CRÓNICA DE LA SEGUNDA JORNADA DEL ROCK OF AGES FESTIVAL DE ALEMANIA
4 agosto, 2015 5:23 pm Deja tus comentariosSeebronn, Alemania
El clima nos sonreía. Amaneció tapado, unas sutiles nubes se solapaban al sol en Seebronn y una leve brisa nos acompañaba de manera transitoria. Debo decir, rectificar más bien, que lo comentado ayer sobre los baños no era la total realidad. Escondidos en uno de los córners del festival, cerca de la puerta de acceso, estaba ubicada una batería de ellos, junto a urinarios y agua potable. Hay que dar caña cuando se merece, pero hay que ser justos cuando las cosas están bien…
NAZARETH
Iniciamos la jornada con estos grandes clásicos que hace unos meses perdieron en sus filas, por enfermedad, a su mítico cantante, Dan McCafferty, que ha sido sustituido por el ex Krokus y Tokyo Blade, Carl Sentance. Carl cuenta con un muy interesante registro vocal que nos recordó a lo que actualmente muestran cantantes como Marc Storace, Biff Byford, y, cómo no, el propio McCafferty. En esta ocasión, Nazareth se mostró como una banda efectiva, con una base rítmica sólida y muy bien configurada, dirigida ésta por el veterano Pete Agnew al bajo y su hijo Lee Agnew a la batería, defendidos por la guitarra del ya clásico en la formación escocesa Jimmy Murrison. El concierto se balanceó entre la pasión que inoculaba la aguda voz de Sentance en los temas más rápidos y clásicos, como “Razamanaz”, “This Flight Tonight”, “Hair Of The Dog” o “Expect No Mercy”, y el ritmo siempre vacilón de otros clásicos menos conocidos, que fueron alargados en demasía, caso de “This Month’s Messiah” y “Morning Dew”. Pero, si en el repertorio de Nazareth hubo unos clásicos que fueron aclamados y disfrutados de manera especial, estos fueron las rasgadoras y sentimentales baladas “Dream On” y “Love Hurts”, que llenaron de emoción y pasión un front stage en el que brotaron muchas lágrimas surgidas desde la sensibilidad con la que Nazareth las interpretaron y nos las hicieron llegar. Este fue un buen concierto en el que la siempre apasionada voz y presencia de Dan McCafferty se vio sustituida por la fuerza de un buen reemplazo. A rey muerto, rey puesto…
JF
AXXIS
A veces, lo mejor para saber si una banda es más o menos conocida es ir a su país de origen. Axxis en Alemania están considerados unos clásicos, como su repertorio. La frase que podría definir la actuación de Axxis es: “Sin novedad en el frente”. Su carismático líder, Bernhard Weiss, hizo gala de sus bien definidas cabalgadas, simpatía y, alguna vez lo teníamos que destacar, de una sólida voz. Axxis comenzaron su directo con temas de sus últimos trabajos que dejaron el público en la total indiferencia. No fue hasta que sonó “Living In A Dream” que la gente se animó. Luego, como no, “Touch the Rainbow” en su versión acústica con invitado infantil encima del escenario. Todo muy cómico y previsible a la vez. Hay que entender que si has visto Axxis más de una vez, lo que parece en un principio original, se te hace repetitivo. El gran medio tiempo “Heaven in Black” y una acelerada “Little Look Back”, haciendo corear al público el fácil estribillo, dieron paso a lo mejor de la actuación con unos aclamados “Living in a World” y “Kingdom of the Night”. Un concierto efectivo y nada más.
XB
MIKE TRAMP
¿A quién quieren engañar? Mike Tramp fue cantante de White Lion, sí, pero ahora no deja de ser un cantautor sumido en vivir de los clásicos medios tiempos de su formación histórica. Él se encuentra cómodo así, pero nosotros queremos mucho más. Sobre todo si utilizas la palabra White Lion y sus temas como motivo de reclamo. Eso no quiere decir que sus temas en solitario sean malos ni mucho menos. Con una formación de guitarra, bajo, batería y guitarra acústica tocada por el propio Mike, empezó el concierto con una versión de “Hungry” que hasta el estribillo no supe que canción era. Todo muy confuso. Luego presentó el single de su nuevo trabajo ‘Nomad’, cediendo bastante protagonismo a su joven banda. Otros clásicos de White Lion que sonaron fueron “Tell Me”, “Little Fighter”, la aclamada “Broken Heart” con interpretación rockera y la balada “When The Children’s Cry”, terminando el concierto con su tema en solitario “More To Life Than This”. Un concierto que, en su versión león domesticado, no me terminó de convencer. Tal vez en una sala más pequeña este tipo de concierto dé el pego, pero de momento no fue así.
