Crónica del Huercasa Country Festival 2016 (The Mavericks, Turnpike Troubadours...)

Huercasa Country Festival All Stars Band

Far west en Riaza (Segovia)

Ejerce como sheriff el gran Manolo Fernández, toda una institución de la radio española con su programa de country "Toma uno" o, como el mismo dice, de “la radio con botas”; tras un buen rato de amenizarnos con buenas versiones de clásicos en clave de country, da entrada a una de esas atracciones irrepetibles y exclusiva de este festival. Y es que la Huercasa Country Festival All Stars Band no es sino un elenco de grandes músicos que se unen únicamente para la ocasión: el gran Jeff Spinoza y Francisco Simón de Red House, Juan Carlos Esteban de Widowmakers, el genial pianista Gene Taylor, que ha tocado con gente como Canned Heat, y Ezequiel Navas y Manuel Bagüés en batería y bajo respectivamente, y que han estado con gente tan variopinta como Revolver, Amistades peligrosas o el mismísimo Raphael. Una gran selección de clásicos como "On the road again" de Willie Nelson, "Take Me Home, Country Roads" de John Denver o una animada "Hello Mary Lou" de Rickie Nelson figuran en el setlist. Disfrutan, se lo pasan bien y bromean entre ellos, e incluso Gene Taylor se fuma un buen puro, señal de que está a gusto. Y, por supuesto, no falta el momento emotivo con dos temas dedicados a dos grandes desaparecidos; Johnny Cash y su "Ring of Fire" y, sobre todo, un sentido homenaje a la figura del Eagle Glenn Frey donde el mismísimo Sheriff Manolo se atreve a hacer un cameo del "Take it Easy", aunque acabe pidiendo perdón por su interpretación (la cual, sinceramente, quedó muy bien). Despedida, aunque luego estuvieron un buen rato firmando discos con una simpatía y juerga considerables.

Turnpike Troubadours

Tras esto, un breve descanso y le toca el turno al oscarizado Ryan Bingham que, en opinión de quien suscribe y sin desmerecer el altísimo nivel de las otras bandas, fue el triunfador del día; llama la atención y choca, por no decir que puede incluso “acongojar” un poco, el que salga sin ningún tipo de sección rítmica y únicamente acompañado por un guitarrista y el veterano violinista Richard Bowden... pero el concierto que se marcan es espectacular. Te remontas a la época de las raíces, de los Pete Seeger y compañía, donde se acompañaban únicamente de su bajo y armónica. Y es que el “ruido” y sentimiento que consiguen hace que, en una comparación imposible, digas que son los Rush del country. Su voz rasgada, su simpatía, que le lleva a intentar conversar en castellano, el derroche de energía de Bowden que ves que le va a dar un síncope y, sobre todo, la elección de los temas que tenían guiños hispanos, como una especie de corrido mejicano u otro dedicado a España pidiendo “olés” al público, lo convierten en algo mágico. Y si a eso le unimos una extraordinaria versión del "Rip This Joint" de los Rolling poco más se puede pedir; simplemente quedan ganas y curiosidad por poder verle con banda al completo.

Toca cerrar y qué mejor manera que con el único concierto europeo de Turnpike Troubadours, con un estilo conocido como red dirt music, nombre tomado del color de las tierras de Oklahoma, de donde procede la banda. Aunque, tras el bolo, puedo asegurar que la amalgama de estilos que practica la banda van desde el más puro “country al uso”, hasta reminiscencias bluegrass, pasando por el redneck. No en vano, en el escenario suenan las guitarras, violín, contrabajo, pedal steel guitar, batería, banjo o armónica conformando un animadísimo cierre de velada sin dar tiempo casi al descanso entre tema y tema, y llegando a completar hasta tres bises como si no quisieran irse de tan idílico entorno.

Whitney Rose

El sábado toca “madrugar”, pues desde mediodía hay actividad en la plaza del pueblo, empezando por clases de los diferentes tipos de baile dentro del estilo musical, para posteriormente ponerlos en práctica con la banda Western Pacific (lo cierto es que el ambiente es muy agradable y gran cantidad de gente se suma a esta iniciativa, con mejores y peores resultados). El fuerte calor reinante hizo que la mayoría de la gente se resguardara en los soportales aunque, bien es cierto, bastantes valientes aguantaron estoicamente al sol.

Ya por la tarde, le toca abrir a la guapísima canadiense Whitney Rose, acompañada de varios músicos de la banda encargada de cerrar el festival, los Mavericks. Vestida con un “traje de luces” blanco nos regala un más que agradable concierto; no en vano, Manolo nos “chiva” indirectamente sobre la banda que la acompaña y describe el set que tiene preparado con un escueto “¡Guau!”. Se la ve tímida pero alegre, e interactúa presentado temas lentos, comentando que en Austin prácticamente todas las letras se refieren a temas de desamor y de bares. Hay cabida para puro rock and roll, para presentar nuevos temas como "My boots", y para versiones como la genial "Walking After Midnight" de Patsy Cline tocada en clave de jazz, o la archiconocida "Be my Baby "en la que hace duelo con el cantante de Mavericks (que la acompaña durante todo el recital a la guitarra).

Después le toca el turno al californiano Sam Outlaw, quizá el más flojo de los seis que comparten cartel; tal y como nos presenta Manolo, hace poco estuvo en Madrid haciendo un set acústico y prometió venir con banda, promesa que por supuesto cumplió. Su estilo, que él mismo denomina “SoCal country”, es según sus palabras un country remodelado al estilo pop californiano; además, influenciado por su educación cristiana, tiene tiempo para hablarnos de “descubrir a Jesucristo”. La banda suena muy bien, pero el estilo como ya digo es un poco edulcorado y lento para los presentes; él mismo nos comenta que sólo tiene canciones tristes…

The Mavericks

Pero tras el sabor agridulce, queda la “bomba del festival” con The Mavericks. Ellos se definen como country alternativo, pero ves clarísimas raíces latinas, tamizadas con buen rockabilly y acercamientos al tex-mex. Desde el principio enganchan al público para llevarlo casi al enloquecimiento según iba avanzando la noche; hay guiños a Santana, al blues, al rock and roll… y una sensación que más que una banda, lo que estás viendo es una orquesta perfectamente engrasada, pues Jerry Dale McFadden en los teclados no para de moverse y Eddie Perez en la guitarra lo vive como si de su primer día se tratara. Destaco, sin duda, la sensacional versión del "Harvest Moon" de Neil Young que se marcan, y ya en los bises, la caña que nos llegan a meter con "Guantanamera", y cómo nos hicieron partícipes de un "Twist and Shout" glorioso. Ya para cerrar, un "Everytime" muy reggae/ska pone el campo de fútbol a botar, y una apoteósica "All You Ever Do Is Bring Me Down", donde salen con ellos tanto Whitney Rose como Sam Outlaw y su banda. Y, a fe mía, puedo decir que si no salta por los altavoces el "Always Look On The Bright Side Of Life" de los Monty Python se tocaban más temas.

Toca telón, pero no puedo dejarlo sin antes dar la enhorabuena a la organización, pues han sabido corregir pequeños fallos de la pasada edición como fueron las largas colas para bebida y sobre todo comida del segundo día. Así se hacen las cosas y así se forjan las leyendas; como diría el Sheriff, ya queda menos para la cuarta edición del Huercasa Country Festival. ¿Te lo vas a perder?

Texto: Luis de la Encina
Fotos: Carolina Chavarri

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