Crónica de Estirpe + Sinaia: Celebrando la música
25 enero, 2016 1:49 am 2 ComentariosSala We Rock, Madrid
Noche para recordar la acontecida en una We Rock que en pocas ocasiones goza de una concurrencia tan masiva como la que logró atraer una de esas bandas que desde la unicidad y una originalidad nunca exenta de riesgo alcanzan la excelencia. Los cordobeses Estirpe llevaban tiempo sin dejarse caer por la capital, en buena parte debido al contratiempo sufrido – y superado – por Manuel Ángel Mart, su vocalista, a quien un cáncer le tuvo un tiempo apartado de los escenarios, que no de la música. De hecho, mientras vencía al mal, siguió vinculado a su vocación hasta tal punto de producir uno de los mejores discos de la dilatada discografía de la banda de su padre Manuel Martínez, Medina Azahara. Ese álbum se tituló ‘Las puertas del cielo’, y fueron aquellas precisamente las que se abrieron de par en par ante nosotros desde el momento en que el talento desbordante que acumula el grupo, cuyo último álbum ‘Neurasia’ salió a la venta en 2013, comenzó a deslumbrar sobre el escenario madrileño.
Abría el espectáculo Sinaia, un combo a caballo entre Madrid, Logroño y Valladolid que se desenvuelve en el escenario con la soltura que solo la familiaridad con el mismo puede otorgar. No en vano, entre sus integrantes se encuentran los guitarristas Javier Jiménez y Rodrigo Corredera, excomponentes de Censurados. Hasta la fecha cuenta con un solo álbum, homónimo, lanzado en 2014; pero su potente hardcore punk de tornasoles melódicos tendrá este mismo año una secuela en forma de nuevo disco, el cual se comenzará enseguida a grabar en los prestigiosos estudios New Live.
Con el objetivo descarado de hacernos sudar y con una actitud contagiosa y enérgica por bandera, arremetieron sin rodeos con la contundencia de “Ciudadano cliente”, seguida de “Primera vez”, y progresivamente fueron enrolándonos, tema a tema, en su mordacidad. El vocalista Valentín Domínguez era todo entrega y dedicación, y no paró de incitar al público. Consiguió caldear el ambiente sobre todo de las primeras filas (la diferencia estilística con los cabezas de cartel hizo que algunos permaneciesen algo más reservados ante su propuesta). También tuvo palabras para Mata, responsable de El Garaje Producciones que, en esta ocasión, conmemoraba su décimo aniversario como agencia; agradeciéndole toda su labor.
Con un dinamismo digno de alabanza, nos metieron de lleno en su música con temas del carácter de “Coda” o “Dentro”, corte este último en el que Valentín se exprimió su vertiente más corrosiva; y tuvieron también tiempo para la tremenda expresividad de “Buena suerte”, con mucho feeling; e incluso para desconcertaros con una irreconocible y curiosa versión de la canción “Valiente” de Vetusta Morla. Ahora que Segismundo Toxicómano ha anunciado su retirada de los escenarios, bandas como Sinaia tienen aptitudes de sobra para opositar a su estatus y renovar con eficacia un panorama que agradece la irrupción de grupos tan sólidos.
Sobre las once de la noche entraba en escena, sin preámbulo ni introducción alguna, Estirpe, ante una sala a rebosar donde cientos de personas se rendían ante el carismático Mart, la elegancia personificada sombrero incluido, y los suyos. Estrenaban un nuevo formato consistente en la intermitente inclusión de tres instrumentos de viento (trompeta, saxo y trombón) para mayor énfasis y enriquecimiento de su caudaloso eclecticismo musical, si bien no hicieron acto de presencia hasta la parte final de la inaugural “Déjame”, uno de los muchos cortes que escucharíamos de su álbum ‘Neurasia’. “En tus ojos”, otra más del último disco empapada en mestizaje, precedió a una tempranera pero extasiante “Vértigo”, clásico imprescindible que nos sumió en el que sin duda fue uno de los instantes más emocionantes de toda la velada.
Retomando el más reciente lanzamiento, que esperemos que este año tenga su sucesor – estoy seguro de que su inquietud compositiva no se ha detenido en estos años –, “Por suerte” desprendió eso que algunos llaman flow en grandes dosis, y fue una de tantas oportunidades exprimidas por el virtuoso bajista Paco Records Jr. para lucirse de lo lindo y centrar el protagonismo en su increíble manejo de las cuatro cuerdas. Fue momento al fin de Mart para dirigirse con énfasis al respetable y manifestar su alegría por volver a pisar un escenario de la capital, por lo que recibió una calurosa ovación. Trató de recordar cuánto hacía desde su última visita y comentó que durante este tiempo ha visto gente que se ha quedado en el camino, gente que se ha quedado y gente que ha seguido luchando. Ellos, por supuesto, están entre los últimos.
Maravillosa como siempre arribó “Te seguiré”, por cuya redondez todos nos dejamos llevar y que fue el pretexto sonoro ideal para que Mart exhibiese, como tantas otras ocasiones, su carismática capacidad de bailar al más puro estilo Michael Jackson. En este punto aquello era una olla a presión, circunstancia que no desaprovecharían parra hacernos vibrar con “Magnético”, corte cuyo estribillo hace honor a su título y en el que los vientos fueron encajados a las mil maravillas.