XB
FISH
Mike Tramp nos había dejado con ganas de mucho más, e inicialmente Fish puede no parecer la mejor banda para levantar algo que, digamos, había quedado a medias. Pero lo consiguió. El escocés Derek William, es decir, Fish, es un animal de escenario, un viejo truhán que se las sabe todas, y no sólo hablo de su voz, sino de cómo vencer y convencer en cualquier campo de batalla. Fish sabe cómo estructurar sus directos, como conectar con la pasión del público y cómo hacer que haya una directa transmisión entre él, su banda y sus fans. En el Sweden Rock no pude disfrutar de su directo, ya que su actuación coincidió con la de Children of Bodom, y equivoqué mi elección, pero por suerte en esta ocasión he podido resarcirme de ello al completo. Fish inició con tres temas de propia factura, “Pipeline”, “Feast Of Consequences” y “Long Cold Day”. En ellos ya dio a entender su supremacía en lo antes expuesto: buena voz y firme decisión. Tras el tridente de temas propios, el cielo alemán se dejó notar con una fina lluvia, que ni fue intensa ni duró, pero que en ese momento sirvió a Fish para deleitarnos con una de sus inteligentes frases: “Soy Fish y me gusta el agua. Por ello este es un buen día para disfrutar de uno de los mejores momentos de mi historia musical. A partir de ahora interpretaremos el ‘Misplaced Chilhood’ al completo”. ¡Fue una verdadera pasada! Temas como “Pseudo Silk Kimono“, “Kayleight”, “Lavender”, “Bitter Suite”, “Heart Of Lothian”, “Waterhole”, “Lords Of The Backstage”, “Blind Curve”, “Childhood´s End” y “White Feather” se disfrutaron a su máxima capacidad, lógicamente cada uno dentro de sus parámetros musicales. La banda no es Marillion, pero su calidad me hicieron recordar los mejores momentos de estos míticos. El final se dio con otro clásico de Marillion, aquel single primigenio que les dio a conocer en el mundo de la música, “Market Square Heroes”; y un bis con tema de propia factura, “The Company”, el cual se celebró con casi la misma intensidad que con la que lo hicieron los clásicos de Marillion. Tras esta actuación, puedo afirmar que Fish sigue siendo todo un fenómeno en el mundo de la música.
JF
MAGNUM
¡Menudo jarro de agua fría! Antes de la actuación de Fish, el promotor del evento, Horst, salió para explicar algo, aunque lo hizo en alemán y no le entendimos. Pensamos que era algo poco transcendente por la frialdad del público, pero cuando pasamos hacia la zona VIP, nos dimos cuenta de que en las listas de actuación y firmas Magnum estaban tachados. Fue entonces cuando Xavi y yo nos miramos y acojonados nos temimos lo peor… Pregunté a unos amigos fotógrafos alemanes, y entonces, nuestros temores se tornaron realidad. ¡Magnum no iban a tocar! Según lo que me explicaron, Horst comentó que los instrumentos de Magnum no habían llegado al aeropuerto de Stuttgart y que el tiempo programado en el horario de festival (hoy de 13:30 a 24:00) hacía imposible que Magnum pudieran actuar. Sin embargo, la banda se había comprometido para actuar en la próxima edición del festival… ¿Pero la gente se cree que somos tontos o qué? En mi opinión, si se hubiera querido, había maneras de hacer que Magnum actuase. Estaban los instrumentos de otras bandas, se podía haber pasado el concierto de Magnum al día siguiente e incluso a malas, podían haber actuado en acústico… Supongo que todo tiene su peso y es más que discutible, pero lo que sí me parece un abuso es parar el festival durante la hora de actuación de la banda que contaba con más camisetas entre el público presente sin dar opción a otra banda que les sustituyera, dejando en blanco ese espacio de tiempo y a los fans con cara de póker. Aún recuerdo con admiración el esfuerzo de Horst y todo el equipo del Bang Your Head durante la tormenta que inundó varios campings y anegó de agua el escenario del festival. Se pasaron toda la noche secando el escenario y los equipos para hacer posible que los conciertos se dieran casi como estaba previsto – las primeras bandas cedieron tiempo en su actuación, pero lo hicieron, aún con el riesgo que un escenario mojado representa –. En esa ocasión la suspensión del día hubiera sido más que justificada, pero prevalecieron las ganas y la pasión del fan ante el dinero de la aseguradora. Desgraciadamente, esta fue la otra cara de la moneda…
