Crónicas

Axel Rudi Pell + Jolly Joker: Sentimiento, magia y pasión

«Rompo mis manos aplaudiendo a una banda que nos regaló una actuación tan exultante, apasionada y memorable como inolvidable»

25 marzo 2025

Sala Razzmatazz, Barcelona

Texto: Josep Fleitas. Fotos: Marc Gutiérrez Copete

La de Axel Rudi Pell es una de las bandas más proactivas en la historia del hard & heavy. Tras treinta y seis años de trayectoria, entre discos de estudio, recopilatorios y directos, además de cuatro DVDs, la formación ha editado la sorprendente cantidad de treinta y siete trabajos, una cuenta que no para de crecer año tras año, pero lo más importante es que siempre lo ha hecho con una calidad que no deja lugar a la duda, satisfaciendo a la cada vez más numerosa y fiel legión de seguidores.

Axel Rudi Pell

Esto ha situado a la banda en un nivel de fiabilidad muy poco común, una dinámica que no solo se da en sus álbumes, si no que otra de las grandes bazas de la formación se desata en sus pasionales y emocionantes conciertos, algo que nuevamente pudimos comprobar en esta visita del guitarrista de Bochum y los suyos a nuestro país. En el caso de esta crónica, hablamos de la extraordinaria velada que el quinteto germano-americano ofreció en Barcelona gracias a esos conciertos de Z! Live On Tour que el popular festival zamorano nos propone antes de que los próximos 12, 13 y 14 de junio se celebre su décima edición.

Una sala a poco más de medio aforo es la que recibió al cuarteto valenciano Jolly Joker, una formación que a través de los años y de una buena propuesta se ha ido ganando un lugar en la escena del hard rock más intenso y festivo, ese que se nutre del sleazy para perforar e inyectarse de una forma muy expresiva y explicita, algo que desde la edición el pasado mes de febrero del que es su homónimo quinto trabajo ha explotado de una forma tan espectacular como merecida.

Jolly Joker

precisamente ese fue el arma que el cuarteto utilizó para que en Barcelona su propuesta en directo fuera nuevamente aclamada y disfrutada: la efusividad, entrega y comunicación transportada a base de temas directos y fiesteros, canciones que proponían birras y bourbon a grandes tragos, lo suficientemente largos como para dejarse llevar por el dinamismo de un set que durante cuarenta minutos supo calentar motores a base de unas incipientes bases, una guitarra perforadora y una voz que nos trasladaba a la esencia más reconocible de los clásicos del estilo, sobre todo a la de Vince Neil en su buen momento.

Y sobre todo lo hizo gracias a la buena selección de temas que recubrieron un set en el que especialmente brillaron los envites propuestos por “I Am Rock n Roll”, “I Don’t Care”, “My Little Cadillac”, “Blood Velvet”, el intenso medio tiempo de “I Just Wanna Kiss You” y las locuras finales condensadas en “World Collapse” y “Rockin’ In Stereo”.

Jolly Joker

Tal y como dijo el cantante Lazy Lane: “Hace ya tiempo que vengo por Barna, pero solo por veros ya ha valido la pena estar aquí”, y nosotros agradecemos que sigan en tan buena tesitura y forma.

Axel Rudi Pell

Por desgracia, la sala no se acabó de llenar, y realmente fue una lástima, ya que lo que se vivió en ella gracias a la entrega y categoría de Axel Rudi Pell (me refiero a la banda al completo) fue para enmarcar.

Axel se presentaba nuevamente en Barcelona con la formación ya clásica desde que en 2013 Bobby Rondinelli se hiciera al mando de las baquetas, en este caso cedidas por Mike Terrana, es decir: Bobby a la batería, Axel a las guitarras (Fender Stratocaster, claro está), Johnny Gioeli a las voces, Ferdy Doernberg a los teclados y el inseparable compañero de Axel desde su época en Steeler, Volker Krawczak en las líneas de bajo. Una formación que hizo vibrar, sentir, emocionar y, sobre todo, disfrutar a base de dinamismo, fuerza, pasión, virtuosismo y mucha comunicación, algo en lo que Gioeli es un gran maestro.

El concierto inició puntual, con una intro repleta de crudas melodías y rebozada por el sonido de truenos, preludio a la tormenta que se avecinaba y que llegó tras una densa cuenta regresiva, cuyo cero invitó a la formación a invadir el espacio del escenario y que el quinteto diera muestras de una actitud y potencia tan directas y entregadas como lo fue el agresivo y ensalzador primer momento de la noche, condensado en el poderoso “Forever Strong”, el metalico tema que abre ‘Risen Symbol’.

Johnny Gioeli (Axel Rudi Pell)

Entrada perfecta para que Johnny se emplease tan a fondo que hizo poner todo patas arriba, siendo seguido y disfrutado como si de uno de los grandes clásicos de la banda se tratase. Un inicio espectacular que se sumó a otro tan enervante como su predecesor, en este caso la fiesta fue propuesta por un soberbio “Wildest Dream”, uno de los hits centrales de aquél ‘Knights Call’, tema en el que Johnny dejó clara su conexión con toda la sala al subir al escenario a una niña y en brazos entonar parte de la canción.

El sonido, que en “Forever Strong” tuvo su talón de Aquiles, se había acomodado, sobre todo la batería de un Bobby que en todo momento estuvo eficaz a la vez que sereno, haciendo que sus redobles y compases parecieran de fácil ejecución. Por su parte, un siempre sonriente Ferdy se mostraba hábil a la hora de envolver cada una de las partes de unas las canciones que estuvieron bien gestionadas en las cuatro cuerdas por el sobrio pero dinamizador Volker.

