CRÓNICA DEL VIÑA ROCK 2015
8 mayo, 2015 3:32 pm 1 ComentarioVillarobledo (Albacete)
No era un Viña Rock cualquiera: fue el vigésimo aniversario de un festival que cada año se supera más y más, y eso ya es difícil. Se ha convertido en una peregrinación casi obligatoria para decenas de miles de personas de todas partes del estado e incluso de países como Alemania, Inglaterra o Francia. Con motivo de la celebración, el miércoles se amplió la oferta musical, con lo que tuve que desplazarme el martes para poder lograr un lugar de acampada.
Miércoles
Después de pasar la primera noche, clave para acostumbrarse a dormir allí, me fui directo al autobús que Red Bull monta todos los años en el camping a modo de fiesta de bienvenida para los allí presentes. Este año en vez de ser nocturna tuvo que comenzar pasada la mediodía. He de decir que conocía dos de los cuatro grupos que actuaron, casualmente los dos últimos. Comenzó todo con los valencianos Mafalda, que con su Reggaecores sorprendieron a propios y extraños, entre los que me incluyo. También hubo tiempo para la emotividad, con una pedida de matrimonio en mitad del concierto con final feliz. Marinah continuó con la fiesta aportando sonidos frescos y percusiones bastante interesantes. Tras ellos, ya con un retraso acumulado de los anteriores grupos, salió con mucha potencia Vendetta, que desgranó temas de su último álbum como “Suma”, “Leña al fuego” o “Hemen” y éxitos de su discografía de la talla de “Botella de ron” o “Time for Freedom”. Un concierto de categoría. Por último, Mamá Ladilla cerró la fiesta con un potente directo fiel a su estilo, haciendo gala de su sentido del humor peculiar en cada tema.
Acto seguido tocaba disfrutar de la Fiesta XX Aniversario, pero como había que reponer fuerzas, no pude acudir a Daniel Lança ni a La Sra. Tomasa. Conseguí llegar al final de Muyayo Rif. Su sonido me hizo prometerme que tendré que volver a verles muy pronto, ya que me quedé con ganas de más.
Turno después para el grupo cabeza de cartel del evento, Manu Chao y La Ventura. El polifacético cantante francés de ascendencia española dio un largo repaso a toda su trayectoria musical, destacando “Clandestino” o “Me llaman calle”. Después de más de dos horas, se despidió bajo la atronadora ovación de un público que llenaba cada rincón del recinto, ofreciendo una imagen espectacular entre bengalas. Acto seguido llegó La Pegatina para deleitarnos a todos con sus ritmos parranderos que pusieron a bailar hasta al que no quería. Presentaron dos temas de su nuevo álbum, destacando “Ni chicha ni limoná” con la colaboración de los bosnios Dubioza Kolektiv. La fiesta y el día terminó con un gran concierto ofrecido por Trashtucada, que, como no podía ser de otra manera, concluyó la actuación con su tema estrella, “¿De festi?, vale”
Jueves
Partimos hacia el recinto para descubrir a Alademoska, unos de los ganadores del concurso de bandas, bajo un sol imponente. A pesar de contar con tan solo 25 minutos de actuación, consiguieron dejar un buen sabor de boca a un público que iba creciendo gradualmente con el paso de los minutos. Después llegó Envidia Kotxina, a los que ya tuvimos la ocasión de ver en el autobús de Red Bull en la anterior edición, y que ofrecieron un directo muy potente. La siguiente actuación nos planteó un dilema entre Gatibu y EsneBeltza, llevándose la palma los primeros. En el nuevo escenario Delicious Seeds se agolpaban muchas ikurriñas mientras que el vocalista Álex Sardui nos deleitaba con sus extraños bailes. Su setlist varió entre sus temas de siempre como “Musturrek Sartunde” o “Gabak Zerueri Begire” y temas de su nuevo trabajo, destacando el single “Euritan dantzan”. Debido al calor tuvimos que batirnos en retirada para descansar y cargar las pilas para la noche que se avecinaba, con lo que no pudimos ver a Siniestro Total, DubiozaKolektiv ni a Lagwagon, entre otros... Llegamos para ver el final de Gigatrón, de los que puedo decir que no decepcionaron a nadie a través de las opiniones de los allí presentes.