El regreso a las fauces de su discografía vino marcado por un tema ante el que hicieron alusión a “aquellos que piensan que América es solamente Estados Unidos”. Desde luego, fue la excitante “América” la que hizo que aquello explotase por los aires con suma energía, con un público que detonaba sus gargantas parafraseando su lograda y enjundiosa letra. No venía mal después de tanto desahogo cierta tregua, que Mart aprovechó para tener unas palabras tanto con Sinaia como con Mata de El Garaje Producciones, y reivindicar que nos hallábamos todos ahí “celebrando la música”, antes de levantar el pie del acelerador para una más pausada “En silencio”.
Por si no fuera suficiente con David Lerman, Pepe Rincón y Toni Martín, miembros de la sección de vientos; la banda dio la bienvenida a escena a una amiga suya llamada Vicky, quien se sentaría desde entonces hasta los bises al frente de los bongos, percutiéndolos con suma eficacia. Llegamos así a la cúspide de la fusión de la mano de “Contigo”, la cual entrelazaron con una momentánea versión del mambo “Oye cómo va”, compuesta por Tito Puente en 1963 y popularizada por Carlos Santana siete años después. La irresistible exhibición de eclecticismo con la música latina ahora como referente fue relevada por “Mi bella condición”, en la que el grupo retomó su faceta más social.
Una de las cualidades más valiosas de Estirpe sin duda es su capacidad de adherir a su música irremediablemente a su audiencia, y temas como “No somos 100” la llevan al extremo, enganchando a su causa hasta al más parado. Por eso, es el tema ideal para pedir con éxito al respetable que grabasen su interpretación a través de sus teléfonos móviles en aras de montar un videoclip con todos esos vídeos. El testigo lo recogió la adictiva “Me equivoqué”, perfecta para rozar el paraíso con su estribillo y, de paso, para que Mart pusiera de relieve que su garganta está en plena forma.
El reggae es otro de los innumerables palos con los que Estirpe ha coqueteado, y volvieron a hacerlo en “Un esfuerzo más”, para la que contaron también con un amigo del grupo oriundo de su “bella ciudad” aunque residente en Madrid, Mario Ruiz. El colofón antes de los bises lo puso la extraordinaria “Otro ángel”, de inspiración funk y simplemente monumental.
Con el regreso al tablado tras unos minutos de asueto, la banda dejó de lado la fusión y reivindicó sus raíces más añejas dentro del rock con una sorprendente y fabulosa versión del “Rock and Roll” de Led Zeppelin, en la que Mart – que cambió el sombrero por la visera – volvió a hacer gala de su envidiable versatilidad, acompañado en esta ocasión por otro invitado, Luis Regidor, con quien cantó a dúo. Prosiguieron con una de sus canciones “más románticas y más putas”, en alusión a la conmovedora “El último pétalo”, medio tiempo tan bonito como desgarrador que fue lujosamente coloreado por un envolvente saxofón de acompañamiento. Por cierto, en esta recta final íbamos echando de menos "Mi revolución", la cual finalmente no asomó por el repertorio.
Pasaban ya de la una de la madrugada pero no tenían prisa por abandonar el escenario, ni nosotros por que lo hiciesen. De hecho, Mart llevó a cabo tras “Infinito” un largo discurso reivindicando sus dos décadas en la música y dejando claro que siguen siendo una banda underground desde su punto de vista sin apoyos. Abogó por que el rock reciba más respaldo y se metió al público en el bolsillo cuando señaló que su único interés es crear música sin fronteras, para lo que no dudan en cambiar su forma de hacer con cada disco. De hecho, pocos en nuestro país llevan el eclecticismo hasta tal extremo en clave de rock, y mucho menos lo exprimen con el gancho de temas como “El color de mi voz”, otra de las indispensables. En ella hicieron un hueco para el hip hop, y un asistente respondió a su llamada a improvisar subiéndose al tablado a rapear antes que el propio Mart lo hiciera. Además, aprovecharon para presentar a la banda y todo su equipo, destacando una vez más la impresionante habilidad del bajista a la hora de solear. No sin antes interactuar el vocalista con el público, se despidieron con la parte final de la canción e incluso llegaron a hacerse la photo finnish. La gente no cesó de reclamar un último tema, y apurando al máximo regresaron – solo de bajo incluido – con “Hazme creer”, poniendo así la guinda a un show apasionante.
Texto y fotos: Jason Cenador
- Albertucho estrena la nueva versión y videoclip de “El pisito” junto a La Pegatina poco antes de su concierto especial en Madrid - 21 noviembre 2024
- Tempvs estrena el videoclip de "Deseo y electricidad", la afilada canción que da nombre a su primer trabajo - 21 noviembre 2024
- ¿Se unirá Axl Rose (Guns N' Roses) a la gira próxima gira de AC/DC? Muchos dicen que sí - 21 noviembre 2024
2 comentarios
Estirpe es de esas bandas que, en un mundo más justo, merecen por derecho propio estar infinitamente más alto de lo que están, a la altura de unos Muse por ejemplo, y sé que no exagero para nada. Recomiendo fervientemente TODA su discografía. Me alegro de veras que por fin le dediquéis un artículo y hablando tan bien de ellos en esta web. Ojalá vengan muchísimos más. ¡Un saludo!