Bruce Dickinson llega a Madrid: Repasamos su hiperactiva vida

22 febrero, 2019 3:50 pm Publicado por  1 Comentario

El próximo martes, 26 de febrero, llega al Teatro Rialto de Madrid 'A Conversation With Bruce Dickinson', la charla en la que el vocalista de Iron Maiden presentará su autobiografía “What Does This Button Do?”. Una oportunidad única para conocer de primera mano sus impresiones sobre todo lo imaginable, desde su propia obra hasta la actualidad política.

Según hemos podido conocer de la gira de presentaciones que ya ha realizado por todo el mundo, nos esperan momentos para la diversión, momentos en los que descubrir curiosidades que nadie espera e incluso momentos para la reflexión para los que será bueno haber repasado las últimas lecciones de inglés.

Las miles de anécdotas y vivencias personales que Dickinson compartirá con los asistentes no son de extrañar sabiendo la vida que ha llevado el cantante, piloto, escritor, tirador de esgrima, cervecero y tantas cosas más que Mariano Muniesa repasa en el siguiente artículo.

Paul Bruce Dickinson nació en Worksop, Nottinghamshire, Inglaterra el 7 de agosto de 1958, hijo de un matrimonio de clase obrera que tuvo que contraer matrimonio precipitadamente al quedarse embarazada su madre inesperadamente. Ante las penurias económicas de la familia, Bruce pasó de niño largas temporadas en casa de sus abuelos, que de hecho fueron quienes en cierta manera le inculcaron la pasión por la música, ya que le regalaron el single de los Beatles “She Loves You” por su cumpleaños al observar como al chaval le encantaba la música y pasaba horas y horas escuchando los programas musicales de la radio británica de la época.

A la edad de 12 años obtuvo una beca para estudiar la enseñanza secundaria en el Instituto Oundle, un internado público en donde descubrió el rock, en especial cuando escuchó el álbum 'Deep Purple In Rock', que según ha afirmado siempre, le impresionó tanto que fue el disco que le despertó la ambición de poder llegar a ser algún día músico en una banda. Aprendió a tocar de manera muy básica la guitarra pero sin embargo, en un primer momento, optó por tocar la batería en las primeras formaciones de aficionados en las que estuvo en esos años del Instituto.

A pesar de ello, Bruce no pensaba seriamente en dedicarse al rock, aunque le gustaba y era todo un fan de grupos como Black Sabbath, Emerson, Lake & Palmer, Jethro Tull y Deep Purple. Le atraía el mundo militar - formó un club de juegos en el Instituto, los cuales la mayoría eran sobre estrategia y tácticas de guerra - y de hecho se presentó como voluntario para hacer el servicio militar en cuanto tuvo la edad que establecía la ley, con idea de reengancharse y hacer carrera dentro del ejército, ya que su tío había sido aviador de la RAF -llegó a participar en la batalla de Inglaterra- y su padre trabajó como mecánico de vehículos del ejército, pero al terminar su licenciatura, prefirió dejar el cuartel y entrar en la Universidad de Queen Mary de Londres donde se matriculó en la carrera de Geografía e Historia.

De Speed a Iron Maiden

Lo cierto es que no sabía que iba a hacer con mi vida” - ha señalado Bruce Dickinson acerca de estos años previos a entrar en la música- “Para mi familia fue una gran decepción que abandonase la carrera militar, y entré en la universidad como podría haber entrado en una fábrica de tornillos. Pero no había muchas opciones. A mediados de los 70 más de la mitad de los jóvenes de mi edad estaban en paro”.

Pero en la universidad volvió a recuperar el interés por el rock, sobre todo cuando conoció en clase al guitarrista Paul "Noddy" White, con el que formó su primera banda más o menos seria, a la que llamaron Speed y con la que llegaron a hacer algunas actuaciones en los clubes universitarios y algunos pubs, pero el proyecto no cuajó y ocho meses más tarde, el grupo ya no existía. Ahora bien, Bruce Dickinson, que en Speed empezó a cantar, se decidió a ser frontman de una banda de rock. En 1978 entró en una banda lamada The Shots que puso un anuncio en la revista Melody Maker buscando cantante y estuvo con ellos tocando regularmente por los clubes del undergroud londinenese hasta que en 1979, al acabar un show del grupo, Barry Graham y Paul Samson se acercaron a Bruce y le ofrecieron ser el nuevo cantante de su grupo, Samson, que ya tenían un disco editado, trabajaban con una agencia de management profesional y estaban ya preparando material para un próximo álbum. Nuestro hombre aceptó encantado y debutó con Samson en directo el 6 de enero de 1980 en un club de la localidad de Bishop´s Stortford.

