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Crítica de No Quiero: Tóxico

La banda proveniente de Bizkaia No Quiero lo ha vuelto a lograr. Ha ofrecido al mundo un gran trabajo de estudio con canciones poderosas, contundes, cargadas de unas letras descriptivas, reflexivas, con fuego, y todo esto con su sello y sonido inconfundible.

En primer término, nos invitan a un recorrido inmersivo por su disco con “Toma de control”, la cual se va metiendo lentamente debajo de nuestra piel con un estribillo muy pegadizo. Con “Amarillo” dan rienda suelta a una crítica plena a los medios de comunicación. La pieza podría ser extrapolable a casi cualquier país en estos tiempos en donde “internet es la biblia del saber sin conocer”.

El recorrido prosigue con el plano secuencia que nos ofrecen en “Sexy Jane” y con un evidente leitmotiv, el cual, a veces nos invade en nuestro interior cuando recordamos ese amor pasajero de verano, primavera, invierno o quizás de alguna noche suelta en algún rincón perdido de este universo.

Rítmicamente dice presente “Esos años”. Una canción para poner a mover nuestros huesos al completo. Con la misma, demuestran la amplitud de sonidos que buscan adentro de su evidente espíritu de rock. Acto seguido, dan rienda suelta a la visceral pieza que da nombre al disco, la incendiaria “Tóxico”. Suban el volumen, olvídense de todo y lleguen a la estratosfera con ella.

Se podría definir a este honesto trabajo de No Quiero como un film coral donde cada uno de los miembros aporta su dosis de talento, contundencia y sabiduría creativa. A todo esto hay que sumarle esos personajes del propio universo artístico del combo vasco que tienen especial protagonismo en sus trabajados videoclips y que, en cada canción, se hacen presentes en forma de espíritus para invadir nuestro esqueleto y el de nuestra cuadrilla.

Prosiguiendo nuestro recorrido por el LP, llegamos a “Elisa”: “su recuerdo mi creatividad”, sostienen en la misma. La protagonista bien podría ser una emperatriz imaginaria o no, quién sabe. Lo importante es que no se pierdan en vivo el solo de guitarra de la misma porque garantiza un recorrido astral absoluto.

En la recta final, nos muestran con “Mentiras” una historia donde describen a un personaje de esos que nos encontramos, lamentablemente, muchas veces a lo largo de la vida. Una de las más redondas del disco con una voz que está en ebullición. Especial atención a su gran videoclip.

Con “Déjate llevar (io io)”, vuelve la parte mas bailable del grupo. Una pieza con la que la banda muta en serpiente rítmica y a través de su mordida nos inyecta un veneno certero y letal que nos hace entrar en trance.

El cierre de este disco, que se hace con el testigo que permanecía en poder de su debut, ‘Monterey’, es por todo lo alto con “La verdad”. Un grito desgarrador, acompañado por unas contundentes líneas de bajo, donde el aroma a traición sobrevuela la historia.

En definitiva, ‘Tóxico’, el segundo trabajo de estudio de No Quiero, es un disco versátil, contundente y que nos ofrece a través de su rock ese alimento vital que necesitamos para el día a día.

Escucha ‘Tóxico’ en Spotify:

Redacción

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