AVENGED SEVENFOLD: LAS NUEVAS GENERACIONES DEL METAL

Palacio Vistalegre, Madrid

Día de mucho frío en la capital y desde primera hora de la tarde largas colas de espectadores serpenteaban alrededor del Palacio Vistalegre, en el madrileño barrio de Carabanchel, para hacerse con una buena posición en el interior. A pesar de haberse agotado las entradas de pista, desde nuestra posición veíamos bastantes huecos, registrando el recinto un poco menos de tres cuartos de entrada.

Faltaban un par de minutos para las 19:30 horas cuando los suecos Avatar, con un nombre no muy original, porque existen un montón de grupos en el mundo que se llaman o se han llamado así, hasta en nuestro país hubo una formación madrileña de Metal Progresivo con el mismo nombre, salían a la pista. Tuvieron treinta minutos para calentar al personal y a fe que lo consiguieron, con su propuesta de Metal Industrial, Nu Metal y toques de Death Metal Melódico.

La banda tiene ya unas cuantas tablas, y eso se nota, pues llevan en funcionando desde 2001 procedentes de Gotemburgo. Su vocalista Johannes Eckerström no paró de animar al público, atreviéndose hasta en castellano con un “quiero que griten hasta enloquecer”. Su repertorio, corto pero intenso, constó de temas como “Torn apart”, “Let it burn”, “Paint me red”, o “Vultures fly”, donde nos venían a la cabeza el sonido de bandas como Rammstein o Marilyn Manson. Agradeciéndonos los aplausos y presentándonos su último tema “Smell like a freakshow”, nos invitaron a que nos pasáramos por el puesto de merchandising.

Quince minutos después, teníamos a los norte americanos Five Finger Death Punch en escena, con un precioso y enorme cartel en la parte posterior, con su nombre entre un puño americano. La banda con un largo nombre que proviene del cine de artes marciales orientales, cuenta con discos de oro cada lanzamiento en Estados Unidos, y con un público mayoritario, está empezando a hacerse hueco en Europa con su aparición en festivales y acompañando a bandas consolidadas como en este caso. En su honor hay que decir que nos gustaron más que en el pasado Sweden Rock Festival, ya que su vocalista Ivan Moody, no perdió tanto tiempo entre tema y tema con largas y tediosas charlas que lastraran el ritmo del concierto.

Rotundos, enérgicos y contundentes tuvieron cuarenta y cinco minutos para presentarse ante el público madrileño con temas como el inicial “Under and over it”, siguiendo con “Burn it down”, “Hard to see” o “Lift me up”. En su música tienen cabida el Groove Metal, el Heavy Metal y el Nu Metal, con ese homenaje a los clásicos como es la personal y magnífica versión del tema homónimo de Bad Company.  El público cantó y saltó con la banda, que continuó su poderosa descarga con “Burn MF”, tema que se utilizó en la película ‘Freddy vs Jason’, “Coming down”, y “Never enough”. Para la parte final dejaron “Far from home”, donde Ivan se lanzó con las primeras estrofas a capella, golpeándose el pecho y dejando al público que le acompañara, y “The bleeding” con el que cerraron una actuación muy convincente.

Un poco más de media hora de espera y teníamos ante nosotros a los aclamados Avenged Sevenfold, una formación que sigue creciendo en popularidad por todo el mundo y encaramándose a los puestos tops dentro del Metal. Para algunos seguidores del Metal clásico no dejaran de ser una burda copia de Metallica, aunque para gustos los colores y, será el tiempo el que ponga a la banda en su sitio. Era la segunda venida a la capital tras su visita hace dos años, y a pesar de la crisis y de los múltiples conciertos, cuentan con una fiel legión de jóvenes seguidores que los idolatran, y que se saben todos sus temas desde la primera hasta la última letra.

La puesta en escena fue espectacular, con su característica calavera alada de enormes dimensiones, que escupía fuego a su alrededor, incluso dentro de las cuencas orbitales, aunque sin toda la ornamentación y decorados que les acompaña en la giras por su propio país, además de las clásicas plataformas, donde sus miembros se suben en distintos momentos de la actuación. El sonido de las campanas nos anunciaban que venía “Shephered of fire”, recibida con grandes ovaciones, para continuar con una de mis favoritas “Critical acclaim”, con un sonido espectacular (me acordé de aquellos que dicen que Vistalegre suena mal), donde las guitarras de Synyster Gates y Zacky Vengeance sonaban demoledoras, y M. Shadow se mostraba como un vocalista muy solvente durante toda la actuación.

Continuaron con “Welcome to the family”, con un público enfervorizado, que no paró de cantar en ningún momento, disfrutando de la banda, que gozaba de un fantástico juego de luces y mostrando una gran movilidad por todo el escenario. Tiempo después para el single de su nuevo y reciente trabajo “Hail to the King”, que le da título y que parece que lleve años en el repertorio del grupo, donde Synyster se luce con el solo encima de la plataforma. Siguieron con su nuevo álbum en la más sosegada inicialmente “Doing time”, y después de un amago de “Starway to heaven” con una intro acústica, fue el turno de “Buried alive” donde se produjo un vibrante duelo de guitarras, y “Fiction”.

Una auténtica locura se desató con los primeros acordes de “Nightmare”, claramente deudora de Metallica sobre todo por el tono de voz, viniendo después la magnífica “Afterlife” y un solo de guitarra bastante soso y predecible de Synyster junto a un pequeño solo de batería de un inconmensurable Arin llejay, que después de un par de años como batería provisional para los directos, se ha hecho con el puesto, demostrando su gran calidad con las baquetas. Vuelta después de la banda al completo para cerrar con los coros pregrabados de “Requiem” y “Bat country”. Tras cinco minutos de espera y después de corear el nombre de la banda, salieron para ofrecer un par de bises como “Chapter four” y “Unholy confessions” como fin de fiesta con una traca y explosiones finales, entre aplausos y ovaciones de sus seguidores.

Una actuación que podemos calificar como notable, ya que podemos exigir un poco más a estos americanos, sobre todo si suprimen o modifican ese aburrido solo, y añaden dos o tres temas más, que para una joven formación que tiene además seis discos, se nos antoja un set list muy corto con sólo trece temas.

Texto: José Luis Martín

Foto: Antonio Martín

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