En la historia de todo grupo siempre llega ese momento decisivo de poner un nombre, una elección crucial que indudablemente afectará al futuro de una manera u otra. El propio Angus Young ya nos confesó en el pasado que la idea de AC/DC fue cosa de su cuñada y la de Malcolm, pero ahora nos llega otra perspectiva de este asunto de mano de uno de los protagonistas de los inicios de los australianos.
En una entrevista reciente con Belgische Radio Unie, el vocalista original de AC/DC, Dave Evans, volvió a ser preguntado sobre cómo la banda consiguió su nombre. Así lo explicaba: “Bueno, estábamos intentando encontrar un nombre porque el tipo que iba a representarnos en ese momento nos dijo algo así como: “Mirad, os he conseguido un concierto dentro de dos semanas”. O algo por el estilo: “Más os vale poneros un nombre porque tengo un bolo en el famoso club Chequers”. Era el club nocturno número uno de Australia. Así que dijo: “Más vale que tengáis un nombre”. En los ensayos empezamos a proponer nombres, pero nadie se ponía de acuerdo con los demás”.
Aquella tarea no resultaba tan sencilla como parecía: “Yo proponía un nombre que me parecía genial, pero a ellos no les gustaba. Luego Malcolm proponía otro y a mí no me gustaba. Así que no conseguíamos ponernos de acuerdo. Entonces dijimos: “Tenemos que sacar un nombre ya. En el próximo ensayo, cada uno traerá tres nombres. Los meteremos en un sombrero y sacaremos uno al azar, y el que salga será el nombre del grupo. Porque tenemos que hacer carteles grandes por toda la ciudad para el club Chequers”. Dijimos: “Vale””.
Aquel método podría funcionar, pero alguien también tuvo otra idea: “Así que en el siguiente ensayo yo llevaba tres nombres en el bolsillo y llegamos al local. Y antes de hacer nada de eso, Malcolm dijo: “Ah, por cierto”, la cuñada de Malcolm y Angus, la mujer de su hermano mayor George, creo que se llamaba Sandra, “ha sugerido un nombre”. “¿Y cuál es?”, preguntamos. Y Malcolm dijo: “AC/DC”. Y así fue, sin más, sí. Porque AC/DC es un nombre fácil de recordar. AC/DC, AC/DC, A-B-C-D. Es fácil. Y significa energía: AC/DC, corriente alterna, batería, corriente continua, lo enchufas a la pared. Yo tenía un tocadiscos AC/DC que podía enchufar a la pared o llevármelo al parque y sentarme en la hierba, bajo un árbol, en plan hippie, y reproducir discos con pilas. Eso es lo que significa AC/DC. Significa que puedes alimentarlo con baterías y llevarlo a donde quieras, o estar en casa y simplemente enchufarlo a la pared. Y pensé: “Eso es genial. Significa potencia”.
Decantarse por ese nombre poseía ventajas: “Pensé para mí mismo, todo esto pasó muy rápido por mi cabeza: “Además, vamos a tener publicidad gratis por todo el mundo porque todos esos electrodomésticos llevan AC/DC escrito en un lado”. AC/DC. Sí. Pensé, publicidad gratis, significa energía, es fácil de recordar. Y recuerdo que rápidamente dije: “Sí, me gusta. Me gusta”. Entonces Malcolm dijo: “Vale. ¿Y tú qué opinas, Colin?” (ndr: el batería de entonces, Colin Burgess). Y Colin dijo: “Sí, a mí también me gusta”. Y luego: “Larry” (ndr: el bajista de entonces, Larry Van Kriedt), “¿tú qué piensas?”. Y Larry dijo: “Sí. Vale”. Así que Malcolm nos dijo: “Bueno, ¿nos llamamos AC/DC?”. Y todos levantamos la mano así. Dijo: “De acuerdo”. Y todos nos dimos la mano. Y dijo: “Ahora somos AC/DC””.
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