LOS SALVAJES: VIERNES 13… Y MADRID VOLVIÓ A SER SALVAJE
16 marzo, 2009 5:20 pm 5 ComentariosPues sí, hasta la fecha acompañaba, Viernes 13. Todo era perfecto y nos hacía falta. Desde el 97 Los míticos SALVAJES no habían pisado Madrid. Para muchos, yo entre ellos, era nuestra primera noche Salvaje y estábamos nerviosos y ansiosos desde el día anterior. Iba a ser una mítica sin duda, íbamos a ver a una de las primeras piedras del rock patrio, el inicio de la música que amamos, de la forma de vida que amamos. A veces vamos a ver a los grupos que iniciaron esto con ilusión, es como asistir a una clase práctica de la asignatura que más amamos en la carrera de la vida, el rock, pero esta noche tocaba un master, amigos, y a fe que el master mereció la pena.
Hasta el sitio acompañó, siempre hemos dicho que la Gruta, junto con la sala Sol, son los últimos clubs verdaderos de rock que quedan en la capital de España, sus conciertos son a la hora en que el rock, como los vampiros, toman la noche, su trato a la gente es de verdaderos colegas, las copas son en vasos de cristal y las botellas son de marca. Los precios son asequibles, en definitiva son clubs de rock por el rock y para el rock y se agradece cada vez que vamos, que los dioses nos conserven el Gruta y el Sol por muchos años, hacen falta en este Madrid que agoniza en cuanto a rock se refiere y ya puestos hace falta que se “reproduzcan”, que surjan más clubs que sean el refugio de esta forma de vida.
Aquello estaba anunciado a las 11 de la noche pero no podemos aguantar más, a las 9 ya estamos en la puerta, una bolsa con los vinilos de Los Salvajes para que Gaby nos los rubrique, una camisa de leopardo, que hay que ser Salvaje, y los nervios de un quinceañero que va a su primera cita. Y la noche cálida que acompaña, Madrid, el viernes 13, olía a rock and roll. Aparcamos el coche justo detrás de la sala, bajamos y ante la puerta cerrada del club oímos a los Salvajes probar sonido, "These Boots are made for walking" y la inconfundible voz de Gaby nos reciben. La impaciencia es tanta que empujamos la puerta y para nuestra suerte está abierta. Como os decía, el Gruta es mucho Gruta y su jefe, el Indio, no nos pone ningún problema, “anda, pasa a ver la prueba” nos dice, que me suena a un “anda, entra en el reino de los cielos” dicho por el mismísimo San Pedro; y ahí estamos, acompañados de los Megatones que esperan para hacer su prueba, el manager de la banda, y el road manager, hermano del bajista original de la banda; como anécdota, es tío del batería de Mescaleros, la banda catalana con la que iniciamos la gira los Lujuria este año, que por supuesto se hace foto conmigo para su sobrino y me cuenta todos los detalles, enseguida nace la amistad.
Mi madre dice que los rockeros de corazón somos como los perros, nos olemos los culos y ya no hay quien nos separe ja ja ja así es mi santa…
Sobre las tablas veo a Los Salvajes. Ahí está Gaby ¡cuántos años esperando para verte cantar, maestro! “Dame más reverb y no me bajes volumen hombre, que soy rockero” le dice al técnico; a su izquierda otro grande, pero grande de verdad, que después firmaría un concierto memorable dando lecciones de cómo se toca la guitarra, Quique Tudela, quien fuera guitarra de los míticos Los Gatos Negros, banda que se forma en el 57 nada menos; tras él se sitúa Peter Dijsterhuis al teclado que ha estado en Los Salvajes tras su reunificación, y junto a él forman la segunda línea Salvaje Francis Rabassa, el batería rockero que acompañó a Serrat 17 años y Nina Olive que hace voces y percusión. El frontal del escenario es para Quique a la guitarra, Gaby a la voz y el bajista Albert Ponsa. Pues bien ahí están tocando para nosotros, y yo en el paraíso. Charlamos con Salomón, el guitarra de los Megatones que van a tener el placer de abrir la noche, nos dice que no se retrasarán más de las 11 y media y acabada la prueba vamos a conocer, por fin, al maestro, a Gabriel Alegret, a Gaby. Nos firma los discos (pinta una cabeza con la melena rizada que luce) y nos cuenta su época de promotor (el fue quien trajo a Kiss por primera vez a España, por ejemplo, “menuda hostia me di” comenta Gaby) y quedamos en vernos después del bolo.
