Crítica de Color Mendigo: Botón de pánico/ Todo vuelve a cero/ Te van a decir que no

Color Mendigo

Botón de pánico/ Todo vuelve a cero/ Te van a decir que no

Autoeditado (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

Los aperitivos deberían cumplir siempre la función de captar la atención y despertar al paladar ante la degustación de un inminente manjar. Se trata de preparar a cuerpo y mente para una explosión de sabores que probablemente tardaremos un tiempo en olvidar si el producto ha sido cocinado a fuego lento y con esmero. Nunca será igual el tentempié que se deglute de manera casual a uno de esos contundentes platos tradicionales para sentarse a la mesa y tomárselo con tranquilidad.

Este proyecto del chileno José Pinto parece que pertenece a ese selecto grupo de artesanos que prefiere esperar antes que lanzar algo sin la calidad requerida. Tal vez por eso ha optado por la estrategia de editar breves píldoras que vayan haciendo la boca agua de cara a un segundo álbum que está previsto que vea la luz a finales de 2022.

De esta forma, “Botón de pánico” se torna una suculenta propuesta de marcado corte alternativo, pero sin hacer ascos tampoco a los sabores de toda la vida que triunfan en la mayoría de situaciones imaginables. Durante los últimos años hemos vivido en una sociedad dominada por el miedo en la que se ha aprovechado precisamente este último para todo tipo de tropelías antidemocráticas. Ese ambiente opresivo está captado a la perfección en esta pieza con evidente deuda hacia Rage Against The Machine o Audioslave.

“Todo vuelve a cero” acusa recibo del mismo modo de los de Tom Morello y no se corta a la hora de abordar un asunto como el del calentamiento global con una llamada a la acción frente a la pasividad con la que suele acogerse esta problemática que viene ya desde hace décadas. Si en su día disfrutaste con el sonido Seattle, no te decepcionará lo más mínimo.

Y su último sencillo “Te van a decir que no” se escora todavía más hacia el rock contemporáneo con vocación de estadios tipo Royal Blood que no pierde de vista el legado de los clásicos. Mencionar la cuidada producción que le otorga al tema bastante atractivo, así como esa letra de poso combativo que incita a levantarse del sofá y hacer de una vez la revolución. Pequeñas balas para ir preparando la guerra en las calles. Todo un toque de atención ante la despiadada indiferencia.