Suso Díaz & The Appaloosas

Love, Loneliness & Conclusions

MusicHunters Records (2023)

Por: Alfredo Villaescusa

9

Suele pasar en ocasiones que el resultado final no es el que uno tenía en mente al principio. Ya se sabe que las obras de arte acostumbran a ser entes caprichosos que a menudo no obedecen leyes racionales y pueden lo mismo tomar otro sendero al esperado que arremolinarse en torno a un punto y decidir que de allí no se mueven. La naturaleza inexplicable del hecho artístico, una de las pocas pulsiones contemporáneas que todavía no ha sido echada a perder por los apóstoles de la inmediatez.

Un poco esto último que comentábamos le sucedió a Suso Díaz allá por 2020,  cuando grabando un disco se topó con una pandemia y ese hecho inaudito condicionó mucho más de lo que pensaba el proceso. Frente a otros que fueron incapaces de componer nada en aquella época incierta, este tipo, junto con su banda The Appaloosas, facturó este conglomerado de canciones oscuras, arrastradas, pero también con un atisbo de esperanza. Si eres de los que se le pone la piel de gallina con el carácter crepuscular del ‘Nebraska’ de Springsteen, deberías pegar una escucha inmediata a esto que detallamos.

“Nobody Calls” establece de inmediato las coordenadas con un rock americano sosegado, pero con toneladas de épica y fragmentos impresionantes, de esos de contener la respiración. Los fans de Tom Petty o The Band también deberían estar al loro. O los de Quique González, si nos ponemos patrios.

Los sintetizadores de “Broken Bones” pegan un considerable giro de timón para acercar la propuesta a The National o The Killers, pese a que la sobria voz de Suso esté bastante lejos de los tonos efectistas de Brandon Flowers. Una maravilla, en cualquier caso.

“Jinglin’ Around” sube todavía más la apuesta para los amantes de la música de raíz, con un acercamiento claro al Springsteen íntimo de ‘Devils & Dust’ o incluso ‘The Ghost of Tom Joad’. Y “Love” continúa ese camino por los sonidos tradicionales del nuevo continente con notable acierto y un derroche vocal encomiable que da lugar a una interpretación sobrecogedora.

En “Hollywood” uno podría esperar fuegos artificiales con semejante título, pero aquí la emoción no se basa en el oropel de las grandes producciones, sino en detalles mucho más sencillos, como en esa curiosa mezcla de country rock con pinceladas góspel que nos proponen. “Riverside” engaña, pues se antoja en un comienzo reposada, pero se va desbocando a medida que avanza la pieza, legándonos uno de los picos del álbum a nivel emocional.

“Mother” demuestra lo que puede dar de sí una simple guitarra acústica y una voz con personalidad y experiencia a sus espaldas, un remanso de paz que se escucha con agrado. La guinda a esta profusión de talento la pone “Installment Plan” sobre algo tan mundano como poner plazos a los sueños. ¿A quién no le habrá pasado?

En suma, un trabajo sobresaliente que no se podría encuadrar en una categoría concreta como country rock, música de raíz, blues rock o lo que sea, porque se trata de todo eso y mucho más. Para mentes realmente aperturistas. Si en estudio consiguen llamar la atención de esta manera, no me quiero imaginar cómo será su poder a escasos metros de distancia.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

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