The Space Octopus

Tomorrow We'll Be Gone

Art Gates Records (29 de mayo de 2020)

Por: Alfredo Villaescusa

8

La mesura es la base de la ciencia. No estamos seguros si lo ha dicho alguien en ocasiones pasadas, pero ya nos aventuramos nosotros a enunciar una de las verdades universales sobre la vida, el universo y todo lo demás, tal y como se recogía en el título de la segunda entrega de la inolvidable saga “Guía del autoestopista galáctico” de Douglas Adams. Frente a un mundo en el que cada vez proliferan más los bulos de uno u otro signo, conviene mantener los pies en la tierra y conservar cierto equilibrio para no caer en el lado oscuro de la abundancia y la saturación, esa pomposidad y carácter excesivo que a veces tanto daño ha hecho al arte en sí mismo.

Contagiado por esa filosofía autosuficiente y moderada parece este quinto trabajo del trío virtuoso liderado por Dann Hoyos, licenciado Cum Laude por el prestigioso Berklee College of Music, guitarrista de Rise To Fall y metido siempre en infinidad de fregaos de calidad notable. Lejos de esas turras instrumentales de tipos que únicamente pretenden demostrar lo rápido o lo bien que tocan, aquí tenemos un álbum muy liviano, al alcance de todo el mundo, incluso aunque las escalas y los trastes te la traigan al pairo. Un suculento menú del día para el gran público.

Este matiz accesible se refleja desde el  comienzo con “Go On!”, un pistoletazo de salida con garra que podría recordar a los cortes más potentes de Mr. Big, a la par que nos descubre una producción muy cuidada y a un Dann Hoyos a la voz más sólido que nunca, casi cerrando los ojos vendría de inmediato a la cabeza Jeff Scott Soto. “Our Time Is Running Out” posee asimismo el ímpetu necesario para que no decaiga el ritmo en ningún momento y en su estribillo encontramos hasta algún eco neoclásico en la estela Yngwie Malmsteen o Symphony X.

Echan el freno en cierta manera en “This Is The Last Time I’ll Feel”, una pieza más progresiva con destellos hard rockeros pero que no pierde empuje. El tema homónimo reincide en las divagaciones sin ponerse pesado, un poco como el amigo ese que no suele hablar a menudo y que solo abre la boca para dejar al personal epatado con sentencias memorables. Y en “Closer” aflora la vertiente comercial del disco, muy contenida, como otros aspectos del redondo, y sin ahogarse en empalagoso almíbar.

“Only The Brightest Stars” se escucha de buen grado antes de que “To Die For The Outside” se convierta por su combinación de experimentación y energía en uno de los instantes más conseguidos del álbum. Y lo mismo cabría aplicar a “Involved”, con ese arranque impetuoso que evoca el “Who Are You” de The Who. Tras la breve instrumental de “Pause”, no se entendería acabar de otra forma que no fuera con la pura elegancia de leves pinceladas soul de “React”, himno para sosegar de los que pone el corazón en un puño. El epílogo perfecto.

Un trabajo, en resumen, muy para todos los públicos, para hard rockeros o metaleros a los que no les asusta la etiqueta de “progresivo”, pero también para aficionados a las idas de olla y para gustosos de sacarle los tres pies al gato. Lo malo del último caso es que va a resultar complicado poner pegas a una ejecución tan impecable. Talento en bruto.

Alfredo Villaescusa
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