Abrir para una gran banda siempre supone una oportunidad de oro para cualquier formación que está empezando o que todavía no ha alcanzado el estrellato. Pero hay ocasiones en las que tal vez no sea lo más conveniente o no encaja con una visión determinada del grupo. En este sentido,
La rivalidad entre Guns N’ Roses y Nirvana durante los noventa nos proporcionó recordados desencuentros como cuando Kurt Cobain y su esposa le propusieron a Axl Rose ser el padrino de su hija, pero el malogrado líder de la banda de grunge también se negó a abrir para su archienemigo