Royal Republic

Club Majesty

Arising Empire Records (2019)

Por: Diva Satánica

10

A pesar de que siempre nos persigue el tópico del “ya está todo inventado”, a veces encontramos fórmulas mágicas que nos devuelven la esperanza y la sonrisa. Cuarto trabajo de estudio para los suecos Royal Republic que, aunque cueste etiquetarlos, tienen mucho de todo eso que siempre nos ha vuelto locos y no nos atrevíamos a confesar: disco-rock, garage o kung-fu rock son algunos de los apelativos que han recibido.

Con un riff absolutamente encantador que evoca al funky, da el pistoletazo de salida “Fireman & Dancer”, con la que incluso se atreven a provocarnos con un saxo que invita a la desinhibición más absoluta, mientras nos dejamos llevar por un ritmo frenético que se interrumpe por unos coros en la onda de los mismísimos Queen. Acaban de empezar y ya podríamos decir que son unos genios. Enlazan muy bien con “Can´t Fight The Disco” que, como su propio nombre indica, araña estos sonidos combinados con algún momento en la voz a lo James Brown. Magia para mis oídos. “Boomerang” mantiene las revoluciones con un riff de esos que hacen que sin querer estés dándolo todo mientras entonas en bucle su estribillo. ¿Hay algo que hagan mal? Parece que no, porque al parecer “Under Cover” estaba destinada a formar parte de un spot publicitario para una marca de profilácticos y ha acabado pasando de ser un simple jingle a un temazo en toda regla.

Continúan con “Like A Lover”; más pesada, por momentos bluesera y desde luego el pretexto perfecto para dar un respiro al desenfreno previo. En cualquier caso, invita sin duda a echarse de rodillas al suelo a improvisar con el air-guitar más entregado. Y cuando pensábamos que entrarían en la rueda de la repetición tras “Blunt Force Trauma”, en la que retoman la tendencia anterior más apegada al funky, se despegan por completo rozando el pop electrónico con “Fortune Favors”. “Flower Power Madness” casi parece que ha atrapado a los Red Hot Chili Peppers en casa de Maroon Five. Cuando lleguéis a “Stop Movin” no os lo vais a creer: imaginad que los Beatles le pidieran a Rob Zombie que les produjese un tema. Pues sería éste. De verdad que sigo embelesada, pero con “Anna Leigh” me han enamorado por completo. El mejor estribillo de todo el disco, el mejor riff y la mejor atmósfera setentera de los apenas 35 minutos que dura el disco. Y ya para cerrar, terminan con la divertida “Bulldog”, en esa línea cercana al garage de bandas como Jet que hacen que suban las revoluciones hasta el infinito.

De verdad, sin duda es mi descubrimiento del año. Da igual el estilo de música que os guste, disfrutaréis hasta límites insospechados.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Una banda que abarca muchas influencias musicales dentro de su música y que puede que merezca la pena este nuevo álbum de estudio.

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