SWEDEN ROCK 2013: PRIMERA JORNADA DE FESTIVAL
9 junio, 2013 6:22 pm 1 ComentarioDe nuevo en Suecia, de nuevo en Sölvesborg, de nuevo en el Sweden Rock Festival… Un reencuentro que tengo la fortuna de repetir por décima vez consecutiva y cuya experiencia personal hace que sea un festival que recomiendo visitar, al menos por una vez ¡Seguro que os engancha!
Las cosas han cambiado en algunos puntos versus a ediciones anteriores; lo más visual desde la entrada al recinto del festival es la desaparición de la carpa exterior, la del bar, en la que podíamos disfrutar de conciertos alternativos a los que proponía el festival -lugar en el que hemos disfrutado de los inicios de bandas ahora exitosas como H.E.A.T o Crucified Barbara, entre otros- . Otras novedades son la ubicación de la zona del camping de prensa –casi imposible de encontrar dada la desinformación de los trabajadores-, la apertura de la zona en la que se ubican los dos escenarios principales, el Rock y el Festival Stage, una menor asistencia de puestos de comida y cachivaches, la ampliación del Mini Liv –Supermercado exterior-, y la subida entre 10 y 15 Coronas de los precios de casi todo, comida de los puestos incluida. Pero lo más evidente es la propuesta musical de este año, mucho menos comercial, aunque no por ello menos cualitativa.
El día apuntaba a lo que iba a ser, sol de día, con temperatura amable, y frío y húmedo por la noche.
Los conciertos iban a darse en los tres escenarios pequeños: el Rockclassiker, el 4Sound –antes conocido como el Dio Stage y Zeppelin Stage-, y el Sweden Stage –que el primer día se convierte en el escenario principal-.
Como viene siendo habitual, el primer día se inicia más tardío que los tres posteriores. A las 15:30 en el 4Sound y como inicio del festival, actuaron disfrazados al estilo de superhéroes de serie B el quinteto The Last Band, quinteto sueco que practican un estilo poco definido, con temas que se matizan con tramos de algunos clásicos y que no llegaron a conectar más que en contados momentos de los cuarenta minutos de su actuación. Su nuevo single y exitoso hit "When The Devil Needs a Ride", junto a “Welcome To The Circus” y “Mean Machine” fue lo único destacable de una actuación que nos dejó con un no muy buen sabor de boca. Fue el peor inicio de festival que recuerdo. Por suerte, el cambio de escenario, esta vez en el Sweden Stage, la cantante y armonicista Stacie Collins propuso una mejor respuesta del público. Procedentes de Nashville, el cuarteto Stacie Collins consiguió divertirnos con temas que deambulaban entre el Country, el añejo Honkie Tonk y el Southern Rock más actual, aplicados estos a través de la buena voz de Stacie, sus solos de harmónica, sus sensuales contoneos y una banda que aunque no despuntó como excelsa, desde el inicio explosivo de “Baby Sister”, la enfatizada “It Ain’t Love”, la marchosa “Give It Up” y la Total Party que se vivió al final con la versión del mítico “Jumping Jack Flash” de los Stones. Stacie Collins y su banda supieron trasladar la fiesta que se vivía sobre el escenario a un público que salió sonriente tras los poco menos de cuarenta minutos de su actuación.