JF
SUZI QUATRO
La prolífica Susan Kay, cantautora, bajista y actriz ya que ha aparecido en diversos shows televisivos, se nos presentó en Seebronn para transmitirnos su fuerza a base de ir tocando clásico tras clásico de su extensa carrera. Se tiene que decir de entrada que creo que hoy en día veo a Susan más como una excelente bajista para el tipo de música que realiza que como cantante. Todo sea dicho, de voz va muy justa. No hay que olvidar que esta diva del rock ya tiene 65 años, pero una cosa no quita la otra. Eso sí, también hay que destacar que tiene una excelente actitud y una condición física envidiable, ya que no paró de moverse por encima del escenario. Ya le gustaría a muchas bandas jóvenes de hoy tener la entrega y las ganas de esta veterana. Estuvo acompañada por unos buenos músicos, entre ellos sección de vientos que normalmente no ha tenido, que saben que ella es la estrella y que en todo momento, y estudiado al milímetro, hacían lo que Suzi quería. Nos tocaron temas como el medio tiempo bailable “Stumblin' In”, la salvaje “48 Crash”, “Rock Hard”, su himno “Can I Can” y la no menos conocida “If You Can't Give Me Love”. También cabe destacar que tocó algunas versiones, entre ellas la voluntariosa “Rockin' In The Free World” de Neil Young, que le costó interpretar, o el “Johnny B. Goode” del gran Chuck Berry. Un concierto que los espectadores de avanzada edad disfrutaron de lo lindo. Incluso creo que para mucha gente presente allí, el cabeza del cartel de aquel día era la pequeña terremoto Suzi.
XB
MICHAEL SCHENKER TEMPLE OF ROCK (Feat. Graham Bonnet)
El concierto del pasado año, celebrando el 25 aniversario de Axel Rudi Pell en el Bang Your Head, no sólo fue histórico por lo vivido sobre el escenario, sino que también ayudó a cerrar heridas. Una de ellas llevaba décadas abierta, pero sanó con la medicina adecuada. En el BYH, Michael Schenker se reencontró con Graham Bonnet y de ahí, gracias a la intervención de Horst, promotor del BYH y del ROA, se ha podido dar la confluencia de un reencuentro del que personalmente acabé muy decepcionado.
Con una formación consolidada y efectiva, Michael Schenker inició el concierto con ganas de convencer, aunque los clásicos de UFO “Doctor Doctor”, “Lights Out” y “Natural Thing” no tuvieron la acogida con la que normalmente se les suele apoyar, quizá porque se intercalaron con “Live and Let Live” y “Where the Wild Winds Blow”. Digamos que el juego de luces no ayudó en ello, ya que dejó a Michael en la penumbra durante la interpretación del trío de ases, ni tampoco un Doogie que no acababa de estar bien, bajando los tonos y desapareciendo del escenario demasiadas veces entre los temas. Mientras, Bucholtz, Rarebell, Findlay y Schenker se habían entregado con buena solvencia, Doogie se iba del escenario durante las partes de receso de las voces… ¿Cuándo se darán cuenta ciertos artistas de que su trabajo está frente a un público que quiere verles en acción, bien sea interpretando los temas por los que se le paga o animando para ensalzar al público? Podemos entender que un cantante se tome un respiro, pero no es menos cierto que un buen profesional sabe que para eso están los solos y los paréntesis de voz entre las melodías instrumentales. Desgraciadamente, esta es una faceta que a Doogie se le deja pasar con demasiada frecuencia e impunidad.
Otro tema de cosecha propia de la banda apareció en forma de “Victim of Illusion”, en el que Michael se explayó en un solo que le hizo soltarse tanto que hasta acabó cantando él parte del tema. Era para verle: sonriente, apasionado, motivador, moviéndose, gesticulando y punteando sin parar. Michael mostró un lado excepcional en su habitual forma de actuar. Hacía muchos años que no veía a Michael tan expeditivo y animado como en esta ocasión, ¡y la cosa iba a ir a más!