La etapa de Bruce Dickinson en Samson fue breve pero intensa; grabó con ellos dos álbumes de estudio, 'Head On' (1980) y 'Shock Tacticks' (1981), tocó en los festivales de Reading de 1980 y 1981 e hicieron tres giras por el Reino Unido. De hecho, Bruce siempre ha guardado un recuerdo muy especial de su paso por el Festival de Reading de 1980. “El día que tocábamos Samson, tocaban también Iron Maiden un par de horas más tarde y mientras el resto de la banda, como era su costumbre estaban más interesados en conseguir drogas y saquear las cervezas de los camerinos, yo me quedé a verles. Me parecieron sensacionales, eran músicos excelentes y me di cuenta que eran un grupo sólido, bien estructurado, que había mucho trabajo y mucha profesionalidad detrás. Pensé para mis adentros: sería un sueño poder llegar a ser algún día el cantante de esta banda”.

Ciertamente, Bruce Dickinson, o Bruce Bruce, como se le conocía en esa época de nombre artístico, se decepcionó muy pronto con Samson. Estaba decidido a dedicarse a la música en serio, a vivir de ello y a trabajar duro, pero según su relato, sus compañeros eran la clase de músicos que estaban en el rock business por las groupies y la cocaína. Si a ello se le suma que los problemas con su management eran terribles y que su compañía discográfica tenía una pésima relación con ellos, se dio cuenta de que la banda estaba condenada a deshacerse antes o después.

Por su parte, a mediados de 1981, Steve Harris había tomado la decisión de cambiar de cantante en Iron Maiden y de prescindir de Paul Di Anno en cuanto encontrase el vocalista que pudiera ser el mejor reemplazo posible para la doncella. Quiso la casualidad que justo un año después de que Bruce viera la legendaria actuación de Iron Maiden en Reading '80, Steve Harris viera el show de Samson en ese mismo escenario en Reading '81. Nada más terminar la actuación de Samson, Rod Smallwood y Steve Harris se acercaron a Bruce Dickinson y le invitaron a hacer una audición con el grupo cara a entrar como nuevo cantante. La audición se llevó a cabo justo al día siguiente en Hackney y tras ensayar entre otras “Prowler”, “Sanctuary”, “Running Free” y “Remember Tomorrow”, el 31 de agosto de 1981 Bruce Dickinson se convirtió en el nuevo cantante de Iron Maiden.

1981-1993: Los años de gloria de Iron Maiden

Bruce Dickinson encajó a la perfección en el grupo y aunque por cuestiones legales no pudo firmar ninguna canción en el disco que empezó a trabajar con ellos nada más incorporarse al grupo, a nivel de directo y aunque tardó bastante tiempo en ser aceptado por muchos de los fans de la doncella que no concebían a Maiden sin Paul Di Anno, logró convertirse en todo un líder dentro de Iron Maiden junto con el propio Steve Harris. Tras haber hecho un papel excelente con los álbumes 'The Number Of The Beast' y 'Piece Of Mind', así como en las respectivas giras mundiales que hicieron para dar a conocer esos discos, Bruce Dickinson fue quien propuso al grupo hacer un álbum cuya estética, puesta en escena e inspiración fuera el antiguo Egipto. En ese periodo, en los años comprendidos entre 1981 y 1985, Dickinson se convirtió en uno de los más grandes cantantes del mundo del heavy metal, al nivel de monstruos como Ian Gillan, Robert Plant, Ronnie James Dio o Rob Halford e imprimió su personalidad como frontman a Iron Maiden.

Sin embargo, a partir del periodo 1989-90, Bruce Dickinson empezó a encontrarse incómodo, descontento y finalmente, muy frustrado dentro de Iron Maiden. Después de la edición de 'Somewhere In Time', estaba convencido de que Iron Maiden necesitaban un cambio en todos los sentidos; musical, estético, de relato, de personalidad... y aunque el grupo dio en parte ese paso con la edición de 'Seventh Son Of A Seventh Son', el cantante siempre pensó que ese paso fue insuficiente, que el grupo tenía musicalmente un potencial mucho mayor, pero que había que trabajarlo de otra manera. Más de una vez dijo: “Cuando poco después de la salida al mercado de 'Seventh Son...' apareció el 'Operation: Mindcrime!' de Queensryche, me dije a mi mismo: ¡joder, esto era lo que teníamos que haber hecho Iron Maiden!”.

