Duro

Pandemia

Autoeditado (2021)

Por: Alfredo Villaescusa

9

Recuerdo una entrevista en la que cierto vocalista se quejaba de que hoy en día teníamos heavy metal melódico, progresivo o acompañado de mil y un calificativos, pero en cambio resultaba complicado encontrar un combo que se declarara orgulloso de tocar metal sin ningún tipo de aditivo. Tal vez con el rock suceda lo mismo y para que nos llame la atención algo sea fundamental incluir un adjetivo rimbombante de esos que te dejan con el culo torcido. Así de especialitos nos hemos vuelto.

En ocasiones, conviene olvidarse de mandangas y apostar por la sencillez sin paliativos, como hacen estos cántabros de nombre corto y efectivo que definen lo suyo como “rock a secas”. Sin tonterías. Los aficionados a las exquisiteces, emulsiones de ostras, tortillas deconstruidas y demás pueden hacer cola en otro sitio.

Ya de entrada, es genial que se recupere esa casi olvidada tradición de los álbumes que no llegan siquiera a la media hora y que por ese motivo, entre muchos otros, entran como un tiro, un chupito para pillar energía ante las diversas vicisitudes de la vida cotidiana. Ojo, eso no quiere decir que su música se antoje simple cual mecanismo de un chupete, más bien sucede lo contrario con estos oriundos de Cabezón de la Sal (Cantabria).

De esta forma, “Querida humanidad” comienza apoyada en riffs enérgicos deudores de Alice In Chains en su faceta más contundente, aparte de cierto halo Sôber, sobre todo a nivel vocal. Como se podrá imaginar por el mismo título del disco, gran parte de las letras abordan lo que hemos vivido desde marzo de 2020, en este sentido hacen un soberbio trabajo al abordar distintos aspectos de la pandemia.

La creciente polarización de la sociedad aparece retratada con notable acierto en “Normal”, otro corte con empuje con el que inevitablemente moverás la cabeza si no estás muerto de espíritu. “El limbo” pisa el acelerador e imprime un ritmo frenético en otra pieza que no tiene desperdicio desde ningún ángulo posible, mientras que añaden cierta épica con unos coros en el inicio de “Camino”, con otra reseñable letra cargada de actitud vital. ¡Cuántas veces habremos escuchado aquello de que lo importante no es la meta sino el trayecto en sí!

El homónimo “Pandemia” no defrauda ni tampoco baja el pistón, uno de sus aciertos está sin duda en conseguir mantener el ímpetu por mucho que bajen las revoluciones. La guitarrera “Tu bombón” se aleja de la temática pandémica y nos sumerge en el ambiente de los garitos nocturnos y en aquellos asuntos mundanos de los que solían hablar los grupos antes del coronavirus. Sin dejarse actitud por el camino, “Grita” implica lo que sugiere el nombre, por lo que suponemos que en las distancias cortas debe ser la bomba.

Un álbum soberbio que se pasa como un visto y no visto, por lo que no sería descabellado que te lo escuches dos o tres veces del tirón. Quizás desearíamos en secreto que durara un poco más, pero ese es precisamente uno de los grandes encantos de este lanzamiento. Rock a la yugular sin florituras ni mierdas. Tómalo o déjalo.

Alfredo Villaescusa
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