Crónicas

Our Last Night + Bless The Fall + New Volume: Calidad por encima de problemas técnicos

«La noche siguió el guion esperado en cuanto a calidad musical se refiere; una lástima el lastre que supusieron algunos fallos técnicos»

19 octubre 2017

Sala Caracol, Madrid

Texto: Aarón Gómez Lozano

Llegó el esperado día, nos disponíamos a llegar la Sala Caracol y ya se veía a lo lejos una buena fila de gente de todas las edades esperando a entrar. En cuanto a organización tengo que decir que fue bastante buena y precavida con los terribles sucesos que acontecen últimamente en muchas partes de Europa, de hecho, las mochilas tenían que guardarse en el ropero obligatoriamente, además de una buena identificación de menores y mayores de edad por el tema de las bebidas alcohólicas, cosa que ya solemos ver en la gran variedad de salas de Madrid.

Empezamos con New Volume, un trío sudafricano-londinense de rock alternativo que entraba como sustituto de los ya bien conocidos The Color Morale, los cuales mucha gente esperaba poder ver pero finalmente no pudo ser. New Volume tenía la difícil tarea de no hacer notar la ausencia de The Color Morale con un estilo bastante diferente, y en gran parte lo consiguió. A pesar de ser un trío con dos guitarras y batería, tenían un sonido con bastante cuerpo y transmitían muy buen rollo, especialmente tengo que destacar que la voz del vocalista me gustó bastante aunque utiliza demasiado reverb. En resumen, brindaron una buena actuación, por lo que me llevo un grupo al que seguiré escuchando.

Continuamos con los ya conocidos Bless The Fall, los cuales esperaba mucha gente. El quinteto Estadounidense comenzó bien con una gran actuación por parte de la banda, pero a medida que avanzaba el concierto me daba cuenta de que fallaba algo bastante importante. Y sí, se trataba del sonido, y es que precisamente las bandas de estos estilos con un sonido bastante potente tienen que tener especial cuidado con los niveles de sonido de cada instrumento, los cuales estaban bastante descompensados y hacía que no se distinguiera prácticamente una canción de otra por el barullo de ruido que se producía y que incapacitaba poder escuchar correctamente la voz y guitarras en comparación con la batería y el bajo. A pesar de ello cabe destacar la gran actitud contagiosa que producía Beau Mark Bokan, quien no paró de moverse, animar e interactuar con el público (incluso en español, que no se le daba nada mal por cierto), trepar por la sala, moverse por las barras del bar… En definitiva, una correcta actuación de la banda americana empañada por el mal sonido que incapacitaba el disfrutar al máximo de cada canción.

Y llegó el momento esperado de la noche. Entró en escena el tan esperado grupo estadounidense Our Last Night, y sí, después de dos años por fin les volvíamos a tener en la capital. Traían consigo las últimas novedades de su último disco ‘Selective Hearing’, publicado este mismo año con una muy buena recepción. Empezaron muy fuerte con “Broken Lives”, uno de sus temas estrella del último disco y continuaron con otras grandes canciones de este como “Ivory Tower”, “TongueTied” o “Common Gorund”. Prosiguieron con algunos temas clásicos como “Same Old War”, “Prisioners”, “Home” y “Sunrise”, con el cual culminaron la gran actuación de la noche.

Foto: Our Last Night

Tengo que decir que el nivel no bajó absolutamente en todo el concierto a excepción de unos puntos que comentaré a continuación. El espectáculo de luz, color y sonido ha madurado bastante desde la última vez que les pudimos ver en directo aquí en Madrid. Se podía distinguir cada instrumento a la perfección con un sonido bastante aceptable. Esto hizo que, junto con la buena actuación y entusiasmo de los miembros de la banda, la gente saltara y enloqueciera con cada canción. Tengo que destacar que la iluminación que llevaban acompañó muchísimo e hizo de un concierto de rock un buen espectáculo con el que llevarse un buen recuerdo en formato de video o foto bastante épico. Como pega de la actuación diría que fue el momento acústico en los que los dos vocalistas se quedaron solos para hacer un miniconcierto en acústico. No puedo explicar el motivo, puede que se tratara del desgaste de voz, del cual nos olvidamos por completo en cuanto dejaron las acústicas y se dispusieron a continuar con su espectáculo de luz, color y sonido.

Una muy buena actuación que me hizo disfrutar a mí y a mis acompañantes, y seguramente a la mayor parte del público allí presente. Por su parte, la banda quedó totalmente encantada con la entrega del público madrileño, al cual agradeció el “sold out” de entradas, prometiendo que volverían muy pronto. Así que aquí les esperamos, para volver a disfrutar con otra de sus actuaciones una vez más.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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