A pesar de que en 1990 intentó dar salida a su descontento creativo con el grupo editando un LP en solitario, 'Tattoed Millionaire', que logró un magnífico resultado comercial y mostró a un Bruce Dickinson capaz de mostrarse como un artista con ideas propias, quizá al tratar una y otra vez de convencer a Steve Harris que Iron Maiden debían cambiar conforme a lo que él pensaba, visto que las diferencias de criterio entre ambos eran cada vez mayores, su frialdad, su desánimo y su falta de conexión con el resto del grupo fue aumentando progresivamente. Ya se intuyó algo durante la gira 'No Prayer On The Road', pero sobre todo y muy especialmente en la gira de 'Fear Of The Dark', en escena la ausencia total de química, complicidad y conexión entre Dickinson y la banda se hacía evidente en cada concierto -personalmente, pude ver de esa gira todas las actuaciones que se hicieron en España y la de Donington '92 y lo comprobé en cada una de esas actuaciones- amén de detalles como por ejemplo, en septiembre de 1992, cuando la banda compareció en rueda de prensa en el Hotel Ramada de Barcelona donde se alojaban para atender a los medios de prensa que estaban cubriendo la gira, Bruce Dickinson fue el único miembro del grupo que no se presentó. Ya ni siquiera viajaba con el resto del grupo.

Años más tarde, explicaría: “Al entrar en Iron Maiden, me encontré casi inmediatamente ganando mucho más dinero del que pensé nunca que ganaría en la música, girando por todo el mundo y con una banda mundialmente famosa. Pero además de que empecé a no sentirme identificado con la música que hacíamos, sentía que mi vida se había quedado en una rutina de la que parecía que nunca iba a poder salir: aeropuertos, estudios de grabación, giras, hoteles... ¿Así iba a ser mi vida a partir de ese momento? ¿Grabar un disco, promocionarlo, salir de gira y volver a empezar? Entré en una profunda depresión que tuvo mucho que ver con mi distanciamiento del grupo.”

En febrero de 1993, mientras Steve Harris estaba en Estados Unidos trabajando en la producción del disco en directo 'A Real Live One', saltó la noticia que en el fondo, todos sabían que antes o después, se haría pública. Bruce Dickinson abandonaba Iron Maiden. Se haría en cualquier caso la gira que estaba prevista por Europa para unas poas semanas más tarde, pero finalizado ese tour, la desvinculación entre Iron Maiden y Bruce Dickinson se haría total y definitiva.

Cuando en 1994 Dickinson vino de promoción a España para presentar su segundo disco en solitario, 'Balls To Picasso', afirmó: “Han sido diez años maravillosos para mí, siempre estaré agradecido a Iron Maiden por todo lo que he vivido y aprendido junto a ellos, pero para mí, esa etapa terminó ya. El rock está cambiando, creo que para no estancarse como músico es necesario conocer otros sonidos, experimentar, cambiar, y eso yo no lo podía hacer dentro de Iron Maiden. Necesito salir del círculo cerrado, renovarme y trabajar con otros músicos que puedan aportarme algo nuevo”.

1994-1999: Los años en solitario

Tras la edición de un disco que el propio Bruce Dickinson calificó como álbum de transición – 'Balls To Picasso'- encaró la grabación de un nuevo disco que supondría su ruptura ya definitiva con su pasado más netamente heavymetalero y su apuesta por entrar en el mercado y el target de lo que era a mediados de los 90 el grunge, el rock alternativo y las nuevas tendencias. Ese disco, editado en enero de 1996 se llamó 'Skunkworks', fue producido por uno de los popes del grunge como Jack Endino, antiguo productor de Soundgarden, tuvo un lanzamiento realmente muy ambicioso, pero... no funcionó. En realidad, fue un estrepitoso fracaso. No convenció a los seguidores del grunge y las nuevas tendencias, a los que no ofrecía ninguna credibilidad que el ex-cantante de Iron Maiden ahora pretendiera dar un salto en el vacío de esas proporciones ni convenció por supuesto a los fans del Heavy Metal tradicional, que veían en él a un traidor.