Pero la mención especial fue para un Gioeli que representó todo lo que podemos pedir y desear de un frontman. Con una voz portentosa y una actitud siempre comunicativa, Johnny estuvo exuberante en la entrega y apasionado en la ejecución de cada momento del evento, mientras Axel nos sorprendió con una actitud abierta, simpática e incluso tan próxima y efervescente que pudimos llegar a tenerle entre nosotros. Pero no adelantemos hechos.

El set continuó con la inercia de las partes más potentes de Axel con “Strong As a Rock”, un momento en el que Gioeli propuso un buen juego vocal con un público tan motivado como entregado. Con las gargantas ya al rojo, llegaba un momento en el que la fuerza y la melodía se fusionaron en “Voodoo Nights”.

Ferdy Doernberg (Axel Rudi Pell)

Fue una nueva muestra del portento de Gioeli en la voz, algo que especialmente exhibió en la ejecución a capela de la power ballad “Don’t Say Goodbye”, que se empalmó ya con la formación al completo con el cover del clásico de Leonard Cohen “Hallelujah”, otro momento en el que la participación de los asistentes tuvo un adulador momento.

Con las sensaciones y motivaciones al máximo, llegaban dos de los momentos más pletóricos del concierto, que estuvieron representados por esas extensas maravillas que en 1998 y 2006 se enfundaron en ‘Oceans Of Time’ y ‘Mystica’, obras de arte musicales expresadas en sus homónimas y soberbias piezas, en las que el sonido clásico de la guitarra de Axel se enfundó en uno mucho más Blackmore.

Realmente fueron unos minutos intensos y deliciosos, en los que los increscendos de ambos himnos prendieron fuego y furia en nuestras gargantas y en un Axel que durante “Mystica” bajó hasta la pista para tocar entre el público agradeciendo con ello la entrega que desde la pista se estaba dando.

Axel Rudi Pell

Una entrega que dejaba las laringes al rojo, necesitando ser calmadas o, al menos, sofocadas en parte, por lo que, sabiamente, la formación dejó a Rondinelli realizar un solo tan evolutivo y técnico como lo ha sido la carrera de esta leyenda cuyas baquetas han dado ritmo y poder en Blue Oÿster Cult, Rainbow, Quiet Riot o Black Sabbath.

Tras el solo, una nueva muestra de la capacidad incluida en ‘Risen Symbol’ se pertrechó de manera hímnica en “Darkest Hour”, con una entrega que subió en decibelios en otra de las grandes obras que Axel nos ha regalado en su discografía, en este caso referido en el mítico himno “Carousel”, que en esta oportunidad no se fusionó con ningún otro hit, dejando que la canción brillase por sí misma en su totalidad.

El concierto estaba siendo una montaña rusa de sensaciones. La banda está en un momento pletórico y exponencialmente conjuntada, algo que se vivió tras el paréntesis que un solo de Doernberg nos dejó desde su teclado y que sirvió como nuevo descanso a nuestras gargantas y como intro a la que Gioeli definió como la canción que más le gusta cantar del set.

Axel Rudi Pell

Esto quedó demostrado sobradamente ante la efusividad y contagiosa pasión que mostró en otro de los extraordinarios momentos de la noche, firmado este en “The Line”, uno de los grandes temas que nos dejó la que, para mí, es la obra cumbre de Axel, el majestuoso ‘Mascarade Ball’, que este año cumple el vigesimoquinto aniversario de su edición.

Con todo por lo alto, el set llegaba a otro cover que, incluido en ‘Diamonds Unlocked’, referencia a U2 con su “Beatiful Day”, versión que en directo supera al clásico de la formación liderada por Bono y The Edge.

Ya me lo había comentado y advertido Axel en la última entrevista que he tenido el placer de realizarle, que iba a haber un momento de unos quince minutos de éxtasis concretados en la fusión de tres genialidades como de por sí solas son “Mascarade Ball”, “Casbah” y “Ankhaia”.

Axel Rudi Pell

Sinceramente, Axel se quedaba corto al definir como de éxtasis esos más de quince minutos de expresión, emoción, intensidad, transiciones, dinamismo, comunicación y soberbio virtuosismo. El concierto entero fue una obra de arte, pero solo por no perderse este trinomio habría valido la pena pagar la entrada completa.

Fue de locura ver como Johnny enloquecía matizando en las partes liricas y subía y subía en las que los agudos se tornaban en imparables vientos de guerra. Fue de locura disfrutar de las melodías de un Axel que emuló al añorado Ronnie James Dio cuando en “Heaven & Hell” los focos verdes y rojos le otorgaban la imagen de un alma escapada del más profundo de los avernos. Fue de locura disfrutar de la capacidad e intensidad que tanto Bobby como Volker y Ferdy imprimían en los duelos que los tres temas unidos proponían y disponían.

Todo podía haber acabado aquí, con la despedida de la banda por todo lo alto, con el público rendido ante tal exposición de entusiasmo, destreza y entrega, pero no, la formación tenía guardado un as bajo la manga.

Este as lo exhibieron tras un breve receso y una breve introducción al inicio de “Fool Fool” y a la pasión inyectada en la intensidad de un “Rock the Nation” que cerró otra noche repleta de sentimiento, magia y pasión.

Rompo mis manos aplaudiendo a una banda que nos regaló una actuación tan exultante, apasionada y memorable como inolvidable.

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Esta entrada fue escrita por Josep Fleitas

1 comentario

  • Juandie dice:

    Extenso resumen hacia el gran concierto que ofreció el mitico AXEL RUDI PELL a través de tan conocidos temas en la mejor sala rockera de la ciudad condal junto a los hard rockeros valencianos JOLLY JOKER los cuales dieron otra gran actuación presentando su último álbum.

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