Crónicas

Bala en Bilbao: Dúo demoledor

«Si te pasa como un servidor, que todavía a estas alturas no habías podido ver a estas guerreras en directo, soluciona ese imperdonable error a la mayor brevedad posible. Te encontrarás a un dúo demoledor que mete brea como si no hubiera un mañana y con agallas para regalar encima del escenario.»

8 noviembre 2024

Sala BBK, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

En tiempos de sobreabundancia de oferta cultural las bandas modestas son siempre las que lo tienen más complicado. Por eso mismo, cada triunfo debería entenderse como una proeza que cuenta el doble que las efectuadas en circunstancias normales, pues ya se sabe que no resulta sencillo levantarse y asomar la cabecita cuando todos los demás elementos van en la dirección opuesta.

Competir con Frank Carter & The Rattlesnakes no resulta algo habitual, aparte del resto de bolos que coincidían en un viernes en el casi se podía montar un festival en Bilbao. En esa tesitura tan ardua, las gallegas Bala lograron una afluencia que bordeó el sold out, si es que no lo consiguieron a última hora. Se notaba que habían trabajado el terreno previamente, muchos asistentes venían con la lección aprendida y se podía ver peña procedente de ámbitos muy diversos.

Por un motivo u otro siempre que habían venido en ocasiones precedentes a la capital vizcaína se nos habían escapado, pero esta vez pillaba a huevo pasarse antes de acudir al bolo de Viva Belgrado en el Kafe Antzokia. Una idea que tuvo no solo un servidor, sino varios de los que abarrotaron la céntrica sala BBK, e incluso las protagonistas de la velada afirmaron que ellas también irían a ver a los cordobeses al terminar.

En un grupo es importante que exista cierta química entre sus miembros y en este sentido la simbiosis entre Anxela y Violeta de Bala es total. Bastó que se arrancaran con la punkarra “Equivocarme” para darse cuenta de que lo que consiguen ambas juntas es muy grande. La compenetración estaba tan lograda que no tardamos en pensar en otros ejemplos similares como Niña Coyote eta Chico Tornado, donde parece que apenas les bastan unas simples miradas para comunicarse.

La forma de tocar la batería de Violeta nos voló la cabeza, puro nervio y actitud como pocas veces se ven encima de las tablas, mientras que su compañera a la voz y guitarra se encargaba de llenar los huecos restantes hasta conformar un impresionante muro de sonido, de poso stoner, pero con ramalazos de metal, punk o rock alternativo. Esta última además mencionó que había vivido una temporada en Bilbao y que había estado en ese mismo recinto como público. Quién le iba a decir que años después estaría en ese escenario ante una multitud considerable.

En concreto, las gallegas celebraban una década de trayectoria, como nos confesaron. Recientemente, habían sacado un álbum tan inapelable como ‘Besta’, del que dieron buena cuenta durante la velada. “Son tiempos duros, así que vamos a autocuidarnos, las cabezas también hay que cuidarlas”, dijo la vocalista y guitarrista antes de “Prisas”, otro corte visceral que incrementó el ritmo trepidante de la cita.

“Omertá” era del mismo modo una buena muestra del universo sonoro en el que acostumbran a moverse entre el stoner, rock alternativo noventero y punk. “¡Vaya traca!”, decían algunos de los asistentes por la intensidad demostrada por este dúo que no dejaba títere con cabeza en cuestión de energía.

Relataron además que habían tocado en Valencia escasos días antes de que se produjera la devastadora DANA que costó la vida a más de 200 personas y que todavía tenían el equipo allí, por lo que agradecieron a todos los que les prestaron pedales y demás artilugios para que el bolo se pudiera llevar a cabo. “Que no se olvide y que haya responsabilidades, y el que tenga que pagar, que pague”, señaló Anxela para demostrar que tampoco tienen problema en soltar verdades, aunque en este punto diría que la mayoría tiene claro quién estaba de picos pardos otorgando un puesto de trabajo a dedo cuando se produjo la tragedia y llegó a una reunión importante varias horas tarde.

Pero entre tanta bilis justificada debería haber también lugar para olvidarse de rollos y disfrutar, algo de lo que hablaba precisamente “Hoy no”. Más tarde, recordaron la figura de la mítica vocalista Dusty Springfield, que se recorrió en moto la costa de EE UU sin tener en cuenta las habladurías y prejuicios sociales de la época. Y para que la hija de la vocalista, Vera, creciera tan independiente como ella le dedicaron una canción.

Muy de su rollo era la versión “Territorial Pissings” de Nirvana, quizás la pieza más punk que tengan los de Kurt Cobain, e “Inmutable” intentó sacar de su apatía mental a todos aquellos que no mueven ni una ceja aunque el mismo peligro esté a escasos centímetros de sus ojos. Y se colocaron ya en la recta final con “Quieres entrar”, otro puñetazo sonoro para noquear al más reacio.

“Humo” cursó a modo de último aliento de una bestia incansable, con riffs densos y voz cargada de rabia. Para que nadie se quedara con las ganas.

Si te pasa como un servidor, que todavía a estas alturas no habías podido ver a estas guerreras en directo, soluciona ese imperdonable error a la mayor brevedad posible. Te encontrarás a un dúo demoledor que mete brea como si no hubiera un mañana y con agallas para regalar encima del escenario. Ya podrían tener otras bandas la mitad de ganas que le echan ellas.

Alfredo Villaescusa
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