Crónicas
Black Flag + Total Chaos en Bilbao: Café negro para todos
«Pese a que el arranque fue bastante digno, a un servidor le quedó una sensación similar a la de la última vez que vimos a Dead Kennedys sin Jello Biafra. Para pasar el rato puede valer, aunque en combos con tanto baile de miembros la esencia original al final se acaba desdibujando.»
2 febrero 2023
Kafe Antzokia, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa. Fotos Barcelona: Markceröck
A veces habría que preguntarse hasta qué punto es lícito estirar el chicle de una leyenda o un nombre resultón. Cierto es que resulta complicado encontrar hoy en día formaciones con todos o varios miembros originales, pero debería mantenerse un poco de coherencia en este aspecto y no dar como válida cualquier reunión de amigos en la que apenas existe gente que realmente grabó los discos más míticos. Esa tendría que ser la auténtica línea roja que separe la legitimidad de la verbenilla indecente.
A cualquiera que se le pregunte por Black Flag seguro que no tarda en sacar a colación al vocalista Henry Rollins, a pesar de que lleve fuera de la banda la friolera de casi cuatro décadas. Si subimos de nivel, alguno señalará a su primer cantante Keith Morris, que posteriormente crearía otro combo de indudable prestigio en el género como Circle Jerks. Y así llegamos a la encarnación actual con el skater Mike Vallely como encargado de las cuerdas vocales.
No estoy seguro si gran parte de la concurrencia estaría al corriente de la trayectoria de la banda del guitarrista Greg Ginn, el único miembro original de los Black Flag actuales, pero una reseñable punkarrada se juntó en el bilbaíno Kafe Antzokia para contemplar a unos de los pioneros del hardcore. Bueno, tal vez debamos puntualizar que muchos andaban ahí por los teloneros, algo totalmente justificado, pues se comieron por completo a las estrellas de la noche.
Los californianos Total Chaos molan bastante en diversos aspectos, desde su estética aguerrida que demuestra que van en serio hasta su rollo abrasivo a lo GBH o The Exploited que deja las virguerías y experimentaciones para otros. Añadamos ese matiz antisistema que llevó al vocalista Rob Chaos a ciscarse en todos los gobiernos y autoridades, a las que llamó “soldados del Estado”. Ya era hora de que se recuperaran las bonitas costumbres del punk.
Hubo además momentos épicos con su rotundo frontman cantando “Police Rat” junto a un fan con camiseta de Slayer, la peña estaba tan encantada con el tipo que alguno hasta le dio una palmada en el culo. Montaron un fiestón tremendo con un repertorio sin descanso en el que sobresalió el cántico de hermandad “Street Punx” o “Riot City”, entre otros trallazos. Y encima hasta metieron al final un guiño al “Gimmie Gimmie Gimmie” de los cabezas de la velada. Apabullantes.
Con el pabellón tan alto, Black Flag tendrían muy complicado estar a la altura y no caer en el más estrepitoso de los fracasos. Contaban con el repertorio como ventaja considerable, pues mucho se debería torcer aquello para que los himnos no apelaran debidamente a la predispuesta concurrencia.
El patinero Mike Vallely no era tampoco la bomba, pero valía para defender el legado. Lo malo es que la actitud de este señor estaba más cercana a la de un mamporrero antidisturbios que a la de cualquier mínimo atisbo punk y por su culpa casi se monta tangana, y encima con razón. En un momento dado, al igual que suele suceder en los conciertos del palo, un tipo se subió al escenario y hasta consiguió pronunciar algo en el micro mientras la banda andaba enredada en uno de sus desarrollos jazzísticos. La reacción de Vallely fue por completo fuera de lugar propinando un fuerte empujón al intruso que le dejó rebotado el resto del bolo, y de no ser por algunos espectadores que le obligaron a contener el ánimo, probablemente habría regresado al escenario para devolver el golpe. De vergüenza, no creo que Evaristo ni ninguna otra estrella del punk patrio reaccionaran jamás con esa brutalidad digna de un madero descerebrado.
En lo estrictamente musical, los históricos californianos en un principio le echaron agallas y brillaron himnos inapelables del calibre del ya mentado “Gimmie Gimmie Gimmie” o “Six Pack”, ambas de ‘Damaged’, su legendario debut de 1981. A medida que avanzaba el repertorio, se fueron replegando cada vez más en sí mismos, lo mismo se enredaban con la batería o con la guitarra. Esa tendencia a formar una suerte de corro entre ellos parecía más de un ensayo que de un directo con todas las de la ley.
Ante tal coyuntura divagante, no era de extrañar que más de uno desconectara, aunque habría que señalar en este aspecto que en estudio también poseen piezas experimentales para las que hay que tener el ánimo predispuesto. Siempre se rebelaron ante la tiranía de los tres acordes, de eso no cabe duda.
Hacia el final recuperaron algo de garra con la perturbadora “Black Coffee”, que describe con bastante acierto un estado mental paranoico. “TV Party” era una de las canciones incontestables, del mismo modo que “Rise Above”, al que no le levante algo así, mejor que se lo mire.
El guitarrista de Total Chaos se unió al desmadre con la versión del clásico “Louie Louie” de Richard Berry, una pieza garajera revisitada por infinidad de artistas que van desde Kiss a Iggy Pop, entre muchos otros. Greg Ginn y compañía también la hicieron a su manera, alargándola sin ton ni son y convirtiéndola en un digno cierre, si no estuviera tan trillada. Se montaron pogos, subió peña en volandas y alguno hasta se agitaba con cada guitarrazo. Diferentes maneras de sentir la música.
Pese a que el arranque fue bastante digno, a un servidor le quedó una sensación similar a la de la última vez que vimos a Dead Kennedys sin Jello Biafra. Para pasar el rato puede valer, aunque en combos con tanto baile de miembros la esencia original al final se acaba desdibujando. Es como si uno entrara en un restaurante de carretera y solo le permitieran tomar un tipo de bebida cuyo sabor tampoco es para echar cohetes. Pues nada, café negro para todos.
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1 comentario
Pedazo de crónica para los potentes y curradas actuaciones de todos unos pioneros del Punk/Hardcore como son los históricos BLACK FLAG junto a una digna banda telonera de Punk Rock como son TOTAL CHAOS los cuales destrozaron el Antzokia bilbaino a base de grandes temas del mejor y combativo Punk Rock.