Crítica de Rockbender: Hay una solución - MariskalRock.com : MariskalRock.com

Rockbender

Hay una solución

Animal Records (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

Pasarán miles de años y todavía permanecerán aguerridos aquellos a los que las modas del momento se la traen al pairo. Los experimentos pueden estar bien para unos instantes determinados, pero siempre agradará volver a esos sabores clásicos de siempre que no sorprenden lo más mínimo y precisamente por eso son geniales. De sobra es sabido que no puede haber comparación posible entre un imbatible cocido de toda la vida frente a cualquier soplapollez deconstruida.

Si algo tiene de positivo esta banda valenciana formada en 2012 es que no se esfuerza lo más mínimo es buscarle los tres pies al gato en este segundo trabajo. Aquí se rinde homenaje a AC/DC, Airbourne, Rose Tattoo, Status Quo, Obús, Los Zigarros, Barón Rojo y todo aquello que debería constituir la educación musical mínima de cualquier persona de bien. Todo un festín de lo previsible que desde luego deja extasiado.

“Cállate” marca las coordenadas con un riff que evoca el “You Shook Me All Night Long” de Angus Young y compañía antes de que pillen velocidad de crucero evocando rock marsupial con galones. “Hoy toca ensayar” mantiene las ganas de agitar la cabellera con un impagable tono macarra que ya nos dice que “solo seis cuerdas, no hace falta más”. Lo cierto es que, con este combo, menos siempre es muchísimo más.

“Rompí las reglas” cuenta con otro de esos imbatibles riffs para quedarse sin cuello. Entre tanto pedante y tipo que va de interesante, qué gustazo da escuchar de vez en cuando algo que te llega a la primera y no hay más vuelta de hoja. “No hay dolor” nos presenta la primera colaboración del redondo, nada más y nada menos que Carlos Escobedo (Sôber), al que la verdad no imaginaba en un registro similar. Y pasa la prueba con nota en una pieza con agallas para regalar y coros también para enmarcar.

“Paso mucho” pisa el acelerador y nos lega cierto aire sucio a lo Motörhead, tanto en las guitarras que se te clavan en las entrañas como en esa letra que sin duda evoca el inmortal “Ace of Spades”. Vamos con todo. “El Pacto”, por su parte, es otro tratado de ortodoxia rockera con el Maligno como protagonista y punteos de los de pillar escoba que da gloria oírlos.

“Ponme de beber” parece la banda sonora ideal para comenzar la farra de sábado, con litros de alcohol derramando casi en cada nota y un Txus Di Fellatio (Mägo de Oz) que también sorprenderá en un registro al que nos tiene poco acostumbrados últimamente pero rememora la época de actividad de Burdel King. Nos lo dejan bien claro: ¡puños en alto por el rock n’ roll!

La homónima “Hay una solución” rezuma positivismo por los cuatro costados con un ritmo deudor de Airbourne. ¿Estás viviendo uno de esos días de bajón en los que te pesa hasta el alma? Pues enchufa esta pieza a volumen ensordecedor y verás cómo tu perspectiva cambia. Vale, es probable que no se solucionen los problemas, a tanto no llega su magia, pero seguro que desaparecerán por unos minutos.

“Siento el Rock ‘n’ Roll” mira quizás hacia el hard rock de regusto internacional, en plan Gotthard, pero sin olvidarse de ese poso aguerrido que nos ha acompañado a lo largo del álbum. Una apelación a esos principios que nos hacen sentir vivos y por los que nos levantamos cada mañana.

Algún repipi dirá que las canciones suenan iguales o alguna majadería por el estilo, pero ya lo hemos dicho antes, no nos interesan esas composiciones que sientan cátedra o aspiran a cambiar el mundo. Lo que aquí se nos ofrece tiene más que ver con las entrañas y los instintos primarios que no entienden de remilgos políticamente correctos. Pilla una birra y dale caña como si no hubiera un mañana.