El primer plato fuerte del festival llegó de la mano de unos gigantescos Boikot, con un setlist plagado de sus mejores temas como “Inés”, “Sin tiempo para respirar” o “Gasolina, vidrio y mecha”. Para terminar, un espectáculo lleno de círculos y pogos salvajes, como no podía ser de otra forma, con Kosta entre el público cantando “Kualkier día”. En definitiva, uno de los mejores conciertos del Viña Rock 2015. Llegó el turno de ver por primera vez a La Vela Puerca, grupo que muy pocas veces había oído con anterioridad pero que realmente me encantaron, con un sonido muy interesante plagado de ritmo y buen rollo.
No podíamos irnos de la zona sin ver a Kaotiko, grupo que nunca me cansaré de disfrutar en directo y que nos deleitó con clásicos de la talla de “Rico deprimido”, “Preso 2023” o “Juerga” para poner el broche final con la inigualable “Otra noche”. Parecía que nos íbamos, pero no, el hecho de que Porco Bravo tocara en el DeliciousSeeds fue motivo suficiente para ir raudos hacia allá. Fiel a su estilo, el vocalista Manu no defraudó a nadie, bien fuera surfeando entre el público, tabla incluida, o grapándose hojas de periódico en el pecho y haciéndolas arder con total parsimonia mientras seguía cantando. Sencillamente brutal. Para poner el punto y final decidimos ir a Los Platero, el tributo de Platero y tú, con el que pudimos oír los grandes éxitos de la mítica banda bilbaína.
Viernes
El viernes comenzaba de la mejor manera, con un concierto de Desakato en el Escenario Poliakov. Era la primera vez que veía en directo a los asturianos y he de decir que me pareció uno de los mejores directos del Viña Rock, con sonidos duros y directos combinados con una preciosa gaita. Después fuimos a Sinkope, concierto que pillé con bastantes ganas y del que salí bastante satisfecho. Las opiniones positivas que había escuchado sobre los extremeños no pudieron estar más acertadas. Una vez concluído, The Toasters comenzó con su ritmo ska que incitaba a mover los pies y no quedarse quieto. Fue una actuación sin muchos adornos que cumplió con el guión que se le suponía. Cogimos con lástima el turno de Segismundo Toxicómano para comer algo y afrontar la segunda parte del día. Volví para ver a Hamlet, donde Molly, en un momento épico, terminó bajando del escenario para cantar un tema entre un totalmente entregado público. Llegaba el momento del maestro Rosendo, que con canciones de la talla de “Agradecido”, “Vergüenza torera” o “Flojos de Pantalón” nos regaló uno de los conciertos más brillantes que pudimos ver. Nuestra siguiente parada fue la de El Reno Renardo, cuyas letras cargadas de humor e ironía fueron la clave de un concierto con un sonido muy potente, demostrado en “Camino Moria” o la aclamada “Crecí en los 80”.
Este año decidimos prescindir de Gatillazo, al que ya vimos la edición anterior, para ir a The Original Wailers, aunque nos diera tiempo a oir “Nº1 en USA” de la banda liderada por Evaristo. Nuestra siguiente decisión fue la de ir a La Pulquería y después intentar ver algo de Sober en su gira 20 aniversario, pero después de varios pogos salvajes con “El día de los muertos”, llegamos a la conclusión de que ya era imposible salir de ahí. Todo tiene su lado bueno, conseguimos un sitio medianamente decente para ver a Reincidentes, que, como viene siendo costumbre en ellos, no defraudaron a nadie con las aclamadas “Vicio” y “La Republicana”. Finalizada la actuación de los sevillanos, decidimos batirnos en retirada para poder aguantar con algo de fuerza el último envite del Viña Rock.
