Crónica de Whitesnake: Bajo el sello de la serpiente blanca
3 noviembre, 2016 2:41 pm Deja tus comentarios
Estadio Malvinas Argentinas, Buenos Aires
El Estadio Malvinas Argentinas del barrio porteño de la Paternal tuvo de anfitriones a Whitesnake, la banda de glam metal que capitalizó su mayor éxito en los años 80 y 90. Hoy cosecha los frutos de su trayectoria, y esto se refleja en el reconocimiento tanto de sus antiguos y más fieles fans como en la aceptación de las nuevas generaciones que ha sumado gracias a sus clásicos más conocidos y a los firmes pasos dados en su carrera.
Este espectáculo, que en un principio iba a realizarse en la sede de Tecnópolis, concentraba su interés en una nueva visita de Whitesnake a nuestras tierras. Apostaba por un grupo nacional como teloneros, Coverheads, que comenzó a tocar a las 20 horas. Esta banda se meterá dentro de poco en los estudios de grabación para trabajar en lo que será su álbum posterior a su placa debut 'Rock 5 estrellas'. Fueron recibidos con muy buenos ánimos, anticipando lo que sería una noche vibrante en un recinto que iba llenándose de un público que aguardaba la esperada función central.
Mientras Whitesnake sigue viendo cómo crecen las ventas de su álbum de remakes, 'The Purple Album', editado en 2015 y que recopila sus mejores temas, continúan con la exitosa gira de The Greatest Hits Tour. Actualmente la formación está compuesta por David Coverdale en la voz principal, Joel Hoekstra y Reb Beach en guitarras y coros, Michael Devin en el bajo, Tommy Aldridge en la batería y Michele Luppi en teclados, siendo este la última incorporación.
A las 21 horas comenzó la performance internacional, con un escenario que ya tenía dispuestas dos grandes pantallas a los costados, luces que se distinguían entre una mezcla de rosas, azules y violetas y un trasfondo que mostraba el característico logo de la formación: el sello bermellón lacrado de la serpiente con las iniciales WS. El setlist se inició con "Bad Boys" y un público que comenzaba a entonar las primeras estrofas.
El vocalista gritaba una y otra vez "Make some fuckin noise" junto a "Are you ready to rock?". Hizo su aparición con las luces direccionales apuntándolo, pegando elevados gritos y luciendo unos pantalones negros que contrastaban con el brillo de sus cadenas y cruces de plata colgando a un costado, una impecable camisa blanca que llevaba estampada el logo de la banda en medio de dos franjas celestes a los laterales, en clara alusión a los colores de la bandera argentina.
Coverdale demostró ser dueño de un elegante estilo y un encanto con un toque de seducción que se reflejaba en su sonrisa y en el talento que pocos músicos tienen. Combinaba con su presencia escénica, repleta de poses de rockstar de vieja cepa a lo Robert Plant y con desplazamientos a ambos costados con absoluta soltura y seguridad, jugando con el pie del micrófono y haciendo sus acostumbrados malabares, por lo que mostraba su gran dominio de escena adquirida gracias a su vasta experiencia.
Las cámaras no perdían detalle alternando primerísimos planos con enfoques a la platea femenina, que estaba pendiente en primera fila junto a la valla mientras entonaba temas como "Slide It In" y "Love Ain't No Stranger". De vez en cuando se pedía que la audiencia repitiera los coros y la estrategia no fallaba en ningún momento, por lo que se generó un clima de gran empatía y entretenimiento entre los presentes.
Coverdale se mostró como un líder vocal de gran generosidad al desaparecer durante prolongados intervalos en los que quizás aprovechaba para descansar y recargar energías. Así cedía el espacio a sus guitarristas para que pudieran lucirse en interminables y esplendorosos riffs. El calor iba acrecentándose, tal vez causado por un mix entre la potencia de las luces y lo hermético de un estadio, que a esas alturas ya estaba colmado en su totalidad.
Al instante de "The Deeper The Love", otra de las actuaciones más celebradas por lo romántico y bello que se veía el panorama en general, una bandera argentina que alguien había arrojado al piso fue tomada, desplegada y expuesta debajo de la batería durante todo lo que prosiguió de show. Coverdale levantó una copa en señal de brindis y le dio un sorbo, probablemente con la intención de mejorar su voz, y continuó cantando hasta el final de la canción.
"Es un placer estar aquí en su compañía, muchachos y muchachas. ¿Como la están pasando?", fue la pregunta retórica que provocó un cóctel confuso de gritos antes de presentar a los músicos y entonar "Is This Love?". Al finalizar la canción abrió los brazos emocionado tocándose el pecho frente a los aplausos de una audiencia enfervorizada, que lo acompañó coreando su estribillo. Pasó lo mismo con "Give Me All Your Love", durante la cual Coverdale arengaba una y otra vez mediante un spanglish: "¡Come on, muchachos!".
Los bises comenzaron con "Here I Go Again", cantada al unísono tanto desde arriba del escenario como desde abajo, seguida de "Still Of The Night".
Antes de abandonar la escena después de una hora y media de show y volar a Córdoba, donde se presentarían en La Plaza de La Música, su cantante dejó un breve mensaje de despedida: "Be safe, be happy and don't let anyone to be afraid" (Cuídense, sean felices y no dejen que nadie los asuste). "Burn" fue el cierre, haciendo referencia al icono del hard rock de todos los tiempos Deep Purple, banda que en abril fue inducida al Rock and Roll Hall of Fame, donde reconoció que el rock los mantiene en buen estado, porque su actitud y esencia jamás envejecen.
Texto: Lucy Dávalos (Instagram: @lucydavalosOk)
Fotos: Beto Landoni
Setlist: Bad Boys / Slide It In / Love Ain't No Stranger / The Deeper The Love / Fool for Your Loving / Ain't No Love in the Heart of the City / Judgement Day (Guitar Solo) / Slow an' Easy (Bass Solo) / Crying in the Rain (incl. Drum Solo) / Is This Love / Give Me All Your Love / Here I Go Again / Still of the Night / Burn (Deep Purple cover)
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