WITCHBURN: WHISKY GOTEANDO POR LA GARGANTA
15 noviembre, 2011 4:04 pm 3 Comentarios
Desde luego hay que tener ganas para con la que está cayendo embarcarse en una gira de casi un mes por la península. Pocos ejemplos recientes se conocen. Y mucho menos que sean capaces de comerse de una sentada más de 600 kilómetros, que más o menos era la distancia que separaba Erandio, en Bizkaia, de Castellón, donde los norteamericanos Witchburn tocaban el día anterior. Pero bueno, esto del rock n’ roll consistía en tirar millas a punta pala, ¿no?
Estaba claro que no se trataría de un evento para grandes masas y si se superaban las veinte personas ya nos podríamos dar con un canto en los dientes. El garito, por cierto, tampoco podría albergar demasiada afluencia, hay que decirlo, pues el local destinado a conciertos consistía en una segunda planta que antaño seguramente haría funciones de comedor. A un servidor, sin embargo, le sigue provocando una emoción indescriptible entrar en un sitio reducido y sin comerlo ni beberlo encontrarse con una banda dándolo todo en medio de una actitud insumisa ante la ley antitabaco.
Lamentablemente, este bolo estaba programado y los fumadores si querían dar rienda suelta al vicio debían dirigirse a la rue. No se perdió por lo menos esa atmósfera entrañable, casi en familia, en la que artistas y público se tutean con la mayor naturalidad del mundo.
Sin teloneros de por medio ni grandes despliegues ornamentales, Witchburn mediante “Be Purified” exhibieron de entrada sus credenciales deudoras hasta las cachas de Black Sabbath, algún retazo de Black Label Society y un indisimulado toque alternativo. La vocalista Jamie Nova se ganó fácilmente la simpatía de los asistentes con su esfuerzo por hablar en castellano y hasta se le perdonó los síntomas evidentes de resaca, aunque qué diantres, tampoco es una banda de monjas de clausura, era domingo, lo entendemos.
El peso escénico se lo reparten por tanto entre la carismática voceras y la guitarrista morena Mischa, que también ponía su granito de arena con sus poses rockeras al cien por cien y unos punteos que agradarían al mismísimo Tony Iommi. En la otra esquina se encontraba el grandullón bajista Jacy que por su estética podría tocar tranquilamente en Korn y se mostró un tanto estático durante el recital. No atraería las principales miradas del respetable, eso seguro.
El repertorio basculó en torno a su álbum debut ‘This Is How We Slay Our Demons’ producido por Jack Endino (Nirvana, Soundgarden), así que tampoco se podría pedir demasiada versatilidad aparte de los consabidos ritmos hipnóticos y esos riffs consistentes como bloques de hormigón que se complementan a la perfección con el tono setentero a lo Janis Joplin de la frontwoman.
En “The Hunted” rememoraron la persecución a la que son sometidas algunas personas por la música que les gusta o simplemente por su indumentaria, un alegato que cobra especial relevancia en una tierra donde hasta hace dos días tu vida corría peligro por tus ideas políticas, afortunadamente ahora solo te pueden dar una paliza o tirar una tarta. Y en la misma línea, “Army of Voices” recordó la importancia de levantar la voz. Suponemos que no debe haber sido nada fácil para ellos, siendo de Seattle, apostar por un formato tan clásico en plena capital del grunge.
Uno de los momentos cumbres llegó con “The Storm”, plagado de wah-wah e intervalos stoner mientras Jamie cantaba “we are coming…”, continuaron con los fenómenos meteorológicos dedicando el siguiente tema a la lluvia “que nos limpia y nos purifica”, antes de que el Jack Daniel’s cayera por nuestra garganta en “Whisky On My Breath”. Apenas habría unas 20 personas, pero los de Seattle salieron con la misma actitud que si hubiera miles de almas, pidiendo, o más bien casi exigiendo, la colaboración del personal para levantar la fiesta.
Cambiaron de tercio en “Sweet Rock & Roll” y pasaron de las cadencias arrastradas a un blues tirando a boogie al estilo de “The Jack” de AC/DC donde la vocalista demostró un diferente registro al que nos tenía acostumbrados, la chica sin duda le pone sentimiento al asunto. Y en “Stand Up And Be Counted” sacaron a colación los tópicos del rock n’ roll de beber mucho, fumar mucho y… un espontáneo terminó la frase de la manera que os podéis imaginar. Es lo que tienen los bolos íntimos.
Para la traca final guardaron un tema instrumental trallero de los que hacen afición y que sirvió para despertar a algún despistado que quedara por ahí y ya en “Mob Rules” asimilaron el legado de Sabbath hasta llevarlo a su terreno añadiendo una pegada que escandalizaría a sus creadores. Era inevitable que después de tanto homenaje velado no incluyeran ningún corte de los cuatro de Birmingham, y más en estas fechas, a pocos días de conocerse la noticia de la reunificación de la formación original del mítico combo.
Por último, recogieron los bártulos con un potente “Bleed The Stone” en la tónica habitual Witchburn y que además sirvió para presentar a la banda. La verdad es que no nos habría importado que se alargaran más tiempo, pero con un único disco poco habría que rascar, las normas del local que exigen que los bolos terminen a eso de las 10 tampoco estaban a su favor.
Salimos convencidos de que aquellos que solo acuden a la llamada de los grupos ‘grandes’ se pierden bastantes cosas por el camino, lo mismo que los que confían el criterio musical a las radiofórmulas o se centran en los cuatro nombres de siempre. Rechazaron esa sensación de whisky goteando por la garganta que al principio te quema por su concentración de alcohol pero luego te deja la mar de satisfecho y abre de par en par todos los sentidos.
Alfredo Villaescusa
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3 comentarios
No entiendo la defensa que hacéis de la 'actitud insumisa ante la ley antitabaco', cuando pocas normas han favorecido más a los músicos de garito.
Cantar durante una hora y media en una ambiente cargado de humo, DESTROZA las cuerdas vocales. Como me dijo un amigo guitarrista, que lleva más de treinta años tocando: "amo a esta ley como solo un hombre puede amar a una ley"
Coñas aparte, no me seáis talibanes: el humo no es sinónimo de rocanrol, como no lo es morirse alcoholizado a los 26.
Un abrazo
totalmente de acuerdo. lo has bordao.
Se salieron en Madriz! a estas bandas habría que apoyarlas más, grupo de calidad, kilómetros a mansalva y actitud, pero el apoyo es lo que está en crisis en nuestros días, más que los talegos