Sábado
El día más caluroso. Estábamos sobre aviso, pero el incipiente estío superó todas nuestras expectativas. Me armé de valor y me fui a las 16:30 a ver a Iratxo, un grupo que tenía muchísimas ganas de ver y que dieron en el clavo. Un concierto muy animado, con mucho ritmo y que consiguió que las decenas que empezamos a una hora tan temprana, se tornaran en cientos cuando se llegó a la mitad de la actuación. Con “Vida” lograron que todo el mundo no cesara de bailar ni un instante, conformando así uno de los mejores conciertos del festival. Acto seguido fui a refugiarme bajo una carpa para ver a Los de Marras, a los que nunca había visto en vivo y que me terminaron gustando bastante. Finiquitaron su actuación con “Sexo en la calle” bajo la algarabía general. Sin tiempo para acercarnos a la barra aparecía es escena Juantxo Skalari & La Rude Band, repasando los mejores éxitos de la carrera de Juantxo con una calidad impresionante. El numeroso público asistente no dejó de bailar aunque “Puto alcohol” se les cayera del repertorio. Después de una obligatoria parada para refrescar un poco el ambiente, retornamos para ver al veterano Kiko Veneno, que, con un público más bien reducido por la coincidencia horaria con O´Funk´Illo, nos deleitó con sus grandes temas una vez más. Con la excusa de estar muy cerca de las primeras filas, conseguí un gran sitio para disfrutar de El Drogas, que centró un setlist limitado a 70 minutos en 'Matxinada', segundo EP dentro de 'Demasiado tonto en la corteza'. Temas tan potentes como “Están para violarlas”, “Olvido o rebeldía” o “Peineta y mantilla”, dejaron espacio para clásicos de Barricada como “Víctima” o “No hay tregua”.
Enlacé un bonito concierto de Canteca de Macao con el plato fuerte de la noche, el concierto de Los Suaves. Hora y media plagada de emotividad, pero que evidenciaban el deterioro general de Yosi, ya que al principio de la actuación parecía balbucear sobre el micrófono, aunque recuperó la energía para ofrecernos un final espectacular con “No puedo dejar el Rock” o la magnífica “Dolores se llamaba Lola”. En definitiva; un concierto muy emotivo que no dejó a nadie indiferente ya que, para bastantes asistentes, esa fue su última actuación de Los Suaves.
El Viña Rock está cargado de misterios incomprensibles y a mí me tocó vivir uno de ellos. En el siguiente turno de actuaciones comencé viendo a Warcry, que con “Quiero oírte” comenzaron de forma demoledora, y terminé asistiendo al concierto de La Raíz sin saber muy bien cómo. Después me quedé a ver a Narco, ya que, pese a haber tocado la edición anterior, no conseguí verlos. Me pareció un directo muy potente e interesante. “Dame veneno” consiguió introducirme de lleno en el estilo musical que defienden y que nos dejó a los allí presentes muy satisfechos.
Las fuerzas flaqueaban y decidí asistir a mi último concierto del Viña Rock muy a mi pesar, porque suponía perderme a Marky Ramone´s Blitzkrieg, pero la ocasión lo merecía. La gira de despedida de Los Chichos desembarcaba en el Escenario Negrita frente a un público muy numeroso que no paró de palmear y jalear cada tema.
En resumen, una edición muy especial del Viña Rock, la vigésima, muy variada musicalmente y para todos los gustos. Solamente puedo decir que ya espero con ganas al 2016 para volver a pisar ese recinto, bastante mejorado con respecto a 2014, por cierto. El Viña Rock es un festival cargado de vida y buen rollo y cuyo futuro está más que asegurado en el panorama musical, consolidándose como un festival líder.
Texto: Christian Fernández
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1 comentario
Muy buena crónica del VIÑA ROCK por parte de CHRISTIAN FERNANDEZ realizando cada banda conciertos muy dignos y otros muy sobresalientes en especial esos demoledores HAMLET presentando su nuevo plástico LA IRA del que tiene que ser la caña.En relación al cartel,para ser el vigésimo aniversario los he visto mejores carteles años anteriores ya que en este faltan grandes bandas de nuestro país como SOZIEDAD ALKOHOLIKA,ANGELUS APATRIDA,EL ULTIMO KE ZIERRE,LENDAKARIS MUERTOS,EL NOI DEL SUCRE,SARATOGA,BARON ROJO,MEDINA AZAHARA,etc.....Espero que el 2016 sea algo mejor en el cartel!!!