HISTORY OF ROCK: NOCHE DE INFARTO EN EL TEATRO

25 marzo, 2015 12:27 pm Publicado por  1 Comentario

Gran Teatre de Elche

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Michele McCain en acción

Noche de rock y teatro conforman un binomio que siempre merece la pena vivir. El Gran Teatro de Elche acogió un evento musical de alto octanaje, no sólo por la excelsa calidad de los músicos y cantantes que iban a interpretar las canciones más salientes y profundas del rock, sino por el lugar elegido.

El patio de butacas estaba lleno. Es cierto que al lado izquierdo había todavía algunos asientos vacíos cuando el telón se abrió, pero hay que reconocer que el auditorio es muy grande y es difícil no ver huecos.

Cuando el telón se abrió pudimos ver, con los nervios propios del que sabe que va a contemplar un espectáculo único, la fachada  principal de la discográfica Sun Records, y por un lateral apareció Jakob Stadell, fantástico vocalista que nos iluminó la noche.

En el primer tramo hicieron un popurrí para meternos en harina, donde descubrimos a los cantantes que iban a endulzarnos los oídos. Cayeron canciones del porte de “Johnny B. Goode” (Chuck Berry) o “Satisfaction” (The Rolling Stones), tema que hubiera preferido escuchar más adelante, cuando el público está más caliente y entregado al concierto.

Abandonamos la discográfica y recalamos en un  telón que no me gustó mucho, un autobús típico londinense por el que iban entrando los cantantes, como si se subieran en el “bus del rock” o algo parecido.

Michele McCain se comía el escenario poco después, flanqueada por unas coristas que aunque no las veíamos, intuíamos que estaban ahí. Lo hacía con el tema “Stand By Me”, y ahí la gente se animó, aunque fue un espejismo, pues en la primera parte del concierto parecía no haber público en el teatro.

Tommy Heart, que tan buenos momentos nos ha hecho pasar en Soul Doctor, apareció en escena para cantar “Smoke on the Water”, uno esos temas que no necesitan presentación, y que sólo con los primeros compases adivinas al instante. El posterior cambio de decorado fue un alivio y una enorme alegría, pues ante nosotros teníamos un gran escenario de rock & roll. En el centro había una guitarra de forma vertical y el escenario se llenó de plataformas, donde vemos a los músicos y a las coristas. Plataformas por las que caminarían y correrían los cantantes, demostrando su agilidad y su fuerza sobre las tablas. Thomas Vikström, de los Therion, salía entonces a cantarnos la emotiva “More than I feeling” de Boston.

El espectáculo continúa desde ese punto, y por descontado no os voy a destripar todo lo que tiene en su interior, pero algo que os hará saltar de la butaca será “Hotel California”, porque la ejecutan con una brillantez extraordinaria. Además, seguida llega “The Wall” que se nos presentó con el sonido de unas hélices y un juego de luces engrandecedor.

Llegamos al descanso, y lo necesitábamos porque la dosis de rock que nos acababan de servir había sido tremenda y casi nos deja exhaustos. Al regreso, vinieron dando fuerte con “Hey Jude” de los Beatles, llevándola cada uno a su personalidad, lo cual en este punto del show se agradeció, pues no sólo estábamos viendo a unos músicos y vocalistas interpretando unos temas, sino tratándolos de un modo distinto al habitual y llevándolo a su terreno, al que controlan a la perfección.

Michele se salía en cada aparición, es una tormenta perfecta que nos dejaba sin fuerzas para más mientras ella está en el escenario desgañitándose con soberbia genialidad. Lo hizo imitando a una de las más grandes, Tina Turner, y su “Simply The Best”. Sencillamente emocionante.

No podían faltar a la fiesta los genuinos U2, donde Jakob Stadell se hacía el ciego mientras cantaba “With or Without You” de un modo muy original, caminando a tientas entre el público con los ojos tapados.

Otro de los momentos álgidos de la velada fue cuando Thomas entró por el patio de butacas cantando, como ya lo hace en el espectáculo de Queen donde participa, la genial “Bohemian Rhapsody”, llevando al clímax a la gente, que ya se ha empezado a animar y a bailar. Y es que Thomas le tiene tomada la medida a la canción y la doma de una forma magistral.

El resto del show fue de infarto, llevándonos de un lado al otro, en una montaña rusa extraña y entrañable. Sólo puedo decir que el público salió agotado, extenuado y con ganas de más.

TEXTO Y FOTO: JAVIER CARO

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Esto si que es un concierto/versiones con mayúsculas por parte de MICHELLE McCain y los invitados que hicieron aquella noche algo más que unas versiones en tierras alicantinas!!!

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