Aerosmith: 45 años de “Toys in the Attic”, la obra que lanzó a la banda al estrellato
Blog: Mariano Muniesa
8 abril, 2020 5:41 pm 3 ComentariosTras la edición el 8 de abril de 1975 de ‘Toys In The Attic’, la banda liderada por Steven Tyler y Joe Perry pasó de ser un prometedor grupo de hard rock que competía con los New York Dolls a convertirse en la nueva sensación del rock duro americano, dejando de tocar en clubes de mediano aforo para empezar a jugar en la liga de los grandes estadios. Canciones como “Walk This Way”, “Sweet Emotion” y la propia “Toys In The Attic” sonaron en todas las radios de los USA y Canadá en la primavera y el verano de 1975 y Aerosmith asaltaron los cielos. Pero cifras de ventas al margen, es un disco que no ha envejecido, que cuando se escucha con la perspectiva del tiempo atesora una calidad que explica a la perfección el impacto que supuso y que muestra a una banda cuyo potencial, como se demostró más tarde, era inmenso. Mariano Muniesa, quien siempre tiene a mano en su estudio su vinilo de ‘Toys In The Attic’, pincha de nuevo ese disco y se sumerge una vez más en el mundo de aquellos Aerosmith para contaros cómo fue la historia detrás de la elaboración de aquel álbum.
Los antecedentes
El anterior álbum de Aerosmith, ‘Get Your Wings’, se puso a la venta en marzo de 1974 y supuso un salto adelante en la popularidad del grupo en Estados Unidos muy considerable, así como un importante tanto a favor cara a la crítica especializada y a los medios, que no recibieron en modo alguno de manera entusiasta su disco de debut de 1973. La buena acogida y el éxito de ese álbum hizo que la práctica totalidad de ese año Aerosmith lo pasara en la carretera, no solamente haciendo sus propias giras en solitario, sino teloneando los tours americanos de bandas como Black Sabbath, Kiss o Deep Purple. El crecimiento del grupo no le pasó inadvertido ni a su compañía discográfica ni a sus managers, que exigieron a la banda tener un nuevo álbum listo para sacar al mercado en abril de 1975 y aprovechar de esa manera la buena racha de actuaciones y de ventas que en la que Aerosmith estaba inmerso.
Una grabación contrarreloj y un producción brillante acelerada por sustancias estimulantes
Cuando el grupo supo que tenía que tener listo un disco para abril, se encontró con un grave problema: al haber estado prácticamente todo el año de gira, lo cierto es que no tenía nuevas canciones ni material lo suficientemente trabajado como para estructurar un álbum de estudio, y tenía cerradas giras casi hasta el final de 1974. Tras duras negociaciones a tres entre Leber-Krebs, su agencia de management, Columbia Records, y el propio grupo, para poder disponer de tiempo que dedicar a preparar ese nuevo trabajo, se acordó cancelar varias actuaciones previstas para finales de año, aunque se mantuvieron los míticos tres conciertos del 5, 6 y 9 de diciembre de 1974 en el Orpheum Theater de Boston, tres de las más apoteósicas noches de la historia de las actuaciones de Aerosmith, como siempre recordaron los miembros de la banda.
A partir de entonces la banda empezó un auténtico “tour de force” de sesiones de composición y ensayos para preparar lo que acabaría siendo ‘Toys In The Attic’, que se grabaría entre enero y marzo de 1975 nuevamente en los Record Plant Studios de Nueva York, donde se registró ‘Get Your Wings’, aunque en esta ocasión no sería Bob Ezrin el productor del disco. Jack Douglas, que había sido el asistente principal de Ezrin en la grabación del anterior trabajo y con el que todo el grupo había desarrollado un buena relación personal y un entendimiento mutuo muy grande, asumió toda la producción del disco, ya que Bob Ezrin estaba en ese momento trabajando con Alice Cooper en la grabación de ‘Welcome To My Nightmare’. Esta experiencia supuso el inicio de una fructífera relación entre grupo y productor, que trabajaron juntos en diversas ocasiones dando lugar a algunas de las mejores obras musicales de Aerosmith.
