me”, una de las favoritas de las radiofórmulas, tenía que sonar aquella noche y la aceptación fue espectacular, con el público incluso cantando a capela el final. Recuperaron garra con la maravillosa “One Night Love Affair”, que abría su inolvidable disco ‘Reckless’. Lo bueno de aquella noche es que se trató de un menú muy equilibrado, ya lo hemos dicho, por lo que era complicado que se aburriera algún rockero, en ningún momento se desbordó el almíbar y solo hubiéramos prescindido de una canción en concreto, como luego relataremos.
El astro pronunció las primeras palabras a la afición: “Hola, mi nombre es Bryan”. La chica de atrás, que chillaba como un cochinillo a cada ocurrencia del canadiense, dijo: “Me gusta mucho vestido de blanco”. El tipo todavía mantenía el tirón entre el sector femenino, pero se puso profundo al recordar a su padre, que falleció hace cinco años, y pidió recordar a todos los que no están en “Shine A Light”, que podría firmar Springsteen. Adams no era de los que están en contra del uso de móviles en los conciertos, por lo que favoreció que se iluminaran lucecitas en dicho tramo del set list.
Para verdaderos fans podría calificarse la decisión de rescatar “Take Me Back” de ‘Cuts Like a Knife’, otro inolvidable álbum de su catálogo. Las palmas verbeneras fueron un acompañamiento casi constante a lo largo del show, aunque en este último caso echaran a perder un poco el carácter rockero de la pieza. Supongo que habrá tantos aficionados a este gesto como a los insufribles y futboleros “lo lo lo”, así que no haremos demasiada sangre al respecto. Que cada cual disfrute como pueda.
Bryan pisó el acelerador a fondo en “Kids Wanna Rock”, que fue de lo mejor del bolo, y con toda probabilidad tocó la fibra de muchos con la balada “Heaven”, que fue recibida por la chica de atrás con un “¡Guau!”. Insuflaron un poco más de ritmo a la composición original, pero el efecto entre la concurrencia resultó igual de emocionante.
Recuperó las esencias rockeras con “Go Down Rockin’” y tras llamar la atención con un “guapos y guapas” rememoró la figura de una gran amiga suya como la fallecida Tina Turner. Estaba claro que lo que vendría a continuación era “It’s Only Love”, que bordaron añadiendo fragmentos de “The Best” o “What’s Love Got to Do With It” de la reina del rock n’ roll.
Anunció “You Belong To Me” como algo para bailar y animó a quitarse la camiseta y darle vueltas en la mano, un gesto casposo que nos sobró por completo, una de esas cosas que tenían los rituales de apareamiento de antaño. Y “Cloud Number Nine” tampoco era para lanzar cohetes, aunque para recuperar el aliento, ni tan mal.
El momento hard rock de la noche se alcanzó sin duda con el “Rock and Roll Hell” de Kiss, que pocos demostraron conocer, y en esa tónica brilló hasta la extenuación un contundente “The Only Thing That Looks Good On Me Is You”. No olvidemos que la música de Bryan Adams está también asociada a unas cuantas películas y como muestra de esta faceta suya ahí teníamos la épica “Here I Am”.
El frontman se quedó a solas con su pianista en “When You’re Gone”, que gozó del beneplácito de la afición, y recuperó a sus compañeros ya en “Always Have, Always Will”. El almíbar a punto estuvo de desbordarse en “(Everything I Do) I Do It For You”, especialmente en esas manos moviéndose de lado a lado, pero entendemos que tamaño éxito no se podía obviar.
“Back To You” aún pone los pelos como escarpias, sobre todo si al final el escudero de Bryan a las seis cuerdas se luce como nunca en el solo y la autoafirmativa “So Happy It Hurts” certifica que al canadiense no le hace falta vivir de las rentas, todo un temazo de nuevo cuño.
“Run To You” elevó los ánimos y ya se desbarraron con el comienzo de “Summer of ‘69”, probablemente su hit de mayor enjundia (para los rockeros). Lo único que realmente nos sobró del repertorio fue el pseudoflamenco para guiris de “Have You Ever Really Loved A Woman?”, donde encima añadió al estribillo “spanish woman”. A buen seguro que un gran actor como Johnny Depp todavía sigue fustigándose por haber intervenido en esa ponzoña cinematográfica llamada “Don Juan DeMarco”, de la que el tema en cuestión era parte de la BSO.
“Cuts Like A Knife” despidió la velada en un primer momento, pero Bryan no tardó en regresar con una sincera mención a su madre, que tenía 96 años, a la que dedicó “Straight From The Heart”, con fragmento incluido de “Shine A Light” de nuevo. Y el canto de hermandad de los mosqueteros de “All For Love”, que se fundió en el "Can't Take My Eyes Off You" de Frankie Valli, puso el broche a una noche que mereció la pena para rockeros y para gente más convencional.
Pocos artistas habrá que hayan superado el paso de lo analógico a lo digital con tanta soltura como Bryan Adams. Nos seguirán diciendo que si el rock está muerto o que es música de otra época, como he llegado a escuchar, pero a ver cuántos de los intérpretes que lo petan hoy en día continúan al pie del cañón varias décadas después. Su transición ha sido desde luego modélica.
Recuerda que todavía tienes por delante el concierto de Bryan Adams del lunes 18 en Madrid (WiZink Centre). Las entradas están agotadas.
- Crónica de Viva Belgrado + Bananas en Bilbao: Un cancionero inmenso - 19 noviembre 2024
- Crónica de Bala en Bilbao: Dúo demoledor - 18 noviembre 2024
- Crónica de Bryan Adams en Barakaldo (Bizkaia): Una transición modélica - 17 noviembre 2024
4 comentarios
Pedazo de resumen hacia el gran concierto que se marcó todo un veterano como el canadiense BRYAN ADAMS presentando su nuevo álbum junto a sus temas más rockeros en la ciudad de los PARABELLUM y VHALDEMAR.
¡Muchísimas gracias por esta maravillosa crítica a un músico que me gusta desde el 84 gracias a escuchar "Heaven" en la radio! Tengo 54 y disfrutamos muchísimo tanto mi sobrina de 34 como compañera de trabajo de 45 que acudió con 3 amigas de la misma edad y cerca familia encantadora con padres de edad parecida a la mía y 2 hijas veinteañeras. Concierto emotivo e inolvidable que me mantuvo sonriendo,bailando,coreando,aplaudiendo,...prácticamente sin pararPrimer concierto en La Casilla en el 91 y el del viernes el tercero en el BECGrandísimo también Keith a sus 70 así como los músicos que tantísimas veces acompañan a Bryan30 canciones siendo la última canción fue "Can't take muy eyes off you"(la de la banda sonora de "Los tres mosqueteros" fue la anterior). Un cordial saludo.
Se te ha olvidado que no acabó con "All For Love, sino con la versión de "Can't Take My Eyes Off You", de Frankie Valli.
Gran crònica del concierto de bryan Adams en Bilbao . Yo estuve allí . No qjito ni una coma