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Crónica de Be Prog! My Friend en Barcelona con The Pineapple Thief, TesseracT o Persefone: Música en su máxima expresión

Una nueva edición del prestigioso festival Be Prog! My Friend, en el que los sonidos progresivos adquieren el protagonismo que en no pocas ocasiones se le niega en los grandes eventos, volvía a tener Barcelona como escenario para recibir a algunas de las más destacadas bandas del género en su más amplio espectro. Dos jornadas que disfrutamos ampliamente con actuaciones en las que todas las bandas pudieron ofrecer lo mejor que tenían guardado en sus chisteras.

El viernes arranca con el crepúsculo. En ese intermedio entre la luz y la sombra, Lampr3a sube al escenario. El trío vasco, un enigma musical, no necesita voz para hablarle a la multitud. Su show es un monólogo de notas. “MAGLA”, con sus riffs cortantes y su pulso tribal, suena como el inicio de una tormenta que se forma en el horizonte. La atmósfera se densifica con “ROCD”, una pieza que desafía la gravedad con cambios de ritmo que son un laberinto de virtuosismo. Luego llega “EVOLVE”, que con sus pasajes etéreos y explosiones de metal, se convierte en un mantra sobre crecimiento y transformación.

La banda se mueve con la precisión de un reloj suizo: cada nota en su sitio, cada silencio un respiro calculado. “KEMFERT” y “XXIV VII” siguen, dos himnos sin palabras que, sin embargo, cuentan historias complejas y emotivas. El cierre, con la intensa “EVØKE” y la introspectiva “ESnSE”, es tan poderoso que deja al público en un silencio reverente, maravillado por el poder narrativo de la música instrumental.

Después, la fiesta se enciende. Dry River llega con la promesa de un viaje de rock progresivo sin complejos. Su show es un estallido de energía y optimismo, una bocanada de aire fresco en un género a veces demasiado encorsetado. “Culpable” abre con una fuerza arrolladora, seguida del optimismo de “Segundo intento”, un himno a la superación. Luego suena “Camino”, un viaje musical que te hace sentir que cada paso vale la pena, y la contundente “Fundido a negro”, un puñetazo sonoro que demuestra la versatilidad del sexteto.

El público, ya entregado, corea a todo pulmón “Perdiendo el norte”, que ya es un clásico de la escena española. La recta final es pura épica con “Peán” y la aclamada “Capitán Veneno”, que se convierte en el broche de oro para una actuación que confirma por qué Dry River es una de las bandas más queridas de la escena nacional.

Dry River

La noche sigue con la realeza del género: Threshold. Los británicos ofrecen una clase magistral de metal progresivo. Arrancan con “Slipstream”, un clásico que pone a la audiencia a vibrar al unísono con sus complejos ritmos. La poderosa “Silenced” retumba con intensidad, mientras que “The Man Who Saw Through Time” se convierte en un himno épico que parece narrar una historia milenaria.

La melancólica “Hollow” calma el alma antes de la explosión de “Mission Profile”, que muestra la precisión técnica de la banda. El set cierra con los himnos “King of Nothing” y “Small Dark Lines”, dos joyas que reafirman su legado como una de las más respetadas del género.

Threshold

La sorpresa de la noche es la entrada triunfal de Persefone. Tenían la presión de sustituir a The Dear Hunter, pero en lugar de achicarse, se crecen. Su setlist es una avalancha de death metal melódico y progresivo. “Sounds and Vessels” abre como una inmersión inmediata en su universo, con Carlos Lozano brillando en la guitarra.

La agresividad de “One Word” y la grandilocuencia de “The Equable” hacen que el recinto vibre con energía palpable. “Stillness Is Timeless” baja el pulso para dar paso a la brutal “Prison Skin”. Luego, el show alcanza su pico con “Cosmic Walkers” y la emotiva “Living Waves”. También caen “Kusanagi” y “Flying Sea Dragons” antes de la demoledora “Mind as Universe”, que deja claro que Persefone es una de las bandas más potentes y creativas de la actualidad.

Persefone

El cierre del día lo pone TesseracT, reyes del metal progresivo conceptual. Su show es una mezcla de poder y sofisticación. Arrancan con una intro atmosférica y se lanzan de lleno en su discografía. “Concealing Fate, Part 1: Acceptance” explota en virtuosismo y emoción. “The Grey” y “Natural Disaster” sacuden con fuerza, mientras que “Echoes” y “Of Mind - Nocturne” muestran su faceta más etérea.

