MACHINE HEAD: MAYORIA ABSOLUTA

Sala Rock Star, Barakaldo

Pocas veces hemos visto tanta cantidad de gente en un recinto de capacidad limitada. Y es que al toparse de frente con una ingente muchedumbre que dificultaba hasta límites inconcebibles el mero hecho de salir al exterior a fumarse un cigarro quedaba claro que lo suyo habría sido llevar el bolo a un pabellón o polideportivo. Estaba claro que el atractivo cartel formado por Machine Head, Bring Me The Horizon, Devildriver y Darkest Hour batiría récords de asistencia y dejaría a unos cuantos con la miel en los labios ante la imposibilidad de conseguir entradas o, si su economía lo permite, abonando en la reventa unos 60 machacantes, según nos comentaron por ahí.

Con todo el papel agotado por tanto, la sala a primera hora ya bullía de actividad y obligaba a agudizar el ingenio buscando pasadizos y mil y un tretas con el fin de lograr un codiciado sitio con visibilidad digna, y bueno, conservarlo era otro cantar, ya que al mínimo descuido cualquier pesado te metía el morro y hala a seguir la juerga a otra parte. Por si fuera poco, a medida que avanzaba la velada, la temperatura interior subía aderezada de ese característico olor a humanidad y el único alivio aparecía de vez en cuando en forma de inconstantes ráfagas de aire acondicionado.

Dejando de lado las insufribles condiciones del recinto, DARKEST HOUR abrieron mientras la parroquia iba abarrotando el lugar y en el apartado sonoro tuvieron bastante suerte para ser teloneros. Una lástima que tampoco dispusieran demasiado tiempo para demostrar su valía, pero por lo menos valió para hacernos una idea de su potencial gracias a piezas de factura reseñable como “Love As A Weapon” o “Your Everyday Disaster” de su reciente ‘The Human Romance”. Un suculento entremés.

Valga a modo de aclaración preliminar decir que nunca nos llamaron en exceso las aventuras de Dez Fafara ni cuando gastaba sombra de ojos en Coal Chamber ni en su faceta de frontman ultrametálico en DEVILDRIVER, aunque hay que admitir que el tío se lo curra a las tablas y no ha perdido esa capacidad innata para llevar a las masas a un estado de catarsis colectiva, igual que un iluminado conduce a sus fieles hacia un nuevo mundo. Pese a sufrir un sonido marrullero de difícil asimilación, tuvieron las tablas necesarias para lidiar ese inconveniente imprimiendo un ritmo demoledor a los minutos que tenían asignados a base de trallazos directos del calibre de “You Make Me Sick” y el inevitable “Clouds Over California.” Brutales.

Gran parte de los chavalillos que pululaban por el recinto esperaban con ansia a los sobrevalorados BRING ME THE HORIZON, el típico combo del que la prensa guiri se deshace en elogios y luego uno los ve en directo y se nota a la legua que no son para tanto, un puro producto de marketing encumbrado quizás por su estética molona o porque se apuntan al trillado carro del metalcore, el pan nuestro de cada día. Al margen de las consideraciones de cada cual hacia su música, había indicios de que a gran parte del personal no le agradaban, básicamente porque en el exterior una multitud importante aprovechaba para prolongar el pitillito algo más de lo habitual. Los que optaron por permanecer dentro se encontraron a una banda a la que costaba pillar el sentido en medio de una descomunal maraña de ruido casi impenetrable para los profanos. Dieron buena cuenta de su último lanzamiento ‘There is A Hell, Believe Me I ‘ve Seen It. There is A Heaven, Let’s Keep It A Secret’ con “Fuck” y “Alligator Blood” entre pogos y simulacros de wall of death. Aburridos.

Sangre goteando por las pantallas situadas a cada lateral del escenario hasta desembocar en el logo de MACHINE HEAD sirvió de preludio a la aparición de Robb Flynn  y los suyos mediante “I Am Hell”, pieza que también abre ‘Unto The Locust’, el disco que presentaban en esta ocasión. Parecía que los hados del sonido de la sala iban a dar una tregua parcial porque, pese a que no se conseguía la nitidez necesaria, por lo menos el conjunto adquiría los matices contundentes indispensables para no restar pegada a la potencia de los californianos.

La reacción del público fue soberbia, coreando temas recientes tipo “Be Still And Know” o “This Is The End” como si se tratara de auténticos clásicos y casi perdiendo el control ante otras piezas con mayor solera como “Old” o “Ten Ton Hammer”. Los de Oackland en cuanto a repertorio pocas cosas se dejarían en el tintero, pues repasaron toda su trayectoria incluyendo guiños a cada uno de sus trabajos y dando una indisimulada predominancia a los dos últimos esfuerzos discográficos.

Hasta hubo momento para que Flynn se arrancara en un alegato acerca de la integridad artística y terminara agradeciendo a los asistentes por el llenazo hasta la bandera. Y por supuesto se fueron con el pabellón bien alto con “Halo y “Davidian” certificando que si han llegado a ese nivel no será de rebote de una moda pasajera sino fruto de una evolución constante que les ha permitido ir ampliando el número de seguidores sin perder la esencia por el camino. Sin duda, después de la espectacular aceptación de esta gira por la península el futuro les pertenece más que nunca, han configurado una mayoría absoluta más digna que la de cualquier partido político y que merece la pena consolidar antes de cuatro años.

TEXTO: ALFREDO VILLAESCUSA

FOTOS: ANTONIO MARTIN

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Mariano Muniesa

Periodista Musical en Mariskal Rock & La Heavy

Mariano Muniesa acumula una larga trayectoria en el periodismo musical tanto en prensa escrita como en radio y TV. Ha dirigido programas en las principales cadenas de radio del pais (Cadena 100-COPE, Onda Cero, SER-40 Principales) en 40TV-Canal Plus y Onda 6 TV y es autor de numerosos libros biográficos y ensayos sobre el mundo del rock: Rolling Stones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Metallica, Barón Rojo, AC/DC y un largo etcétera.

Descubre su blog La Comuna: http://marianomuniesa.blogspot.com.es/

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