Una anécdota inapagable de aquel periodo: en la primavera de 1996, Bruce Dickinson vino a Madrid para continuar la promoción de aquel disco y fue invitado a la fiesta de entrega de premios de la Emisión Pirata, en donde coincidió con muchos de los músicos españoles que participaron del evento. Tras la entrega de todos los premios, se montó una improvisada jam-session en la que estaban Los Suaves, Fortu de Obús, Jose Carlos Molina, Rosendo, Mimi de A Palo Seko y el propio Bruce Dickinson, que empezaron a hacer una versión bastante libre, en palabras del propio Pirata, del “Johnny B.Goode”, la cual ante el desparrame general, la ingesta compulsiva de copas de alta graduación alcohólica y ante las carcajadas del propio Dickinson, acabó degenerando en un desmadre sonoro fenomenal sobre el cual José Carlos Molina terminó cantando el “Ay Cordera, que te llevo pa' la era”. Pocas veces creo que habrá visto Dickinson en otra como esta...

De esta manera, a la hora de dar su siguiente paso se dio cuenta de que le gustase o no, sus únicas posibilidades reales de hacer algo importante en la música eran dentro del Heavy Metal. Contactó a comienzos de 1997 con Roy Z y junto a él y más tarde con Adrian Smith, su compañero en Iron Maiden durante tantos años, editaron un disco que suponía el regreso de Bruce Dickinson a tesituras musicales más cercanas al Heavy Metal. Este álbum se llamó 'Accident Of Birth' y con motivo de su presentación en Londres, Mariskal Romero entrevistó en exclusiva a Adrian y a Bruce en la capital británica trayendo un magnífico reportaje que fue portada en mayo de 1997 de la revista Kerrang!.

Más fortuna tuvo aún Bruce Dickinson cuando en 1998, repitiendo tándem con Roy Z y Adrian Smith, editó 'The Chemical Wedding', una suerte de álbum conceptual que duplicó las ventas de 'Accident Of Birth', además de darle la oportunidad de hacer una gira en la que demostró que estaba en un momento de forma estupendo. Ya en ese momento, mientras Iron Maiden estaban de gira por todo el mundo con su disco 'Virtual XI', recuerdo perfectamente que saliendo del concierto de Bruce Dickinson en Madrid, al que acudí con Txus Di Fellatio de Mägo de Oz, éste me dijo: “Tal y como acabo de ver a Dickinson, yo creo que está para volver a Iron Maiden ¿no te parece?”

Faltaban solo tres meses para que se confirmase la noticia que sacudió todo el mundo del Heavy Metal en 1999.

El regreso

El cantante que en 1995 entró en lugar de Bruce Dickinson en Iron Maiden, Blaze Bailey, a pesar de que lo intentó, no logró ser en el grupo el frontman que se esperaba que fuera, no rindió en directo como se esperaba de él sobre todo en la gira de 'Virtual XI' y hacia finales de 1998, cuando la gira estaba llegado a su fin, Steve Harris tomó la decisión de prescindir de Bailey. Cuando Rod Smallwood lo supo, le dijo al bajista: “Hablemos con Bruce Dickinson”. Harris fue en principio reticente a la idea, en especial porque desde 1993 no habían vuelto a verse ni a hablar nunca en persona, pero en enero de 1999 Smallwood organizó una reunión en su casa y al encontrarse los dos músicos y hablar en persona, tal y como dijo el cantante: “No tardamos mucho más de cinco minutos en cerrar el trato: volvía a Iron Maiden”.

A partir de ese momento, la historia es conocida... eventos históricos como el Rock In Rio de 2001, grandes festivales, discos, DVD´s y más recientemente, la gira más espectacular en lo visual y en lo tocante a producción que ha hecho nunca la doncella: la gira 'Legacy Of The Beast'.

Libros, programas de radio, empresas de cerveza, aviones...

Pocas personas en el mundo del Heavy Metal tienen un nivel de actividad tan fecundo y polifacético fuera de la música como Bruce Dickinson. Al margen de Iron Maiden, desde mediados de los 80 empezó a practicar esgrima, inscribiéndose como jugador federado de este deporte y llegando a alcanzar el nº7 en el ranking profesional británico.  A raíz de ello, creó una empresa de diseño y comercialización de vestuario y equipamiento para jugadores de esgrima llamada The Duellists, inspirada en la canción de Iron Maiden.

