Cinco discos que hicieron grande el nu metal celebran su XX aniversario

28 enero, 2020 4:56 pm Publicado por  20 Comentarios

Tras la muerte de Kurt Cobain en 1994, la industria musical perdió al icono que representaba el mundo del rock en aquel momento, haciendo que el grunge perdiera fuelle. Así que hubo que inventarse una nueva moda musical. Esta nueva moda fue el nu metal (nuevo metal), con Korn como abanderados. Este nuevo género se caracterizaba por sus guitarras pesadas con mucha distorsión y la incorporación de elementos propios del hip hop.

El nu metal tuvo muchísimo éxito a finales de los 90 y principios del 2000, y los que en aquella época llevábamos sudaderas con capucha, pantalones anchos y unas Converse de skater nos acordaremos muy bien de algunos discos que cumplirán 20 años en este 2020.

Linkin Park: Hybrid Theory

El que puede que sea el mejor disco de sus siete fue este álbum debut, que hizo que lo petaran a nivel mundial. Este disco ejemplifica perfectamente el género combinando riffs pesados de guitarra, bases rítmicas hiphoperas y partes vocales que van desde un pop melódico en plan boy band hasta el metal más agresivo, siempre acompañadas de los rapeos característicos del nu metal.

El disco es muy accesible ya que no cae en dogmatismos musicales ni en excesiva estridencia. La mezcla de géneros casaba muy bien porque no era ni excesivamente ñoño ni muy duro, haciendo el disco apto para todo tipo de oídos. Por esta razón alcanzó tanta relevancia y fue uno de los culpables del auge del nu metal por aquellos días.

El grupo los formaron Mike Shinoda (guitarra rítmica y voces rapeadas), Brad Delson (guitarra líder) y Rob Bourdon (batería), a los que luego se unieron Dave Farrell (bajo) y Joe Hahn (sintetizadores, teclado) y un cantante principal llamado Mark Wakefield. Con el nombre de Xero trataron de lanzar un disco, sin éxito, lo que hizo que Wakerfield abandonara el proyecto. Tras su abandono, la banda buscó un nuevo cantante, y les tocó la lotería cuando encontraron a un joven llamado Chester Bennington. Con el nuevo cantante, la banda grabó bajo el nombre de Hybrid Theory (por su propuesta híbrida entre hip hop y metal), pero cambiaron su nombre al de Linkin Park en honor a un parque de Chicago.

En el disco destacan los temas “One Step Closer”, primer sencillo del álbum y canción con la que se dieron a conocer, “Crawling”, donde se combinan muy bien las partes melódicas con las rabiosas y en la que el rap no tiene mucho protagonismo, y la indispensable “In the End”, hit del grupo y resumen perfecto de su estilo.

Riffs potentes, bases de hip hop, letras sobre frustración, tristeza y desamor escritas por el atormentado Bennington que supieron conectar con la muchachada de aquella época.

Deftones: White Pony

Deftones fue uno de los grandes grupos dentro de la escena del nu metal, y lo fue porque trató a toda costa de parecer otra cosa, saliéndose de los convencionalismos, experimentando y arriesgando, dejándose llevar por su inconformista líder Chino Moreno.

White Pony fue un disco arriesgado, en el que Deftones se aleja de la línea de sus discos anteriores. En el disco, la banda se aparta del nu metal para hacer una mezcla rara y magnífica que rinde homenaje a grupos como Faith No More, Tool, Depeche Mode o Hum. De hecho, la portada de White Pony se parece al ‘You´d Prefer an Astronaut’, tercer disco de Hum.

Destaca en el disco el hecho de que Moreno deja de lado su parte rapera para poder liberar su talento vocal, ofreciendo melodías suaves y atmosféricas. Para conseguir esto, la labor de Delgado (que no participa en los discos anteriores) en los platos fue clave. Dos ejemplos de este cambio son “Digital Bath” o la impresionante “Passanger”, donde Deftones rinde homenaje a la influencia que Tool ejerció en el sonido de ‘White Pony’, y nos ofrece una maravilla de duelo de voces juntando a Keenan y Moreno. También colabora en el disco uno de los grandes de la época, el desaparecido cantante de Stone Temple Pilots, Scott Weiland, en la canción “Rx Queen”.

Pero no creamos que en el disco son todo susurros y atmósferas. Los de Sacramento desatan su rabia y las siete cuerdas de Carpenter cobran el protagonismo que había cedido en partes del disco en la cañerísima “Elite”, que encajaría perfectamente en su primer disco, por los riffs graves y los gritos de Moreno. La otra canción trallera del disco es “Korea”, donde Moreno se deja la voz y todo vuelve a sonar crudo y pesado.

