Reeper

Get Your Ecstasy

Loyalty Label

Por: Alfredo Villaescusa

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Esa conocida cantinela mascullada por los más viejos del lugar de que ya no salen grupos de hard rock o heavy metal que merezcan la pena tiene los días contados. Una falacia similar a la de los inmigrantes que vienen a quitarnos el trabajo o cualquier otro bulo propagado por la extrema derecha. Y al igual que en esas dudosas noticias que avergüenzan a la inteligencia, aquí tenemos motivos más que contundentes para pensar que realmente existe esperanza incluso en los ámbitos trillados hasta reventar. Siempre quedarán en pie algunos cruzados para levantar con orgullo el estandarte.

Esto último es lo que sucede con este prometedor proyecto de Elías Andrada, guitarrista argentino afincado en Girona. Un debut con aspiraciones internacionales y producción cuidada que da lustre a unas composiciones que beben a paladas de los ochenta, pese a que también pueda sentirse un leve halo de rock alternativo noventero. Todo ello completado con un vocalista sobresaliente en su rollo como es Dagarod o el reconocido multiinstrumentista David Palau, que en esta ocasión se ocupa del bajo y teclados, aparte de esa descomunal labor realizada desde el estudio de grabación.

Los que prefieran los experimentos con gaseosa están de suerte, pues apenas hay rastro de eso en este redondo. El comienzo potente con “Egypt” ganará de inmediato adeptos entre los aficionados al hard rock angelino, del mismo modo que “Shelter In The Night”, antes de que pisen a tope el acelerador en un “Don’t Look Away” que recuerda en demasía a los Skid Row de “Slave To The Grind”. “Disappear” afloja levemente el pistón, pero cuenta con unos coros a lo Dokken de caerse al suelo. Y en “Under The Skin” demuestran que se puede componer baladas emotivas a la antigua usanza sin acabar engullido por el almíbar. Impecable, talento para regalar.

Pero después de relajarse en el sofá entran ganas de jarana, así que habrá que pillar las botas camperas y dirigirse al garito más cercano cantando “Saturday Night”, perfecta para animar cualquier sarao incluso entre semana, canalleo al máximo. Un órgano Hammond aporta distinción a la garra que posee “Wicked Soul” antes de que volvamos a darnos un voltio por Sunset Boulevard en “Final Destination”. Desde luego que ese debería ser el destino final de cualquier farra épica.

Y la cabellera se te moverá inevitablemente con “No Mercy In Me”. Aquí vuelvo a pensar en las piezas más tralleras de Dokken, previamente a bajar el telón con toda la clase posible en “I Lost Time”, otro agarrao para arrimar cebolleta sin perder la dignidad por el camino. Un epílogo de altura.

Quizás el problema de los agoreros resida en que no están lo suficientemente informados o les falta valentía para salir de su zona de confort de los tres o cuatro grupos de siempre. A nosotros nos ha sentado genial este paseo por la costa oeste norteamericana. Lo único malo es que ha sido corto, pero ya se sabe que las mejores cosas en esta vida suelen ser muy breves. Un orgasmo musical de agarrarse hasta los pelos.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

9 comentarios

  • Juandie dice:

    Interesante proyecto en el que ha metido este buen hacha argentino dándole de lo lindo al Hard Rock como se aprecia en ambos videos musicales. Será un buen álbum sin duda.

  • Marqués de Gañanpagar dice:

    Pesadito el villaexcusas con meter sus obsesiones políticas por todos lados... Tila, chaval, que esto no es un blog de podemos...

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