Bruce Dickinson junto a su avión de la gira de 'The Final Frontier', Ed Force OnePosee nuestro hombre una especial habilidad para convertir en rentables negocios sus hobbies. Aficionado desde siempre a la aviación, en los años 90 además de sacarse el título de piloto con el grado oficial de comandante, grado que ejerce, pues él es siempre el piloto del Ed Force One, el avión privado en el que el grupo se desplaza cuando está de gira, fundó su propia compañía de reparaciones de material aéreo, Cardiff Aviation, formó parte del consejo de asesores que crearon la línea aérea estatal de Yibuti y en recientes declaraciones al diario El País con motivo de su participación en un importante foro internacional de emprendedores, explicó: “Monté con un socio una empresa de aeronaves con muy baja huella de carbono y ganamos un contrato de 500 millones de dólares con la compañía Lockheed Martin para hacer unos desarrollos. También hemos creado un dron desechable de unos tres metros de envergadura lleno de comida. Están pensados para ser utilizados después de catástrofes nacionales. Cada uno de ellos puede alimentar a 50 personas durante dos días y cuesta 500 dólares”.

Su última y más conocida incursión empresarial ha sido en el mundo de las bebidas alcohólicas, con la creación de la cerveza The Trooper en asociación con la compañía cervecera Robinsons Brewery de Stockport. Un año después del comienzo de su comercialización, “The Trooper” había vendido más de dos millones de pintas en 40 países, convirtiéndose en la exportación más exitosa de Robinsons. Según declaraciones recientes a la web www.bravewords.com, “ya estoy trabajando en nuevos proyectos de cervezas​ basados en Trooper y no en Iron Maiden, pues Trooper ha tomado una vida propia. La gente la bebe porque les gusta la cerveza, no porque sean fanáticos de Maiden".

Autor de dos novelas, 'The Adventures Of Lord Iffy Boatrace' (1990) y 'The Missionary Possition' (1992) ambas narraciones de humor, también en este campo ha logrado un notable éxito, pues llegó a vender 40.000 ejemplares de la primera novela, de la cual Dickinson ha asegurado que empezó a escribir una suerte de precuela que contaba cómo fue la vida de Lord Iffy Boatrace en su adolescencia, todavía inacabada.

La radio y la televisión también han sido campos en los que ha trabajado, e igualmente con notable éxito. Durante cinco años presentó en la BBC Radio el Friday Rock Show, finalizando sus emisiones con un emotivo homenaje a Ronnie James Dio con motivo de su muerte en 2010, alternando este programa con otro titulado 'Monsters Of Rock' y en cuanto al medio televisivo, presentó en el canal Discovery una serie de documentales titulada Flying Heavy Metal acerca de sus dos pasiones, el rock y los aviones. ​

Cuando se ven a través de Youtube las charlas motivacionales para emprendedores a las que les suelen invitar en numerosos encuentros de empresas, se nota que es alguien acostumbrado a atraer la atención sobre él, fruto de años y años de ser el líder en escena de Iron Maiden. Baste como ejemplo el comienzo de su intervención en el VTEX Day 2018, un evento de comercio digital organizado en Sao Paulo por la empresa brasileña del mismo nombre: “¿clientes? ¿De verdad pensáis que son importantes? Pues os equivocáis. Yo odio a los clientes. Son el enemigo. Un cliente es alguien que se puede ir, que su trato contigo se basa exclusivamente en la ley de la oferta y la demanda. La diferencia entre ellos y los fans es la relación que mantienes con ellos. Nunca dejarás de seguir a tu equipo de fútbol, aunque pierda cada partido hasta el final de los días. Esa es la relación que cualquier emprendedor debe ambicionar. Por ejemplo ¿sabéis porque Apple es una de las empresas más grandes del mundo? Porque Apple no tiene clientes. Tiene fans. Decidme alguien que si su ordenador personal es un mac, su teléfono no sea un iPhone y su reloj no sea un iWatch. No busquéis clientes. Conseguid fans”.

Su férrea voluntad también se ha demostrado en un difícil episodio relacionado con su vida personal del que afortunadamente ha salido airoso: se le diagnosticó en 2015 un cáncer en la lengua producido por el virus del papiloma humano, del que afortunadamente y tras someterse a tratamiento de radioterapia y quimioterapia, se curó en un tiempo récord.

60 años contemplan la vida de Bruce Dickinson. Inquieto, hiperactivo, profesional, avezado hombre de negocios y frontman de una calidad extraordinaria. Y los que le quedan... Happy birthday!

Mariano Muniesa

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