Crónicas
Crónica de 36 Crazyfists + All Hail The Yeti + ´68: Agresiva satisfacción
«36 Crazyfists entró a escena con su vocalista Brock Lindow al frente, quién a simple vista parecía un poquito bajo de forma. Pero fueron solo apariencias»
2 febrero 2018
Sala Nazca (Madrid)
Texto y vídeo: Alejandro Rico
Pese a llevar más de quince años de carrera, 36 Crazyfists no es un grupo de que se deje caer por nuestro país con asiduidad: recordemos que su última visita fue en 2010. Tras hacer sendas paradas en Barcelona y Bilbao, la sala Nazca de Madrid fue el lugar elegido para la presentación de su último disco, ‘Lanterns’. Acompañándolos estarían dos grupos compatriotas, el dúo de punk ’68 y All Hail The Yeti, que caldearían el ambiente en este orden.
Con bastante poca gente todavía en la sala, aparecieron en escena Josh Scogin y el batería Nikko Yamada de ‘68, dispuestos en el escenario uno enfrente del otro con su estética setentera tipo The Hives (pegatina de una ardilla en la guitarra incluida). Mezclando sonidos punk con pinceladas sonoras de Seattle, se metieron al personal en el bolsillo desde el primer minuto con una actitud intensa, mucha interacción con el público e incluso bromearon instando a los presentes a buscar la letra de su nuevo tema llamado “Track1”.
Desde el lateral del escenario estaba atenta la próxima banda en subir al escenario, All Hail The Yeti. No pararon de decir que les encantaba España y el guitarrista de bromear (o no) sobre si alguien tenía alguna sustancia llamémosla “ilegal”. Con la sala ya a medio gas, los californianos desplegaron un show enérgico con temas como “Before The Flames”, "Slow Season" o “Mr Murder”, con la que cerraron su actuación.
A las 21:00 era el turno de los de Alaska. Sin mucha demora, 36 Crazyfists entró a escena con su vocalista Brock Lindow al frente, quién a simple vista parecía un poquito bajo de forma. Pero fueron solo apariencias, ya que estuvo bastante activo todo el concierto, saludando a los fans de las primeras filas y moviéndose de un lado hacia otro del escenario mientras Steve Holt a la guitarra y Mick Whitney al bajo disparaban temas de la banda como “At the End of August”, “I'll Go Until My Heart Stops”, “The Heart and the Shape” o “We Gave it Hell”. Además, repasaron su último trabajo, el cual pareció que tuvo una gran recepción entre el público, especialmente con “Better To Burn”, “Old Gold” y “Below The Graves”.
Pero si me quedo con un instante en que la sala se vino abajo, ese fue con su éxito en mayúsculas “Bloodwork”, que los puso en el mapa con aquel disco ‘A Snow Capped Romance’ en 2004. También hubo momentos divertidos cuando el batería se arrancó a tocar las intros de “Mr Brownstone” y “You Could Be Mine” de Guns N’ Roses, antes de hacerse un pequeño solo. La versión de “We Die Young” de Alice in Chains y “Slit Wrist Theory” pusieron punto y final a un concierto que dejó satisfecho a cada uno de los que estuvimos allí. Esperemos que la próxima visita no se demore tanto como en anteriores ocasiones.
Setlist: Death Eater / At the End of August / Wars To Walk Away From / I'll Go Until My Heart Stops / The Heart and the Shape / We Gave it Hell / Old Gold / Sorrow Sings / Bloodwork / Also Am I / Better To Burn / Below The Graves / Time and Trauma / We Die Young (Alice in Chains) / Slit Wrist Theory
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