“ ‘Toys…’ fue el primer disco donde tuvimos que escribir todo empezando desde cero, recuperando solo algún boceto o algún riff de guitarra todavía por trabajar mucho" -dijo el guitarrista Joe Perry a la revista Ultimate Guitar - "y tuvimos que hacerlo en muy poco tiempo y después de haber pasado muchos meses en la carretera también. La gran cantidad de conciertos que hicimos en la larga gira de ‘Get Your Wings’ en ese aspecto nos ayudó, ya que hizo que viéramos qué clase de canciones eran las que funcionaban mejor en directo, las que provocaban una respuesta más entusiasta en los fans, con lo cual a la hora de empezar a componer, teníamos una idea muy clara del tipo de temas que gustaban más, y por tanto orientamos el trabajo para escribir canciones en esa línea. Conseguimos tener antes de navidad seis semanas libres para poder dedicarnos solamente a componer canciones, aunque aun así, escribimos mucho material en el propio estudio. En más de una ocasión, la noche anterior habíamos estado trabajando en la base de un tema, en un par de riffs de guitarra, y a la mañana siguiente lo montábamos completo en torno a ese riff o a esa melodía. Pero aunque sabíamos qué tipo de canciones queríamos, realmente no sabíamos cómo iba a resultar".
El rápido ritmo de trabajo que permitió a Aerosmith tener el disco compuesto y grabado en los exigentes plazos que imponía Columbia fue posible, por expreso testimonio de los propios miembros de la banda, gracias a la ayuda del consumo de cocaína, y además, de cocaína de calidad. En palabras del bajista del grupo Tom Hamilton en su libro de memorias ‘Walk This Way: The Autobiography of Aerosmith’, “en la época en la que empezamos a trabajar en ‘Toys In The Attic’, ya ganábamos más dinero que en los comienzos por cada actuación que hacíamos, de manera que podíamos comprar coca de mucha mejor calidad. Debo reconocer que en ese momento me sentí mucho mejor músico y sentí que mi nivel como bajista había crecido. No quiero que se interprete que estoy a favor de las drogas ni nada parecido, pero hay algo en estar drogado que te hace ver las cosas de manera distinta. La hierba, por ejemplo, te sitúa en un estado mental diferente, pero con la coca el proceso es completamente distinto. La coca creo que nos dio toda la energía y concentración que necesitábamos para trabajar bajo aquella presión. Fue beneficioso por un tiempo, pero en pocos años se volvió totalmente destructivo. Fue horrible. Después de ‘Rocks’, todo se vino abajo. Comenzamos a ganar mucho dinero, y ese fue el principio del fin”.
Todos los miembros del grupo siempre han reconocido que la labor de Jack Douglas en este disco resultó clave para que Aerosmith alcanzase el éxito masivo y fuera el álbum que les pusiera en el mainstream del rock americano.
"Jack era como el sexto miembro de la banda", decía Perry. "Tenía una enorme capacidad para escuchar con un gran sentido crítico y sabía estimularnos muy bien. Realmente se convirtió en el sexto miembro de la banda”. En opinión de Tom Hamilton, "sabía cómo ejercer su autoridad, cómo decirnos lo que pensaba realmente y lograr que probáramos cosas nuevas. Nos retó a mejorar. Al mismo tiempo, tenía un sentido del humor próximo a la locura, y en eso se parecía mucho a nosotros, por lo que fue un proceso muy divertido. Tomamos las ideas crudas que Steven y Joe trajeron para el disco e hicimos verdadera magia, en un clima de mucha camaradería y risas”.
