Crónica de Sonotones + Despojos de poeta: Cuerda para rato

También con el sello de Rock Estatal bajo el brazo, a quienes agradecieron en el ocaso de su actuación la oportunidad de poder acompañar a Sonotones en su concierto de Madrid (lo harán también en Barcelona), se plantaron en la Sala Moondance Despojos de poeta, recién llegados desde Calafell (Tarragona).

Puede parecer una tontería, pero ya de por sí me gustó el detalle de su guitarra y voz principal, Alejandro Porcel, portando una camiseta del cantautor madrileño Luter, y es que nada hay más importante en un país en el que el rock está tan maltratado que el apoyo mutuo entre sus músicos (un Luter que, por A o por B, se pasaría poco después para disfrutar de sus amigos de Sonotones). El cuarteto catalán presentó su primer LP, 'Siempre queda el alma', mostrando al público unos temas cargados de energía, como son "Latir", "Náufrago", "Mi guerra" (que dedica siempre a su padre) o las, en mi opinión, excelentes "Solo queda el alma" y "Parte de todo".
La energía que quedaba se la quedaron toda Sonotones. Ya con una sala mucho más concurrida saltaron los cinco al escenario, que con este nuevo 'No hay futuro' suman ya su séptimo trabajo y dios sabe el número de conciertos desde que debutasen en 1999. Arrancaron con "Entra en mi mente", el quinto corte de su nuevo álbum, y hasta el sexto no salieron del mismo y de ‘Salta la banka’, su anterior plástico del 2014 que gozó de gran éxito. No sonó el single que da nombre a dicho disco, una de sus canciones más reconocidas, pero sí lo hicieron "Europa está matándome" o "Volver a empezar".

A partir de ese momento hicieron un pequeño repaso a toda su trayectoria a través de los temas más conocidos de sus tres primeros discos, como "Solo sabemos mirar" y "Ya no es lo mismo" de 'Listos para jugar' (2001), "Los buenos tiempos" y "Queremos mandar" (a la que adjuntó un trozo del himno del PP en su final) de su primer trabajo, 'Átale' (1999), o "La culpa fue de la ciudad" de 'Sonotones III' (2003). Todos ellos mezclados con los del 'No hay futuro' que, lógicamente, fueron mayoría: "Punk rocker", que dedicó a los Ramones, "Viva el vino" que dedicó a Mariano Rajoy (la canción gira en torno a su figura) o "Por navidad", que dedicó a su cuñado (no sabemos si en sentido metafórico o literal). El momento culmen llegó con "Señoras y señores", una canción que está pegando fortísimo y que cuenta con un estribillo muy pegadizo que ayudó a cantar el público. A las 23:00h., muy puntuales, finalizó el concierto con "Vais mal", tercer tema de su último trabajo.

Mención especial tiene el vocalista Javier Die Dean por cómo ejerció de frontman con su voz desgarrada, y el bajista Toño Caballero y sus exuberantes formas con continuos aspavientos e incitaciones al público para que sa acercasen, a pesar de que se mantuvo escondido casi todo el tiempo detrás de las dos guitarras.

El único “pero” lo encontré en la quizás excesiva planicie del concierto, sobre todo teniendo en cuenta que jugaban en casa. Nada que unos buenos y potentes riffs de guitarra y batería no pudiesen arreglar.

Texto y fotos: Manuel Gamarra

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