Es hora de cenar, tanto para ellos como para nosotros. Durante la cena la gente de esta web estamos en contacto telefónico porque el día es histórico y quedamos para el concierto, mi pana Darío Escalante, el técnico habitual de Rockcinante se acercará al bolo, y hasta el mismo Mariskal no quiere perdérselo, recién llegado de viaje renuncia al descanso porque la noche se lo merece, la familia Mariskalrock se reúne en torno a la noche histórica del viernes 13 del 2009, la noche en que Madrid volverá a ser Salvaje.
Se acerca el momento, el Gruta se llena de lobos solitarios, de pandillas rockeras, poco a poco aquello empieza a hervir con tupés, patillas, melenas, cuero, ¡ambiente de gala! Chupas con el logo de Triumph, de Harley (más Triumph que Harley, que es la noche de los tupés), gomina, faldas, pendientes, pulseras… me encanta el ambiente, ya os lo he dicho, el Gruta huele a rock de verdad, del auténtico, del que se lleva en el corazón. Músicos como Pachi de Casablanca vienen al master y empieza la fiesta.
Con sus trajes de gala Los Megatones abren la noche, son ya 15 años de trayectoria los del grupo. Salomón Molina a la guitarra y voces, Aquilino Gómez a la voz y la rítmica, J.C. Brassamonte al bajo y B. Iván Moreno a la batería han abierto con la mítica “Apache” que están disfrutando los muchos rockabillys presentes en la sala. Hay ganas de ver a Los Salvajes pero también merece la pena disfrutar de esta banda mítica. La gente se vuelca con ellos como antesala de lo que vendrá después. Este es el set list que amablemente Salomón, gracias por todas las atenciones colega, me pasó después del bolo:
APACHE
A SHOT OF RHYTHM&BLUES
MOVE IT
LIES
GIPSY BEAT
I PRETEND I’M WITH YOU
TELL ME HOW
DUCKPOND
PLEASE DON’T TEASE
SHAKIN’ ALL OVER
DANCING SHOES
MIDNIGHT
THAT’S ALRIGHT
OPPORTUNITY
DEAR DAD
GOLDEN EARRINGS
BRAND NEW CADILLAC
La banda gustó y mucho, tanto que, tuvo que hacer un bis, se despiden con PECOSITA entre aplausos y nos dejan con Los Salvajes.
En el Gruta suena la sintonía habitual de Los Salvajes, “Al Capone”, que creo data del 66 nada menos, por entonces pocos grupos apostaban por temas instrumentales, este es uno de los primeros. Estamos nerviosos, la banda empieza a aparecer sobre las tablas ante el delirio de Madrid y por fin el maestro de ceremonias, el gran Gaby, Gabriel Alegret, enfundado en una chaqueta negra con los cuellos de leopardo blanco (cuando se la quitó y la lanzó al road no lo pude evitar, se la pedí y me hice foto con ella), una gran cruz al cuello y una camiseta de rejilla para entonar “Paint it Black” que empuja el público a la primera fila. ¡Los Salvajes están en Madrid! Gaby está increíble de voz, aún se me ponen los pelos de punta al recordar su interpretación de “La casa del sol naciente”, alcanzando unos registros impresionantes, se mueve baila y charla mucho con el público, un frontman 100% como a mí me gustan, nos hace reír, amar el rock o nos da la gracias llenando de sentimientos cada canción. Memorable su presentación del tema “Mi bigote”: “Recuerdo cuando salió esta canción, todo el mundo se dejó bigote, los chicos debajo de la nariz, y las chicas…", todo el mundo se echa a reír al ver el gesto de Gaby que parece bajar a otra parte del cuerpo, pero no llega a bajar donde pensáis, eleva sus manos y suelta, “las chicas, ya sabéis, no pueden dejarse bigote” ¡qué grande!
Es capaz de conseguir que una chica le pase su cerveza, que otra le deje su botín cuando interpreta "These Boots are made for walking" o de bajarse al público, cantar con nosotros, hacernos arrodillar a todos para volver a subir y continuar con el show, ¡increíble! De hecho en la sala se hablaba y especulaba sobre qué edad puede tener ahora Gaby, me quedo con el comentario de uno de esos chicos duros, con tupé y una chupa de cuero con el logo de Triumph: “¿Gaby? ¿Qué edad tiene? ¡SIEMPRE 18!”