Tema a tema
Toys In The Attic
No me puedo imaginar un tema mejor para empezar este disco. Un rock fuerte y crudo, rápido y duro, que plasma a la perfección esa idea de Joe Perry de hacer canciones que pudieran reflejar la intensidad de sus actuaciones. Tengo un recuerdo imborrable, cuando bajo una lluvia torrencial y medio hundido en el barro, vi a Aerosmith en el Festival de Woodstock de 1994 abrir su show con este temazo a todo volumen y a toda potencia. Joe Perry lo definió como “la canción de rock ‘n’ roll de referencia para Aerosmith”. Nunca seré yo quien discuta esas palabras.
Uncle Salty
Comienza con una estructura de acordes simple, bien apuntalada por una línea de bajo muy melódica, que cambia de ritmo a medida que Tyler cuenta la historia de una chica triste y solitaria que termina en la prostitución. "Cuando lloraba por la noche, nadie vino", se dice en uno de los versos de la letra. Una canción hasta cierto punto experimental, en la que el grupo combina una melodía dulce pero inquietante, con una cruda historia detrás, precedente de lo que luego fueron temas como “Janie’s Got a Gun”. Como dato curioso, señalar que en “Uncle Salty” Tom Hamilton tocó, además del bajo, la guitarra rítmica.
Adam’s Apple
La única composición en solitario del cantante Steven Tyler en ‘Toys In The Attic’ ofrece su versión de la historia bíblica tradicional de Adán y Eva al trepidante ritmo de las guitarras de Perry y Brad Whitford, que en este tema montan una dupla realmente espectacular. Un tema muy Aerosmith, con una cadencia y un groove muy característico del grupo en el que también destaca la solidez de la compacta base rítmica de Hamilton y Joey Kramer.
Walk This Way
Con gran diferencia el gran hit-single de ‘Toys In The Attic’, que se mantuvo en listas hasta bien entrado 1977 y es uno de los clásicos más absolutamente imperecederos de la historia de Aerosmith. Tras haberlo escuchado miles y miles de veces, es ahora tan familiar que resulta difícil reconocer cuán innovador fue cuando surgió por primera vez. Con un riff de Joe Perry fantástico, de puro hard rock pero con un perfume funky que lo hacía muy pegadizo, no es de extrañar que el ritmo staccato de la canción atrajera a las estrellas del rap en todas partes y que años más tarde Aerosmith aceptara grabar una nueva versión con Run DMC.
Big Ten Inch Record
Original cover de un popular tema de Fred Weismantel que se convirtió en un éxito en la versión grabada por Bull Moose Jackson en 1952. Aunque nunca se ha reivindicado esta pieza entre lo más inspirado de ‘Toys In The Attic’, lo cierto es que muestra a una banda no solo preparada para llevar a su terreno cualquier estilo musical, sino capaz de hacerlo con impronta propia y clase. El piano al más puro estilo honky tonk le da un toque muy especial a la canción, al igual que la armónica tocada por Steven Tyler.
La letra, que parece una oda a los viejos discos de 78 revoluciones, tiene un doble sentido sexual que se capta a la perfección cuando se escucha al cantante aullar a ritmo de boogie-woogie aquello de “ella ama mi gran disco de diez pulgadas ... de su blues favorito". Muy notable una vez más en este tema el trabajo de Joey Kramer desde la batería, así como el toque sutil de la sección de viento.
Sweet Emotion
Pocas veces en la historia se ha logrado amalgamar con tal brillantez el groove de los fragmentos iniciales de esta canción, incorporado por la penetrante línea de bajo de Tom Hamilton y la marimba que parece extraída del “Sympathy for the Devil” de los Rolling Stones, con el hard rock más fuerte añadido por un poderoso riff de guitarra. Una canción excelente que, a pesar de la omnipresencia de Perry, quien se luce además con el talk-box, no deja de poner en primer plano la melodía, demostrando cómo se toca el mejor hard rock con soul y groove. Simplemente magistral.
