Cas de Rojas

Cas de Rojas

Dulcimer Songs (2024)

Por: Javier Pérez

7.5

Paz, el nombre de uso diario que se convierte en Cas (de Rojas) cuando se mete de lleno en el mundo de la música, es una nueva voz que aparece en el panorama nacional, irrumpiendo con personalidad, grandes ideas y mejores intenciones.

Debuta en el mercado discográfico con un LP homónimo, en el que la intención es poner en primer plano todo su concepto global, ese inspirado en la música de los 70 y 80, maquillados y matizados por su impronta. Lo ha producido Paco Ortega y se ha grabado en Musigrama, un estudio de prestigio.

Como decíamos, se mueve en estilos y corrientes de grandes tiempos pasados. La mezcla de rock en su asignación más patente, las melodías pop que recorren ciertos pasajes, unas letras inspiradas con mucho que contar y una voz muy personal, con registros rasgados y potencia bien llevada componen y completan un trabajo persistente, consistente y de escucha fácil pero sutil, de asimilación temprana, pero de necesaria atención a sus valores y sus detalles.

“Pura fachada” es la encargada de abrir el redondo. No sé a quién irá dedicada, pero la música directa se entrelaza con una letra en la que se despacha a gusto, sin caer en lo ordinario. Termina resultando de lo más explícito, directo y, de paso, de lo mejor. En “Dices” la elegancia ocupa los surcos, manteniendo una línea con garbo. “Andar” es la única que no ha compuesto Cas; tal honor se lo lleva una leyenda como Evangelina Sobredo (Cecilia), y se ha revisado para ponerla al día.

“Yo quiero ser como tú” es la primera concesión a lo que entendemos por un medio tiempo o balada al uso. La cadencia se relaja, la letra lo ilumina y los espacios entre instrumentos se hacen visibles. A mí me gusta mucho “El puerto”, historias de vida y música, reflejo de tantos y tristeza por la pérdida.

De desamores se viste “Lunes de mayo”; lírica nostálgica para recuerdos que cualquiera podrá hacer suyos. Pop rock con gracia que rueda con soltura. El pistón vuelve a bajar para presentarnos “Viviendo por todos”, una segunda concesión a la relajación que guarda relatos explicados con las entrañas.

Poco a poco vamos llegando al final, y de camino aparece “Antonio”, de vuelta a la soltura musical con una letra triste pero, lamentablemente, en boga. Otra de las que mejor acabado tienen. La última caída de revoluciones es para “Mentiras”, con punteos que guitarra que relanzan el tema saliéndose por la tangente. Ahora sí acaba todo; lo hace con “Dejar las cosas como están”, una conjunción de todos los puntos por los que se mueve esta primera entrega.

Me ha cautivado la voz de Cas; creo que con su propuesta directa, intimista, realista, motivadora e inspiradora ha puesto una primera piedra en un camino que ha de ser largo. La autenticidad que recorre cada ritmo, cada letra y cada sentimiento merecen su espacio en el entramado musical del rock facturado por estos parajes.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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