A partir de aquí la cosa se complicaba, ya que los conciertos empezaban a solaparse los unos a los otros. Por una parte, en el 4Sound actuaban The Scams y en el Rockklassiker el sexteto Magic Pie. La cosa era difícil, escoger entre la entrega del Boggie Rock n Roll del quinteto sueco o los más distendidos del sexteto de Rock Sinfónico y Progresivo de los suecos. Aunque opté por disfrutar del concierto de Magic Pie -ya que su nuevo cantante, Eirikur Haukson, forma parte de la banda que acompaña a Ken Hensley & Live Fire en sus actuaciones, en su autobiografía, ‘Blood On The Highway’ y en su penúltima obra discográfica `Faster’. Aunque no pude resistirme a ver el inicio de The Scams. Como apuntaba, The Scams asientan su música en unas bases cada vez más disfrutadas por aquí, las de los maestros AC/DC. La escuela de los Australianos cala de manera muy profunda en estos lares y bandas como Bonafide, Bullet y los aquí expuestos se favorecen de ello, por ello la entrega del público fue inmediata, el posicionamiento clásico de AC/DC, los riffs repetitivos, enérgicos y vacilones y la voz a lo Brian Johnson, lograron que los puños se elevaran desde un primer momento. Pero como ya apuntaba, mi elección, no sé si acertada, pero sí satisfactoria, fue ver el concierto de Magic Pie. Como esperaba, la gran voz del dos veces representante de Islandia en el festival de Eurovisión y cantante de Ken Hensley en Live Fire fue un gran contrapunto a unos temas muy centrados en el rock sinfónico de carácter muy clásico y progresivo que Magic Pie nos aportaron. Un concierto algo lineal en su estructura, con temas largos, cambiantes, muy melódicos, en los que tan solo destacaba la voz de Eirikur, la guitarra de Kim Stenberg y las partes corales sobre lo que pensé que se sustentaría su música, la voz y acústica de Eirikk Hansen. Todo ello propuso entrega en sus más acérrimos seguidores y disfrute pasivo en los menos conocedores de su trayectoria. Aun así, Magic Pie nos hizo disfrutar a todos con temas como “Pointless Masquerade”, “Change” “Wht’s If?” y un medley de clásicos del Rock a ritmo sinfónico. Buena actuación para los amantes del género y los abiertos de miras, aburrida para los que lo que buscaban era una fiesta más participativa.
Volvíamos al escenario principal del día, el Sweden Stage, allí nos aguardaba una sorpresa, cuando esperábamos que sobre las tablas aparecieran Threshold, seis chavales de apenas 8 años fueron presentados como Black Day, nuevas promesas del Rock sueco, según dijo John Forsmann, el Boss del festival. Tres niñas corearon, más que cantaron, temas clásicos del que para ser honesto sólo fue algo aceptable la versión del “Heaven’s On Fire” de Kiss. Con mucha timidez por parte de las pequeñas, pero con una aceptable resolución de los tres chavales que les acompañaban a los instrumentos, Black Day tuvieron sus veinte minutos de gloria. El cambio de instrumentos, tuvo como efecto el retraso en el horario de la actuación de Thresold y unos problemas de sonido que enturbiaron el inicio de la actuación del sexteto progresivo. Con más ganas que acierto Thresold nos dieron buena muestra de su técnica y su eficiencia musical, sin embargo, su cantante --- no estuvo a la altura de sus compañeros y aunque lo intentó sus registros quedaron muy por debajo de lo que demuestra en estudio donde estos destacan y se matizan con gran solvencia. Aun así, temas como el inicial “Mission Profile”, el coreadísimo “Staring On The Sun”, el esencial “Angels”, o su hit “Ashes”,para mí lo mejor que tiene la banda en su cada vez más amplio arsenal. Tras el concierto de Threshold, otras coincidencias: en el 4Sound actuaban los polacos Vader y en el Rockklassiker les tocó el turno a Sister Sin. Tras disfrutar un par de temas del Death Metal melódico Vader, “Sothis” y “The Wrath”, tras lo cual tomamos la acertada decisión de acercarnos hasta el Rockklassiker para comprobar in situ si la fama y efectividad de la música de Sister Sin se trasladaba también a sus directos. Lo cierto es que el cuarteto de Goteborg lo bordó. Fuerza, actitud, potencia y entrega se unieron en una actuación en la que la cantante Liv Jagrell lo dio todo. Al más puro estilo Sleazy y con la fuerza del Heavy Old School Sister Sin nos hicieron corear, puños en alto, himnos como “Fight Song”, “24/7”, “Hearts Of Cold” o “Love/Hate” en un concierto intenso y atronador, como los de antes... El tiempo pasó rápido y la sensación del disfrute que habíamos vivido en el Rockklassiker nos acompañó hasta el Sweden Stage donde tocaba el turno de los veteranos del Glam Rock Sweet –por cierto, banda en la que Ian Gillan dio sus primeros pasos en la música-. En mi opinión Sweet y Stacie Collins fueron lo mejor del día. Clásicos indelebles como “Wig Wam Bam”, “Hell Raiser”, “Blockbuster”, “Ballroomblitz”, “Fox On The Run”, “Action” o “Teenage Rampage” volvieron a ser protagonistas de una divertida fiesta con sabor seventhy’s. Divertidos, animosos, entregados y comunicativos, los pasajes vocales, muy al estilo Bee Gees de Sweet consiguieron resecar nuestras gargantas en un show en el que casi nadie pudo dejar de corear unos éxitos que aún siguen teniendo carácter y vigencia.