No More No More
Otra de las piezas que convierten a ‘Toys In The Attic’ en una auténtica masterpiece. De nuevo volvemos a unos Aerosmith muy reconocibles en su faceta más hard rock, aunque jugando hábilmente con los cambios de ritmo e imprimiendo a la música el dramatismo y el desgarro de la letra, toda una confesión de Steve Tyler sobre su relación de amor / odio con el estilo de vida salvaje del rock and roll. "Si no empiezo a cambiar, pronto escribiré mi testamento". Por su parte, Joe Perry siempre la ha defendido como de sus favoritas de este periodo de la historia del grupo, no solo musicalmente, sino también por la letra. Según se recoge en el libro biográfico sobre Aerosmith escrito por Martin Huxley: “Es una canción sincera sobre nuestro estilo de vida. No sé si es la canción definitiva sobre la vida en la carretera y lo cierto es que tampoco me importa. Es como una página de nuestro diario”.
Round And Round
El homenaje de Aerosmith a Led Zeppelin. Es un tema con un ritmo lento pero intenso, un riff recargado y hasta un tratamiento de la voz que recuerda a Zeppelin prácticamente en todo. Una estructura de acordes ascendente melódica ofrece algo de luminosidad en lo que de otra manera se sentiría como una melodía pesada y densa, pero ese pequeño interludio no quita en ningún momento atractivo a una canción que se alimenta de su propia energía oscura. Es la única en la que figura Brad Whitford como autor junto a Steven Tyler.
You See Me Crying
Para cerrar este excelente álbum, una balada muy del estilo Beatles de la etapa final de su carrera, que marcaría en cierta manera el estándar del grupo a la hora de grabar baladas y que cuenta con unos arreglos orquestales y un piano melódico y evocador que llena de sensibilidad esta gran canción. En realidad es una pieza perteneciente a Chain Reaction, la banda de Steven Tyler anterior a Aerosmith, y de hecho aparece firmada en los créditos por el propio Tyler y Don Solomon, su compañero en aquel primigenio grupo.
El legado
"Sabía que lo habíamos logrado. Sabía que con ‘Toys In The Attic’ íbamos a entrar en la historia, fue una declaración de larga vida. Es un disco que se seguirá escuchando muchos años después de que tú y yo hayamos muerto. Estas canciones estarán allí, como nuestros recuerdos, en el ático, con aquellos juguetes y aquellas cosas que amabas y que nunca quisiste olvidar”, escribió Steven Tyler en sus conocidas memorias “¿Te molesta el ruido en mi cabeza?”, y al leer estas frases, se entiende por qué el singular vocalista tenía tanta confianza en el disco. Este trabajo fue un paso cualitativo en su evolución enorme, que se correspondió con el crecimiento de sus ventas a una escala espectacular.
‘Toys In The Attic’ se disparó en la primera semana de su edición al nº 11 de la lista oficial de ventas de discos en Estados Unidos, y convirtió a “Sweet Emotion” y “Walk This Way” en los singles más vendidos y con las posiciones más altas en rankings de toda su carrera hasta ese momento. La prensa musical del momento, en especial revistas como Creem, lo recibió con reseñas y comentarios que no dudaban en presentarlo como el disco definitivo del grupo, la gran obra que les lanzaría al estrellato mundial. Se ha situado en el nº 229 de la lista de los 500 mejores álbumes de toda la historia de la revista Rolling Stone en Estados Unidos, y la versión que grabaron conjuntamente con Run DMC de “Walk This Way” en 1986 fue incluida oficialmente por el Rock ‘n’ Roll Hall Of Fame dentro de las 500 canciones que han dado forma al Rock.
A nivel de LPs, Aerosmith lograrían éxitos aún más grandes en su carrera, pero ‘Toys in the Attic’ marcó el punto de no retorno, lo que les preparó para el estatus de superestrellas que todavía hoy continúan disfrutando.
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3 comentarios
Extenso y buen resumen el que se ha marcado todo un experto en estas lides como es Mariano Muniesa hacia uno de los álbumes mas míticos de AEROSMITH tema por tema en su 45 aniversario.
Grande Muniesa. Vaya crónica. Estas cosas son las que dan valor añadido a un medio