Disco de obligado consumo que en su día quizás dividió a los fans de Deftones, pero que, con el tiempo, se ha demostrado que es una joya.

Papa Roach: Infest

Papa Roach se dio a conocer al mundo con este ‘Infest’, su segundo disco y el más exitoso. La banda sigue en activo (los días 16 y 17 de febrero estarán en Barcelona y Madrid), sacando discos (11 en total) y manteniendo prácticamente la misma formación desde 1997. Aunque empezaron en 1993, no fue hasta 1999, año en el que firmaron con DreamWork Records, que empezaron a tener éxito. En primavera del 2000 salió el disco y vendieron 30.000 copias la primera semana, comenzando a girar por EEUU y Europa, haciéndose muy populares.

La fórmula de Papa Roach no tenía ningún secreto: un cantante, Jacoby Shaddix, que alternaba el rap, la melodía suave y el berrido. La guitarra de Jerry Horton proveía de riffs simples que explotaban las partes vocales agresivas, y Buckner y Esperance a la batería y al bajo marcando el ritmo de cuándo había que mover la cabeza y cuándo había que saltar.

Lo dicho, nada nuevo que ofrecer, pero molaban. Letras que hablaban sobre problemas familiares y frustración adolescente con partes cañeras y estribillos pegadizos. No necesitábamos más.

La primera parte del disco es donde se concentran la mayoría de los temazos. El single “Last Resort”, la enérgica “Broken Home” o la canción que da nombre al disco, “Infest”, se encuentran entre las seis primeras. A partir de la sexta, el disco baja un poquito (era difícil mantener el nivel) hasta la última canción, “Thrown Away”, que esconde el bonus track “Thighrope”, en el que Shaddix habla sobre inseguridades de juventud sobre un fondo musical casi de reggae.

Con los años, Papa Roach ha ido perdiendo el rap y la calidad de este primer disco, pero sigue en la brecha.

Rage Against The Machine: Renegades

Sobra explicar muchas cosas de Rage Against The Machine.

A diferencia de los grupos anteriores, RATM no era nu metal, pero todos los grupos de nu metal se inspiraron en RATM. Aunque este podría ser el disco que menos se acercaría al género de toda la discografía de la banda.

Este disco salió en diciembre del año 2000, dos meses después de que el cantante, Zack de la Rocha, anunciara su marcha. En la portada aparece la palabra RAGE en lugar de la palabra LOVE del mítico cartel pop de los años 60.

‘Renegades’ está compuesto íntegramente por covers de las bandas que más les habían influenciado musical y políticamente. Aquí encontramos canciones de estilos y artistas de todo pelaje: desde Springsteen hasta Minor Threat, pasando por Rolling Stones o Devo. El grupo  reinterpreta los temas sin quitarles su esencia original, pero con el inconfundible sello de la casa: diabluras a la guitarra, rabia en las voces y contundencia funk en el bajo y en la batería. Sorprende la interpretación de la canción “Beautiful World”, muy alejada del estilo RATM, y la de “Maggie's Farm”, original de Dylan, que la banda hace tan suya que podría haber salido en cualquiera de sus discos anteriores.

Grandísima despedida discográfica de una de las bandas más grandes de los últimos 30 años.

Limp Bizkit: Chocolate Starfish and the Hotdog Flavoured Water

Turno para los de Florida. Limp Bizkit es un grupo que te puede generar dos sentimientos: o lo odias de primeras, o lo acabarás haciendo. Pero en el año 2000 sacó este disco, que en mi opinión, es un discazo.

Y digo esto de que acabarás odiándolos porque es difícil que su cantante, Fred Durst, te caiga bien. El tipo era otro chico blanco que trataba de imitar a los raperos gangsters negros (parece que se crió en un barrio predominantemente negro) con chulería, misoginia y cierta imbecilidad. Debido a esta actitud chulesca, tuvo enfrentamientos y polémicas con otros artistas (Trent Reznor o Slipknot).

Bueno, no todo será rajar al bueno de Fred. Este ‘Chocolate Starfish and the Hotdog Flavoured Water’ es un muy buen disco. Y lo es, sobre todo, por el excelente trabajo de Wes Borland a la guitarra. La creatividad de Borland fluye a raudales durante las 15 canciones del disco: buenos riffs, melodías muy creativas, uso de mil efectos... Además, sus estrafalarios looks y sus disfraces hacían que solo el guitarra fuera un espectáculo digno de presenciar.

También en el disco se incluyen canciones que llegaron a ser muy populares en la época, como “Rollin’”, “My Way” o “Take a Look Around”, que formó parte de la banda sonora de la película ‘Misión Imposible 2’.

Forolo

Redacción
Etiquetas: , , , , ,

Categorizado en: ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

20 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *