EXTREME + ELDORADO: MÁS QUE PALABRAS, MÁS QUE BALADAS

  Sala La Riviera, Madrid

Incluso a día de hoy, asentada como una de las bandas de hard-rock norteamericanas con mayor vigencia de cuantas emergieron en la segunda generación de los 80 (no hay más que ver el estatus actual de Skid Row o Winger, por poner solo dos ejemplos), para algunos profanos Extreme sigue siendo poco más que el grupo de la balada “More Than Words”; si bien es cierto que varios de sus mayores éxitos son con guitarra acústica, no lo es menos que cuando se ponen a rockear de verdad (algo que por otra parte es lo que hacen la mayor parte del tiempo), Nuno, Gary, Pat y Kevin son auténticos maestros en la materia.

También muy buenos en lo suyo son los madrileños Eldorado, éstos con un espíritu más setentero en su preceptos. Se encuentran preparando su cuarto LP y aprovecharon la ocasión para estrenar hasta tres canciones nuevas en directo. Seguirán haciendo doble versión castellano-inglés de sus trabajos, pero el hecho que en vivo, en su propio país, opten por la lengua de Shakespeare dice mucho sobre sus verdaderas convicciones y su afán por seguir prosperando en el extranjero. Aptitudes no les faltan empezando por el cantante Jesús Trujillo, que además es cada día mejor teclista, como lo demostró especialmente en el inédito medio tiempo “Flowers Of Envy” (en la anterior, “I’ll Be Satisfied”, no se le escuchaba).

En cuanto al batería Christian Giardino (su papá Walter no quiso perderse el concierto) le tiene ya más que pillada la onda a la banda, como Andrés Duende, que en Eldorado abandonó su alma de guitar hero rápido y técnico para transformarse en un hacha pentatónico de la vieja escuela. Pero que conste que Eldorado no es una banda puramente retro-rock, que cuando quieren, pueden metalear, como en “Another Bright Sunday”, tan deudora de Black Sabbath como del stoner rock. Antes, habían recordado a The Beatles con “Helter Skelter”, uno de los temas más duros y también uno de los más versionados de los de Liverpool.

Ya con el público bien metido en el bolsillo, terminaron sus 45 minutos con otra canción que debería acabar formando parte de su próximo disco: “Mad Woman”. Sin duda un buen testeo de la reacción de la gente antes sus nuevas composiciones.

Gary Cherone (Extreme)

SET LIST:

The House Of The Seven Smokestacks

Midnight Games

I’ll Be Satisfied (nuevo)

Flowers Of Envy (nuevo)

Helter Skelter (versión de Beatles)

Another Bright Sunday

Kassandra

Mad Woman (nuevo)

Puntualmente a las 21:00 se apagaban las luces y empezaba a sonar, pregrabada, la intro de piano que abre ‘Pornograffitti’, el disco del que pronto se cumplirá el 25º aniversario y motivo principal de esta gira de salas de EXTREME, en la que, sin más adorno que un telón alusivo, lo tocan íntegramente (algo que ni siquiera hicieron en su día a pesar de ser el álbum que los llevó al estrellato mundial). Respetan el orden de los temas, y señalo esto último porque eso conllevó el que en el primer tercio de show sonaran “Get The Funk Out” y “More Than Words”, temas que tradicionalmente figurarían en una posición más tardía en sus repertorios. Pudo haber supuesto un bajón de intensidad en el tramo intermedio del show, pero es tal la fogosidad con la que el grupo despliega su artillería, que supieron mantenernos en vilo durante todo el concierto.

“Decadence Dance” sí que es el arranque clásico de sus shows desde el regreso de la banda ya en este milenio, y no es de extrañar, porque es una canción muy viva que enseguida nos pone casi tan a tono como Gary Cherone, en gran estado de forma tanto vocal como físico en general, igual de mazado que siempre y en constante movimiento por el escenario y hacia la tarima de batería de Figueiredo. Desde allí nos dirigió el pie de micro en los primeros instantes del concierto para potenciar el clamor de una sala que, sin llegar al lleno, sí lució una buena entrada.

También sigue musculado el extraordinario guitarrista Nuno Bettencourt, que continúa arrancando suspiros entre las féminas como ya hacía en 1990. En entrevista previa noté que tenía ataques de tos, pero durante el concierto supo estar a la altura en los coros, que precisamente en Extreme no son ninguna tontería.

Los armónicos naturales del guitarrista nos introducen en un “Li’l Jack Horny” en su versión más cruda ante la ausencia de los vientos del original. El bombo de Kevin nos solicita instintivamente palmas que preceden a los rapeados del inicio de “When I’m President”, en ella Gary se sentará unos instantes en el escenario con los pies colgando del foso, para regocijo de los fotógrafos en el último tema de su turno de trabajo. De ahí saltamos al bailable “Get The Funk Out”, uno de los momentos más enardecidos del espectáculo, con el cantante ya descamisado y presumiendo de nalgas.