De nuevo dualidad entre el Rockklassiker, donde actuaba Göran Edman (Talisman, Yngwie, Glory…) como vocalista en Marran, mientras que en el 4Sound Stage Bullet iban a dar cuenta de su destreza en blandir himnos con puro y crudo sabor AC/DC. Ante la duda… ¡No te abstengas, actúa! Eso es lo que hicimos e intentamos contar con la dualidad como forma para disfrutar de dos estilos muy diferentes, pero, cada uno en su vertiente, igual de atractivos.
Bullet estuvieron muy en su línea, entregados y pasionales, sólo que en esta ocasión la voz de Dag “Hell” Hoffer quedó muy por debajo de las otras ocasiones en las que he podido verles, aun así, el apoyo de la banda, que se dejó la piel y el del público, reciproco en la entrega, además de las dosis de pirotecnia que arroparon ciertos momentos del concierto, se convirtieron en bastón de apoyo para que himnos como “Turn It Up”, “Full Pull” o el intenso final que propuso “Bite The Bullet” siguieran teniendo el arrastre que normalmente suelen tener en un directo estudiado para atrapar a unos fans cada vez más acérrimos a la banda. Por su parte, Marran estuvieron en la otra parte de la balanza. Göran Edman estuvo muy completo, eso sí, sin despeinarse en lo más mínimo. Entendámonos, su voz fue muy buena, pero la facilidad con la que interpretó el Blues Progresivo con miras a los setentas que Marran expresaron en temas que nos hicieron pensar que a Göran le queda esa faceta musical muy, pero que muy corta.
Llegaba el final del primer día de festival. A priori la elección de la actuación de Candlemass como cabezas de cartel se me antojó más una propuesta comercial por parte de su discográfica que una elección personal por parte de la organización, sobre todo recordando las propuestas y estilos que en las últimas ediciones habían cerrado el primer día de festival –Uriah Heep, Hardcore Superstar, U.D.O., Edguy-. Pero estamos en Suecia y aquí Candlemass están muy por encima de un estilo minoritario en otros lares. El escenario se convirtió en una especie de santuario abierto; en él la visión de lápidas, cruces y, como no, candelabros aportaban el halo perfecto para englobar esa atmosfera pesada y profunda que el Doom del sexteto de Estocolmo confiere. Otro de los puntos que finalmente fue decisivo para que el frente del escenario estuviera repleto, fue la oportunidad de poder disfrutar de Mats Leven a la voz –quien ya había estado en la banda allá por el 2006-. Sin duda Mats fue el alma de la fiesta, supo adaptar a la perfección su voz a los temas que en su día recrearon Messiah Marconi y Robert Lowe , temas que gracias a la energía y a la facilidad de matices que Mats inyectó en ellos, en este sentido caben destacar las interpretaciones de la demoledora “Under The Oak”, la oscura “Black Dwarf”, la aclamada “Hammer Of Doom” y la atmosférica “At The Gallows End”. En esta ocasión, y siempre gracias al aporte de Mats, Candlemass hicieron mucho más atractiva y entregada una propuesta que finalmente se mostró como de error de menor importancia por parte de la organización. La música de Candlemass no nos quitó el intenso y húmedo frío que reinaba en las praderas de Sölvesborg, pero en muchos momentos nos hizo olvidarnos de él…
TEXTO Y FOTOS : JOSEP FLEITAS
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1 comentario
Uno de los mejores festivales de europa con el gran aliciente de componerse el cartel de bandas de rock clásico con algunas heavys y alguna que otra extrema.Para ser el primer dia podrían haber metio con las otras algunas de más nombre como MOTORHEAD,SAXON,JOURNEY,TOTO,IRON MAIDEN.....