El primer clásico de Scorpions fue un intenso “Lovedrive” al que se le soldó otro no menos eficiente “Coast to Coast”. En ellos la magnitud de la banda se vio recompensada por un público que, esta vez sí, dejó notar su presencia. Con “Vigilante Man” y “Saviour Machine” la voz de Doogie mejoró, también es cierto que gracias al apoyo de un mayor uso de las reverbs y a un mayor apoyo de Findlay en los coros. Retornando a la etapa de Schenker en UFO, “Shoot Shoot” había prendido una mecha que en breve haría que todo cambiase a mejor. La densa “Before the Devil Knows You’re Dead” se solapó con “Lord of the Lost and Lonely”, ese homenaje a Dio que a cada momento nos hace mirar al cielo con nuestros puños mostrando el índice y el meñique en señal de añoro, respeto y admiración. Ahí Doogie ensalzó su aún más su voz y con ello espoleó a una banda que a partir de entonces rindió aun a más alto nivel.
Con todo en regla, llegó el momento esperado, Doogie vuelve a desaparecer del escenario, esta vez con la justificación de dar el relevo a Graham Bonnet. Trajeado y con portante altivo, Graham propuso su parte en “Desert Song”. Inicialmente su voz había fallado en un par de ocasiones, pero la restituyó con dos largos agudos de buena intensidad y calidad, aunque ese fue su craso error, dado que el esfuerzo le pasó tal factura que los desajustes en su voz acabaron en desastre: desafinaciones, cambios de tempo que no tocaban… Por fortuna, Michael estuvo muy eficiente, y hasta se atrevió a situarse al frente de la pasarela. Desde luego, mi decepción con respecto a Bonnet fue máxima. Aun así, se le despidió con una ovación de respeto.
El concierto continuó, esta vez con otro clásico de los Scorpions. “Rock You Like A Hurricane” volvió a ser uno de los temas más coreados y celebrados, tanto que fue el aguijonazo definitivo para que todo se compenetrase a nivel de excelencia. “Rock Bottom” fue sublime, con Michael haciendo un solo inmenso, sonriendo, señalando al público, contorsionándose y gritando. ¡Y además en medio de la pasarela! Fue uno de los mejores solos que recuerdo de él en un directo, para quitarse el sombrero y sacarle a hombros. ¡Con dos cojones, sí señor!
Aún con el vello de los brazos convertido en tachas metálicas, y tras una breve parada, llegamos un momento de intenso feeling. “Holiday” se deslizó y se celebró de manera apasionada por la buena conexión que ya se vivía entre el público y la banda, haciendo mayor el sentimiento de que esta balada transmite. Doogie, con la acústica en mano, supo defender los tonos nada fáciles de una canción que, en su sentido, volvió a ser protagonista destacada. Aún se estaba celebrando la buena actitud y forma del clásico de los Scorpions cuando de nuevo Graham apareció sobre las tablas, esta vez acompañado por Doogie White, que le apoyó en los momentos difíciles de un “Assault Attack” en el que el tándem vocal dio la talla de lo que estaba expresando el resto de la formación, en especial el hipermotivado Michael Schenker. Sinceramente, sólo dos temas cantados por Graham Bonnet no era lo que me esperaba de este concierto, aunque visto lo visto, ¿para qué más? Espero que para ocasiones venideras, el tándem Doogie-Graham sea el que podamos disfrutar. Si no, auguro desastre.
El buen momento de “Assault Attack” se remató con fuerza y carácter, y “Blackout” se convirtió en uno de los temas más cañeros del festival. Fue una fiesta total en la que hasta un sonriente y bromista Michael concedió el favor del solo a Findlay, que lo bordó en un concierto que fue de menos a más, a mucho más… Desgraciadamente, el invitado a la fiesta no tuvo el protagonismo que cabía esperar. Sin embargo, el anfitrión cumplió con creces la misión de hacernos disfrutar de una gran fiesta. Prost, Michael!
Con sensaciones encontradas, pero con el buen regusto que los conciertos de Sweet, The Hooters, Fish y Michael Schenker nos dejaron, acabamos un día repleto de muchas y variadas emociones.
JF
TEXTOS: JOSEP FLEITAS/XAVIER BERTRAN
FOTOS: JOSEP FLEITAS
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