The Red Ravens Society - RBK

The Seventh Melody of Witch

Autoeditado (2023)

Por: Alfredo Villaescusa

8

Hay géneros que te retrotraen de inmediato a una época concreta y entonces piensas lo que estabas haciendo en ese preciso momento vital. Tal es el caso de aquella avalancha de grupos con fémina al frente al comienzo del nuevo milenio que algunos denominaron “góticos”, a pesar de que su propuesta la mayoría de las veces nada tuviera que ver con Bauhaus o The Sisters of Mercy. En realidad, de lo que se trataba era de una suerte de metal sinfónico con voz operística en la estela de los Nightwish de la etapa con Tarja o de los holandeses Within Temptation, que se labraron todo un sello distintivo dentro del género.

Por lo tanto, para entendernos, aquí lo que nos encontramos es una coalición de talentos conformada por la vocalista RBK con el apoyo en el lado instrumental de The Red Ravens Society, con referentes tan característicos como Theatre of Tragedy, Tristania, Sirenia y demás bandas del palo. Cada vez que alguien les llama “góticos”, muere un gatito, no por filias o fobias de cada cual, sino por la imprecisión del término.

Este proyecto surgido de un encuentro casual nos mete de un plumazo en un mundo onírico con “Inception”, donde se perciben truenos, tañido de campañas y el clásico piano para proporcionar la ambientación adecuada a la pieza. Diría que la otrora banda de Liv Kristine podría ser una de las influencias más importantes a lo largo del redondo, con atmósferas muy similares a las de los tiempos de ‘Velvet Darkness They Fear’.

“Immortal” relaja el pistón y se acerca más a aquellos temas colindantes con el folk escandinavo que cantaba Tarja con Nightwish, o Myrkur en sus intervalos más reposados, vaya. Encajaría en un salón de baile vienés con varias parejas dando vueltas de peonza. Para ponerse las mejores galas.

“Dark” reincide en su faceta más orquestal, por lo que uno no se despega todavía del atuendo elegante, y ni siquiera se pone las zapatillas de andar por casa en “Nightmare”, con un comienzo fantasmagórico muy conseguido reminiscente de Kate Bush, una de las más grandes en lo que respecta a crear música de cuento de hadas. Una evocadora guitarra con leves pinceladas electrónicas termina de bordar una de las mayores fortalezas del redondo.

“Witch” reproduce los parámetros de sobra conocidos, aunque, al igual que en el tema anterior, la parte instrumental no renuncia a hacerse notar, algo que desde luego considero todo un acierto. “Burn” refuerza la fijación por las atmósferas tenebrosas y consiguen crear un conglomerado muy decente con una batería marcial, evocadores tonos operísticos y ese piano que se transforma en el aderezo fundamental en un producto de este tipo.

Y para finalizar, pues toca “Soulmates”, un romance de almas gemelas de los de antaño, de los de hablarse durante meses hasta altas horas de la madrugada y luego ni tocarse, todo un acto contracorriente en la era de los mastodónticos burdeles online y las plataformas específicamente para intimar, ese supermercado del sexo fácil que abunda por doquier y relega los sentimientos puros para los frikis irredentos.

Si todavía suspiras recordando aquellos tiempos en los que las distancias parecían insalvables, la gente leía en los transportes públicos en vez de estar abducida por una pantalla y conseguir información requería algo más que un par de clics, entonces seguramente te gustará esta banda. En breve habrá ocasión de comprobar cómo se desenvuelven en los escenarios el 15 de junio en la sala Canal 10 en Saint-Ghislain ( Bélgica) y el 3 de septiembre en la sala Rockville en Madrid. Apunten fechas.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudos ambos temas impregnados de buen Metal Sinfónico por parte de esta banda como son THE RED RAVENS SOCIETY pertenecientes a su nueva placa de studio.

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