No quiero olvidarme del resto de la banda porque estuvieron magníficos, Quique Tudela dejó una lección maestra de lo que es tocar una guitarra, ¡qué gustazo por dios! Cuando la banda ataca en el bis “Gimme some loving” deja unos solos que si antes había hecho durante todo el concierto que lo amase, aquello consiguió que lo adorase, sencillamente magistral la noche de Quique, la noche del Gato Negro en un viernes 13 fue de las que marcan un antes y un después sobre cómo se toca una guitarra. Espectacular también desde su batería Francis Rabassa, nos dejo un solo corto en el tiempo, buena gana de extenderse 10 minutos cuando en 3 se puede hacer lo que él hizo, que arrancó el aplauso de “los cinco mil”, como dijo constantemente Gaby haciendo referencia a la entrega del publico, “a ver, los cinco mil, cantad conmigo” y aquello sonaba a 5.000 voces entregadas. No desmereció para nada Albert al bajo, Nina a las voces y Peter al teclado. Por cierto Gaby, se lamentó de que debido al pequeño escenario tuviera que estar en segunda fila y no pudiésemos verlo, pero nos bastó con oírle, te lo aseguro Gaby, nos bastó con eso.
El tema “Palabras” pone fin a la noche, todo el mundo estaba feliz y “los 5.000” cantamos ese tema con Los Salvajes. Ellos sonreían porque Madrid estaba a sus pies, Madrid sigue siendo Salvaje, dejaron su promesa de no tardar mucho en volver, de hecho decían que querían venir cada seis meses y Gaby apremiaba a su manager “¡cabrón, a ver si te mueves más y nos traes aquí cada seis meses!”
Ojalá sea cierto, si no cada seis meses cuando sea posible, pero tienen que volver, el rock and roll necesita estos master magistrales cada cierto tiempo, necesitamos aprender la lección final, es necesario que se extienda, esa lección no es otra que la que comentaba aquel rocker en la sala, que el rock es el auténtico elixir de la eterna juventud, que si vives el rock puede que pasen los años y que incluso ese paso del tiempo deje sus huellas en tu cuerpo, pero será sólo eso, la huella del paso del tiempo, porque amando el rock tendrás… ¡SIEMPRE 18!
¡LARGA VIDA A LOS SALVAJES!
No os pongo el set list, cuando lo pedí al final del show sonrieron y se lo llevaron dentro, después, cuando tomábamos algo disfrutando del inmediato recuerdo de lo que habíamos vivido me lo dieron… firmado por todos ellos, ¿cómo voy a escribir el set? Mejor que veáis la foto, es un fragmento de historia….
Texto: Oscar Lujuria
Fotos: Thais Rojano
5 comentarios
Buena cronica Oscar...!se nota que te la viviste...la noche!!Salvajes por siempre!
suerte y que las estrellas te guien..siempre!
tu hermano en el Heavy metal...por los siglos de los siglos!
Alfredo Escalante
Hola tronco me has puesto del color de los fresones, pero te agradezco en nombre de toda la banda tu cronica, la proxima intentaremos hacerlo mejor te lo juro.
Dile al jefe (mariskal) que tengo que pasar por la editorial y le mandare el libro "LOS SALVAJES Y YO".
Tu recibre un abrazo muy salvaje de este que lo es tu amigo
GABY
¡¡¡Vaya honor!!! ¡D. Alfredo Escalante, 40 años haciendo daño... y los que te quedan y el gran Gaby escribiendo aqui!
Alfredo, la noche fue mágica, la gocé de verdad y con muy buena compañía, ya tu sabes mi pana 😉
Gaby, ¿hacerlo mejor? ¿se puede? ¡fue increible! pero lo que si te pediría es que lo hagais más seguido, que no pase mucho tiempo para que volvais ¿OK? Os esperamos con ansia. Saluda a toda la banda.
Un abrazo a ambos ¡LARGA VIDA AL ROCK AND ROLL!
Magnífica crónica, sin duda Los Salvajes merecen un lugar de honor en nuestra música. Sigue así Oscar
Buen concierto y buena crónica. Gracias!