SKULLFIST: HEAVY METAL EN ESTADO PURO

Sala We Rock, Madrid.

Otra gran cita más en la céntrica sala de la capital, en donde arranca fuerte un caluroso mes de mayo muy prolífico en cuanto a número de conciertos y a variedad de estilos. Sin darnos tregua después de un intenso fin de semana, continuábamos avanzando en una agenda que parece no detenerse ni para coger impulso.

Con puntualidad inglesa, abrían puertas a las 20:00h para dar comienzo a eso de las 20:15h a la primera banda de la tarde. Salían al escenario unos jovencísimos Leather Heart (criados en el seno de los tan frecuentados bajos de Argüelles entre otros lugares de reunión de la comunidad heavy de nuestra ciudad); llegaron ataviados con sus mejores galas para tan importante velada, en la que nos dieron a entender que venían sobrados de entusiasmo. “Take My Breath” y “Black As Night” hacían repaso de su material editado hasta la fecha: una modesta publicación en formato demo que ya ha dado mucho que hablar. Suenan frescos, gamberros y muy cuidados, prestando atención a cada pequeño detalle en sus composiciones. La extraordinaria voz de su frontman Adrián (desde luego, el nuevo Halford); los cambios de ritmo a la batería o los riffs de guitarra perfectamente intercalados con unos solos alternantes entre sus dos guitarristas,hacen que despunten entre la mayoría de bandas del estilo. Ese equilibrio entre lo salvaje y cierto toque de elegancia se reproduce en un sonido compacto y muy bien estructurado.  “Depths Of Space” de su próximo larga duración que verá la luz en el mes de septiembre, daba paso a “The Crow”, también de este trabajo todavía en proceso de gestación y que debo admitir, me recordó mucho en la voz de Adrián a los Black Crowes de los 90 en los registros más graves. Todo parecía ir sobre ruedas, con un público entregado a la causa, hasta que a uno de sus guitarristas, Alejandro, le surgía algún pequeño contratiempo técnico denominado por la banda como un “imán de catástrofes” que siempre se les avecina cuando tocan en la ciudad. Con todo, continuaban aguerridos con “Restless”, “Nightmares Town” o “Don´t You Go”, muy en la estela Iron Maiden. Se acababan los minutos de su intervención mientras el público disfrutaba de su último tema, homónimo de la banda; tras la que pedimos más sin obtener éxito debido a cuestiones de horario. Permaneced atentos a su trayectoria.

Unos instantes después y sin casi pestañear, nos asaltaban los belgas Evil Invaders con otra hora de contienda. Me llama la atención la cantidad de formaciones noveles que el formato Speed/Thrash Metal está dando a conocer en los últimos tiempos. Todos ellos cuentan con una edad entre la veintena y la treintena y a pesar de eso, muchos llevan ya unos 10 años de carrera demostrando una soltura sobre las tablas que ya muchos quisieran. Es así también en el caso de este cuarteto que salió a poner patas arriba una sala que no podía hacer otra cosa que cabecear hasta el extremo. Un sonido altísimo, sí, pero acorde con el ritmo frenético que nos traían. Nos presentaban su primer álbum de estudio ‛Pulses of Pleasure’ (2015) lanzado a través del sello Napalm Records junto a su EP de 2013 ‛D-emokill’, con el que inauguraban setlist a través de la estruendosa “Driving Fast”. Superados los primeros momentos de pasmo generalizado ante tal sobredosis de energía, decidíamos dejarnos llevar por esa fuerza impetuosa que desataron sin dejar ni un solo superviviente. “Stairway To Insanity” o “Fast, Loud 'N' Rude” continuaban con esta pelea a vida o muerte entre el cuarteto y los asistentes. Culminaban “Victim Of Sacrifice” y “Master Of Illusion” dejándonos taquicárdicos pero absortos en un estado de satisfacción muy próximo al nirvana. Intrépidos.

Y ahora sí que venía lo bueno…entre dimes y diretes, se iban subiendo al escenario los canadienses Skullfist, que como Perico por su casa, iban preparándose entre juegos y bromas varias como si de una tarde de ensayo se tratase. Parecían inofensivos, pero lo cierto es que verles en directo jamás deja indiferente a nadie. Ya en 2012 nos visitaron en la Ritmo y Compás siendo casi unos completos desconocidos para las masas pero ganándose desde ese instante el cariño y la admiración de todos. También muy jóvenes, humildes y sin complejos, desbordan fervor y un talento inconmensurable que nos hizo pasar una noche en la mismísima gloria. “Attack Attack” de los Tokyo Blade, asestaba el primer golpe junto a “Ride The Beast”, “Get Fisted” (dedicada por el propio Jackiea las chicas de la sala entre risas y a modo de balada con esa retranca tan entrañable) o “Commit to Rock”, todas de su primer disco ‛Head Öf The Pack’ (2011). Daban lugar así a los cortes más recientes y pertenecientes a su último trabajo de estudio lanzado el pasado año bajo el nombre de ‛Chasing The Dream’ con la épica “Sign Of A Warrior” (recuperada de su EP de 2010 ‛Heavier Than Metal’); o “Mean Street Rider” en la que la preciosa novia de Jackie le ataba los cordones de sus converse blancas mientras seguía tocando. Turno para el nuevo batería JJ Tartaglia y su curiosa forma de colocar los platos en las alturas en un solo de apenas unos minutos que nos llevaba hasta el single de su nuevo videoclip “Bad For Good”, para volvernos locos en “Hour To Live” y “You´re Gonna Pay” donde finalmente Jackie decide descalzarse sin tocarse los pies para continuar el show, como en casa. Y por si no fuesen suficientemente sobrados, llegaba su cover del “Angel Witch” de la banda homónima seguido de nuestro tan típico “Oeeee, oeee, oeee, oeeee…” que el mismo Jackie supo interpretar como nuestra manera de pedir más. Entre júbilo desmedido y éxtasis súbito se acercaba el final con su tan conocido “Head Öf The Pack” a hombros de un Johnny Nesta en duelo de solos, que se desenchufa y sigue tocando sin darse cuenta en medio de la catarsis. Muertos de la risa y conscientes de que tan ancestral noche llegaba a su fin, observábamos cómo Casey introducía con un breve solo de bajo al que se ha convertido en uno de los himnos de la banda, “No Flase Metal”. Locura generalizada, también para esta humilde servidora, que se vio descalzando al propio bajista mientras me desgañitaba coreando sus letras con el zapato en alto ante las carcajadas del conjunto. ¡Volved pronto!

Texto y fotos: Diva Satánica

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