En unos segundos se rebajan las luces y los técnicos sacan dos banquetas para que Gary y Nuno, con nuestra apreciada ayuda y algunas paradas para aumentar la excitación de los fans, canten “More Than Words”. Bajada un tono seguro que les resulta mucho más cómoda que la original; también a nosotros, claro está.

Con un “Hallelujah” enlatado se abre “Money (In God We Trust)”, pero que conste que luego, durante el tema, sí reproducirán entre todos los currados coros. Hemos entrado en la parte del set que podría haber flojeado un poco, pero a tenor por los botes al comenzar “It (‘s A Monster)”, eso no va a ocurrir, y es que, al borde de los meses vacacionales y siendo el concierto un domingo, la audiencia está compuesta mayoritariamente por auténticos seguidores. Antes del punteo de guitarra le dejan solo a Pat haciendo un dibujo y Nuno se agacha figurando hacerle una foto. Durante el concierto, incluida la siguiente, “Pornograffitti”, Gary le agarrará varias veces para cantar juntos. Se ve que quieren devolverle parte del protagonismo que le roban sin querer al otro miembro clásico de la banda.

El contrabajo de Badger y el piano de Bettercourt hace que durante unos minutos La Riviera se transforme en un salón de jazz, pero el movido “Suzi (Wants Her All Day What?” nos devuelve el rostro habitual del grupo: mucho rock, un poco de funk y preciosismo por doquier.

La velocidad del solo que precede a “He-Man Woman Hater”, inspirado, sin serlo, en “El vuelo del moscardón” de Nikolái Rimski-Kórsakov, hace las delicias de todos los presentes. El hímnico estribillo de “Song For Love” parece concebido para ondear los brazos de lado a lado, y eso mismo hacemos, “all for one and one for all”. Gary omite los estratosféricos agudos finales, pero aun así la labor vocal del conjunto es encomiable, como en “Hole Hearted”, última canción del disco, en la que se vienen todos al frente del escenario, limitándose la percusión de Kevin a bombo, plato y pandereta. Como es costumbre, la enlazan con un fragmento de “Crazy Little Thing Called Love” de Queen, y al terminar se retiran.

En la última parte del concierto, el grupo viene tocando más o menos las mismas canciones también, con diferencias en algunas ciudades tanto en el orden como, levemente, en el contenido, y con la particularidad de que terminan su show habiendo hecho al menos un tema de cada disco.

A su regreso, un ritmo de Kevin nos mete de lleno en “Play With Me” sin que medie la melodía de Mozart por parte de Nuno, pero se desquitará el portugués en el solo de la canción, con Pat, que ha salido con casco, rendido a sus pies.

Los violines pregrabados anuncian “Rest In Peace”, donde el guitarra va tan sobrado que añade variaciones. A continuación demuestra que también tiene gusto tocando lento y con ecos, caminando poco a poco hacia “Am I Ever Gonna Change”, que les queda más dura que en estudio. Sería estupendo poder vivir en directo algún día la épica balada “Who Cares” que le sigue en ‘III Sides To Every Story’ y que en versión orquestal suena como outro de sus conciertos. Por el contrario, nunca faltó “Midnight Express” las veces que vi al grupo en los 20 años de vida de la pieza acústica de Nuno, pero sigue dejándome tan clavado al suelo como el primer día. Nuevamente introduce variaciones, haciéndola más agresiva, aun cuando ha querido acordarse de los guitarristas de flamenco a la hora de presentarla. Vuelven sus compañeros al escenario y no suelta la acústica para la speedica “Take Us Alive”, que tiene mucho de bluegrass y al que le insertan un fragmento de “That’s Allright Mama” (Arthur Crudup); pero todos sabemos que la especialidad del grupo es mezclar el rock con el funk, siendo “Cupid’s Dead” -último tema del concierto que empalman desde un mantenido de Gary muy plausible a estas alturas de bolo- perfecta muestra de ello.

Hasta el momento, nunca me han fallado en directo, así que repetiré seguro.

Texto: Juan Destroyer

www.facebook.com/juandestroyeroficial

Twitter: @juandestroyermr

Fotos: Iñigo Malvido

Nuno Bettencourt (Extreme)

SETLIST:

Decadence Dance

Li’l Jack Horny

When I’m President

Get The Funk Out

More Than Words

Money (In God We Trust)

It (‘s A Monster)

Pornograffitti

When I First Kissed You

Suzi (Wants Her All Day What?)

He-Man Woman Hater

Song For Love

Hole Hearted (con fragmento de Crazy Little Thing Called Love de Queen)

Play With Me

Rest In Peace

Am I Ever Gonna Change

Midnight Express

Take Us Alive

Cupid’s Dead

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