Con “War of Being”, del nuevo disco, dejan claro que siguen en la cima de la creatividad. El set se cierra con “Concealing Fate, Part 2: Deception”, la aclamada “Juno” y la majestuosa “The Ballad of Dave”. El público queda pidiendo más.

TesseracT

El sábado amanece más fresco, como si la noche anterior hubiera limpiado el aire. La música arranca con la misma vitalidad. Moonloop, la banda barcelonesa, abre la jornada con su metal progresivo, una mezcla de agresión y atmósfera. Con su nuevo disco, ‘Fate in Motion’, bajo el brazo, ofrecen un show de lujo. “Cosmic Matter” abre la puerta a su universo sonoro, mientras que “Megalodon” suena como un viaje por la geología y la paleontología, un tema nada común en el metal.

“Mask” y “Arrival” muestran su capacidad para mezclar intensidad y momentos de introspección. El cierre con “Strombus” deja claro que Moonloop es un viaje de descubrimiento constante.

Moonloop

La tarde se enciende con la irreverencia de Cheeto’s Magazine. Los barceloneses demuestran que el rock progresivo también puede ser divertido. Su show es puro color y energía, arrancando con la vibrante “Chili Guillermo” y la potente “Ready to Rumble”, que hace mover al público a su manera.

La sorpresa llega con su cover de Dream Theater, “Act I: Scene Three: I. Through My Words”, una versión impecable que mezcla técnica y humor. Luego siguen con la juguetona “Clinc Nutella” y la atmosférica “Outflow”, que exhiben la riqueza de su sonido. El cierre con la épica “Big boy (final)” deja claro que la música progresiva puede ser accesible sin perder calidad.

Cheeto’s Magazine

Después, los finlandeses Von Hertzen Brothers ponen el festival patas arriba con una de las actuaciones más vibrantes del fin de semana. Su energía es contagiosa: el trío mezcla rock progresivo, guitarras contundentes y armonías vocales perfectas. “War Is Over” y “Kiss a Wish” abren el show, seguidas de la emotiva “All of a Sudden, You’re Gone” y la épica “Jerusalem”, que resuena con fuerza mientras Dave Cavanagh los observa desde lo alto, vapeando y saludando al público. La gente canta cada palabra, creando una conexión brutal con la banda. Cierran con la poderosa “Let Thy Will Be Done” y el himno “Peace Patrol”.

Von Hertzen Brothers

La recta final del festival llega con Weather Systems, el proyecto de Daniel Cavanagh (Anathema). Su show es íntimo, emotivo, casi un refugio antes del gran cierre. Solo con su guitarra, Cavanagh conecta de forma personal con el público. “Closer”, un cover emotivo de Anathema, abre la puerta a su universo de sensaciones.

Después caen temas de su nuevo proyecto, como la profunda “Still Lake” y la desgarradora “Synaesthesia”. La melancólica “Do Angels Sing Like Rain?” y el clásico “Springfield” llenan el ambiente de belleza frágil. El clímax llega con la épica “Ocean Without a Shore” y la trilogía “Untouchable” (Part 1, Part 2 y la nueva Part 3), fundidas en un momento inolvidable. El cierre con “Fragile Dreams” es simplemente perfecto.

Weather Systems

Y entonces, el gran final: The Pineapple Thief. Con Gavin Harrison a la batería, los británicos ponen la guinda a un fin de semana mágico. Su sonido mezcla sofisticación progresiva y melodía accesible, conquistando a todos. Arrancan con “The Frost” y la melancólica “In Exile”. Luego vienen los temas de su nuevo trabajo, como la emotiva “Our Mire” y la demoledora “Versions of the Truth”, que se funden con clásicos como “Put It Right” y “Demons”.

Con Harrison, la banda alcanza otro nivel. Siguen con “Every Trace of Us”, “White Mist” y “All That’s Left”, creando una atmósfera de introspección total. El clímax llega con “It Leads to This”, confirmando su capacidad para tocar fibras profundas. Cierran con “Give It Back”, “Snowdrops” y la épica “To Forget”.

The Pineapple Thief

Eso sí, no todo es perfecto: la decisión de la banda de prohibir el trabajo de los fotógrafos desde el foso empaña un poco la experiencia, contrastando con la generosidad del resto de artistas.

Aun así, el Be Prog! My Friend 2025 se despide cumpliendo con creces su misión: un festival exclusivo, sin aglomeraciones, donde la música (en su máxima expresión) es la única protagonista.

Un comentario

  1. Cojonudo resumen hacia las curradas actuaciones de estas buenas bandas del mejor Rock Progresivo aqui mencionadas para otra edición del BE PROG.

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