Crónicas
Blind Channel + Ghøstkid + Rock Band From Hell en Bilbao: Conjurando demonios interiores
«Lo fácil en la complicada coyuntura que pillaron los escandinavos hubiera sido dar un recital de funcionarios, un mero trámite que completar, pero en su lugar optaron por sudar la camiseta como solo pueden hacer unos auténticos profesionales que realmente viven por y para la música. Ya solo por ese gesto merecen eterno respeto.»
11 abril 2024
Sala Santana 27, Bilbao
Texto: Alfredo Villaescusa. Fotos: Iñigo Malvido
A menudo tendemos a asociar un género concreto de música con un país o región geográfica. Por este motivo, podemos hablar de hard rock americano o rock inglés de manera tan natural que todo el mundo sepa de inmediato a lo que nos referimos. Pero en otras ocasiones se desafían estas leyes de la lógica y un grupo puede saltar de un punto a otro en sus composiciones sin que se delate su procedencia ni por un casual. A pesar de la insistencia de algunos en echar su meadita territorial, todavía quedan universos al margen de fronteras.
Es el caso de la propuesta de los finlandeses Blind Channel, cuyo llamado “pop violento” apenas denota rasgos típicos de la tierra de los mil lagos, salvo quizás esa característica melancolía propia de los combos escandinavos. Escuchando a este grupo que paradójicamente representó a Finlandia en Eurovisión 2021 a uno le vienen a la cabeza referentes tan diversos como Slipknot, Linkin Park, Limp Bizkit o los Bring Me The Horizon de ‘That’s The Spirit’ o posteriores.
Muy complicado se tornaba competir aquella jornada con la dictadura del balompié que casi obligaba a recluirse en casa a los que no quisieran participar del ambiente festivo generado por la victoria del Athletic en la Copa del Rey de España, pero así estaban las cosas. Por fortuna, hubo algunos que desafiaron las mareas humanas gratuitas y se refugiaron en la bilbaína sala Santana 27 para catar un triple cartel que desde luego mereció bastante más asistencia. Habrá que consultar a los astros, o mejor dicho, a los futbólogos, a la hora de programar eventos.
Abrieron la velada los fineses Rock Band From Hell, cuyo sonido no poseía ya de entrada demasiado fuste, pues no escuchamos ni en sueños ningún instrumento de cuerda, a pesar de su presencia en el escenario. Lo único que se oía con cierta nitidez era la voz y la batería, aunque tampoco pareció que nos perdimos demasiado de su batiburrillo pop punk como de Machine Gun Kelly de mercadillo.
Por suerte, Ghøstkid levantaron el panorama con unas mejores condiciones sónicas, para empezar, y con una actitud en escena desde luego más participativa que los anteriores. Su escalofriante y tatuado bajista hasta se metió entre la concurrencia para provocar pogos e incluso nos demostró su dominio del castellano con la frase “¿Dónde está la cerveza?”, básica para la supervivencia a altas horas de la madrugada. Pero la verdad es que no estaban nada mal piezas del calibre como “Murder” o “Supernøva”, a pesar de que tal vez estemos ya algo mayor para el rollo Lord of the Lost. En cualquier caso, tienen buen directo y se dejan la piel y lo que haga falta.
Con los cabezas de la noche, Blind Channel, nos quedaba la duda de si eran un grupo de verdad o uno de postureo como tantos que se preocupan exclusivamente por llamar la atención a nivel visual. Y pese a que constataron la importancia de contar con una puesta en escena potente, con los miembros luciendo esos emblemas de la banda que parecen casi de milicia, también certificaron su condición de profesionales dándolo todo como si allí en realidad hubiera miles de personas. Ahí se nota si la gente es sencilla o por el contrario posee el coco sorbido por el ego.
De emoción no iban a andar escasos esa noche por parte de la concurrencia, que les recibió como a superestrellas desde que arrancaron con “Deadzone”, todo un temazo para despertar de un plumazo. Ese conglomerado de influencias en el que caben desde ramalazos a lo Slipknot hasta fragmentos cercanos al pop certificó su poderío en las distancias cortas.
Lo que sí que sobró fue tanto numerito de palmas, agacharse y demás, pero bueno, es un fallo habitual en la mayoría de bolos de combos internacionales. Un servidor opina que ese tipo de cosas son más para el circo o para las verbenas populares, pero para gustos, colores.
Por fortuna, estos escandinavos recuperaban fuelle rápido gracias a bombas como “Xoxo” que transmitían energía a doquier. Desde entonces la cita cursó en clara progresión con “Die Another Day”, donde uno de los vocalistas dijo que habían montado la banda para “luchar contra demonios interiores”, siempre resultaron muy rentables a nivel creativo las emociones extremas.
El inicio de “Keeping It Surreal” parecía casi de boy band, pero no pasaba nada para los que no se rasgaban las vestiduras ni ponían el grito en el cielo por eso. “One Last Time…Again” se aproximó a los Linkin Park con almíbar, y hasta al mago del pop contemporáneo The Weeknd, si me apuran, pero en la versatilidad reside gran parte del atractivo de estos fineses, la capacidad para moverse con dignidad en infinidad de registros diferentes.
Incluso se atrevieron con una versión de “B.Y.O.B” de System of a Down, nunca le pillamos el punto a los californianos, aunque hay que reconocer que se curraron una adaptación muy fiel a la original. “Wolves in California” justificaba por completo el término de “pop violento” y Juan Raúl, alias “el cubano”, no pudo evitar exclamar lo siguiente: “A estos se los comen los negros en California”.
“Balboa” puso al personal a dar vueltas en plan hermandad y mandaron sacar luces en “Bad Idea”, si no me equivoco. Un mero respiro antes de pillar impulso con “Happy Doomsday” y “Flatline”, prueba evidente de lo mucho que confían en ‘Exit Emotions’, su álbum más reciente hasta la fecha. A veces hasta se golpeaban todos a la vez en el pecho como si fuera una particular coreografía.
A pesar de los escasos fieles, todavía regresaron para un bis, “Dark Side”, el tema que llevaron a Eurovisión en el que la organización les pidió que no levantaran el dedo medio dado el carácter para toda la familia del evento. En fin, censura de otra época de monjas de clausura.
Lo fácil en la complicada coyuntura que pillaron los escandinavos hubiera sido dar un recital de funcionarios, un mero trámite que completar, pero en su lugar optaron por sudar la camiseta como solo pueden hacer unos auténticos profesionales que realmente viven por y para la música. Ya solo por ese gesto merecen eterno respeto. Y si encima les vale para conjurar demonios interiores, pues bravo por ellos.
- Crónica de The Godfathers + Las Furias + The Fuzzy For Her en Bilbao: Inapelable rueda vital - 20 noviembre 2024
- Crónica de Viva Belgrado + Bananas en Bilbao: Un cancionero inmenso - 19 noviembre 2024
- Crónica de Bala en Bilbao: Dúo demoledor - 18 noviembre 2024
1 comentario
Cojonudo resumen hacia el cañero concierto que se curraron los BLIND CHANNEL a través de estos cañeros temas que junto al resto de las otras 2 bandas aplastaron la Santana 27 bilbaina.